Resumen

La iniciativa de Implementación Conjunta constituye una fuente de recursos financieros frescos para los países subdesarrollados, a través de la cual se puede lograr el financiamiento de importantes proyectos ambientales y de desarrollo. Sin embargo, la posición de algunos países desarrollados de focalizar su contribución a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en la compensación a los países subdesarrollados por la reducción que éstos hagan de tales gases, implica en la práctica que los países desarrollados están evadiendo su responsabilidad en la búsqueda de nuevas tecnologías no contaminantes, que contribuyan a reducir las emisiones de GEI dentro, de sus propias fronteras, cumpliendo así, tanto con los compromisos globales como con los nacionales.