Introducción
Las actividades de vacunación e inmunización en la República Dominicana se han venido desarrollando desde la década de los 50, pero es a partir del 1978 cuando se inician acciones que favorecieron el establecimiento del programa de vacunaciones, con el propósito de alcanzar coberturas inmunitarias en menores de un año y en mujeres en edad fértil1.
En 1974 la Organización Mundial de la Salud (OMS) propuso el programa ampliado de inmunizaciones, siendo asumido por la Oficina Panamericana de la Salud (OPS) para las Américas en 1977. A finales de 1979 e inicios de 1980 se consolida el Programa Ampliado de Inmunización (PAI) como programa nacional en República Dominicana2.
Las inmunizaciones conjugan una de las medidas más costo-efectiva y costo-eficiente en las estrategias para reducción de morbilidad y mortalidad de la población infantil. Un aspecto importante lo constituye el nivel de conocimientos, actitudes y prácticas del personal responsable de aplicar las vacunas. Es por eso que sentimos la inquietud de determinar el conocimiento, las actitudes y las prácticas sobre la vacunación e inmunización en el personal de los puestos de vacunas3 .
Con la vacunación se intenta originar una respuesta inmune protectora de larga duración. El sistema inmunológico es el encargado de distinguir entre lo propio y lo ajeno. La inmunidad puede dividirse en: activa natural, producida por infección; activa artificial, lograda tras vacunación; pasiva natural, obtenida por paso transplacentario de anticuerpos; y pasiva artificial, tras gammaglobulinas4.
Las actitudes, al igual que los valores, parecen ser adquiridos como resultado de la incorporación del individuo a los modos y costumbres de una sociedad. La medición de actitudes constituye un factor de gran importancia; puede determinar el grado de aceptación o rechazo que muestra un individuo con respecto a una persona, un hecho social o un problema surgido a causa del comportamiento humano. Las actitudes pueden medirse por diversos métodos, tales como: escala de actitud, cuestionarios, entrevistas, test proyectivos y observaciones de conductas5.
La primera forma de evaluación o medición de actitudes fue desarrollada por Thurstone (1928). Este método consiste en pedirle al entrevistado que señale el o los reactivos con que está de acuerdo y deben rechazarse tanto los reactivos más extremistas como los menos extremistas.
La escala Likert, representa el método más utilizado en la elaboración de instrumentos confiables de medición de actitudes6.
Material y métodos
Es un estudio de tipo descriptivo, de corte transversal. Se enmarca dentro de los estudios CAP (conocimientos, actitudes y prácticas), que se utilizan para identificar situaciones antes y después de la intervención o reestructuración de un programa o un servicio; realizado en el periodo enero- diciembre 2010. Nuestro universo fue de 415 integrantes de puestos fijos de vacunación, según el PAI, del que se obtuvo una muestra de 257 miembros de los puestos fijos de vacunación (62 % del universo). Nos auxiliamos de un cuestionario en el cual se incluyeron las variables de interés, acorde a lo planteado en los objetivos. La escala de actitudes que se utilizó fue la escala de Likert6. Como criterio de inclusión debían ser personal fijo en el puesto y se excluía el personal que no tuviera labores activas durante la investigación. La información se analizó utilizando el programa estadístico Epi-Info 2007.
Resultados
Cuadro 1. Conocimientos sobre inmunización, vacunación y contraindicaciones de vacunas en el personal de los puestos de vacunas en Santo Domingo y el Distrito Nacional, República Dominicana, enero-dici embre 2010.
El 61.1 % de los entrevistados contestó que la inmunización no es lo mismo que vacunación. 99.2 % contestó afirmativamente, que las vacunas crean mecanismos de protección contra virus y bacterias.
Cuando se les preguntó si los niños pueden vacunarse, aunque tengan gripe, diarrea o fiebre, un 96.1 % contestó que sí.
