Resumen

En el espacio universitario donde debe predominar la formación profesional de estudiantes adultos, se podría creer que la tarea de desarrollar modelos educativos más democráticos (y por tanto, esquemas de comunicación más horizontales entre el profesor y sus estudiantes), resultaría más fácil. La realidad parece desmentir tal suposición para el contexto dominicano, donde además, esa tarea se ve obstaculizada por debilidades inherentes a la organización de la educación superior Por otro lado existe, como nunca antes, una brecha generacional que opera con fuerza despiadada en la capacidad de comunicación que pudiera poseer los profesores para intercambiar con sus estudiantes y cumplir su papel de formadores dentro de la sociedad. La brecha generacional y la resistencia de la universidad para reconocerla y tomar medidas frente a ella, traen como consecuencia que los protagonistas de la comunicación didáctica dentro del aula se desconozcan. Ni el profesor conoce al estudiante ni este conoce a su profesor.