Resumen



A poco del hallazgo de las islas caribeñas por Cristóbal Colón, el hispano se enfrentó a una realidad completamente desconocida. Según las anotaciones del Diario de abordo, todo era diferente a lo previamente conocido: climas contrastantes, una flora inexplorada y especies ajenas a la vida cotidiana europea. En relación con la colonización de isla de Jamaica, los animales que fueron transportados a partir de 1493, contribuyeron con el desarrollo de un sistema alimentario inicialmente marcado por la necesidad de supervivencia y, posteriormente, por la cotidianidad, situación que se replicaría en todo el Caribe. En estas circunstancias, fue crucial la fundación de las villas desde donde se inició el proceso de adaptación, reproducción y posteriormente el aprovechamiento de la fauna en la isla de Jamaica, funcionando en algunos casos como punto de establecimiento de granjas ganaderas, con el objetivo de consolidar las bases de ocupación y de una economía autosuficiente. Precisamente, el objetivo de este documento es destacar las utilidades y aportaciones que surgieron a partir de la península ibérica, La Gomera y Gran Canaria, desde octubre de 1493, respecto a los animales que fueron incluidos en la travesía, siendo la génesis de la colonización de las Antillas Mayores. La investigación presenta un enfoque que combina el análisis de las fuentes históricas con las referencias arqueológicas, con la finalidad de identificar los animales vivos y sus derivados de consumo, que formaron parte del proceso colonizador en la isla de Jamaica, así como localizar las posibles granjas ganaderas que se establecieron, con el objetivo de identificar los núcleos de producción que sustentaron estos procesos de expansión. Para ello, conocer el papel de la fauna y sus productos en las dinámicas de colonización, con énfasis en su influencia en la alimentación, la adaptación ecológica y la economía colonial, es crucial.