Resumen

La escritura de ficción es un recurso reflexivo para la atestación del sí; esta última es un saberse en el camino del ser verdadero llamado a la actuación ética responsable. A partir de una precomprensión del mundo de la acción humana, mediado por el esquematismo narrativo desplegado en la construcción de una trama, el relato de una vida se vuelve inteligible no solo en términos de memoria o reconstrucción histórica, también como manera de ser o de invención de mundos posibles lo que permite una serie de variaciones imaginativas del ego que constituyen un acceso privilegiado al sí desde el quiasmo entre el análisis y la reflexión. En el siguiente trabajo se analiza la hermenéutica reflexiva de Paul Ricoeur para constatar cómo el papel heurístico de la escritura de relatos de ficción, como producto de lo imaginario, permite la configuración de un sí mismo por mediación del lenguaje. A pesar del énfasis que el autor francés coloca en la actividad lectora, dado su rol mediador entre el mundo proyectado por el texto y la vida, en su hermenéutica del sí y en su teoría narrativa encontramos la posibilidad de extender algunos conceptos clave de esta hermenéutica a la actividad escrituraria como mediación entre el mundo de la acción y el mundo del texto. Lo que permite analizar el papel de lo imaginario en la configuración del sí a través de la escritura de relatos de ficción.