Cuadro 2. Conocimientos sobre esquemas de vacunación, intervalos y aplicación de vacunas en el personal de los puestos de vacunas en Santo Domingo y el Distrito Nacional, República Dominicana, enero-dici embre 2010.
De los entrevistados, 92.6 % considera ante la interrupción del esquema de vacuna que el mismo se debe continuar. 5.8 % asegura no deben aplicarse diferentes vacunas en una sesión, mientras el resto lo afirma. 40.1 % refiere no es necesario un intervalo mínimo de cuatro semanas entre vacunas. En la interrogante de si da masajes en el sitio de aplicación de la vacuna un 94.2 % contestó que no y un 5.8 % contestó que sí.
Cuadro 3. Conocimientos sobre medidas de conservación de vacunas, vías de administración y manejo de vacunas en el personal de los puestos de vacunas en Santo Domingo y el Distrito Nacional, República Dominicana, enero-diciembre 2010.
Respecto a las medidas de conservación, 99.6 % afirma que las vacunas deben conservarse a temperatura de +2 a +8 grados Celsius. Las vacunas deben protegerse de luz solar afirmó el 97.7 %. 59 % niega que la BCG se aplique por vía subcutánea.
97.7 % asevera la pentavalente protege contra cinco enfermedades. En las embarazadas la dT está indicada para prevenir la difteria y el tétanos en la madre y el tétano neonatal en su niño, el 99.6 % refirió que sí.
Cuadro 4. Actitudes sobre técnicas de aplicación de vacunas en el personal de los puestos de vacunación en Santo Domingo y el Distrito Nacional, República Dominicana, enero-diciembre 2010.
Para conocer sobre la afirmación sobre si dar masajes es una acción a realizar después de aplicar cualquier vacuna, 198 estuvo en desacuerdo. Del registro de la vacuna, 250 estuvo de acuerdo.
De los entrevistados, 246 personas utilizaron cajas de bioseguridad. Al observar sobre si el personal tapaba nuevamente la jeringuilla usada, 69 lo hacía.
Discusión
El personal de los puestos de vacunación tiene conocimientos adecuados sobre inmunización y vacunación; más del 90 % confirmó que las vacunas evitan enfermedades; que pueden vacunarse aunque tengan gripe, fiebre o diarrea; que se debe continuar esquema de vacunación y no reiniciarlo cuando se interrumpe; que en una sesión pueden aplicarse diferente vacunas; que las vacunas del PAI deben conservarse de +2 a +8 o C; y que la vacuna pentavalente está indicada para proteger contra 5 enfermedades7,8,9,10,11.
Con relación a las actitudes, más del 90 % tienen actitudes favorables. Le preocupan las oportunidades que se pierden al no vacunar; en un esquema interrumpido continuaban con la dosis donde se interrumpió; afirman que un niño desnutrido puede ser vacunado; otorgan importancia de llevar al niño a vacunar cada vez que tenga cita; informar sobre reacciones después de vacunas y orientar sobre lavarse las manos. Resultados que coinciden con el estudio realizado por la Oficina Panamericana de la Salud (OPS) y Tuells J. et al., donde la mayor parte de los entrevistados tenían actitudes favorables sobre la vacunación13,14.
La actitud menos favorable fue la afirmación que dar masaje es una acción a realizar después de aplicar cualquier vacuna, en la cual el 78 % estuvo en desacuerdo. Estando de acuerdo en dar masajes el 20 % de los entrevistados; en cambio, en el estudio de la Oficina Panamericana de la Salud, la actitud más desfavorable fue el temor a los efectos adversos a la vacuna.13
En cuanto a las prácticas, se observó que en más de un 90 % el personal de vacuna utiliza cajas de bioseguridad en el puesto y la nevera del puesto era exclusiva para vacunas; los termómetros de la nevera estaban funcionando adecuadamente en un 84 % de los puestos; al observar el personal, tapa nuevamente la jeringuilla usada en el 73 % de los casos.15
Conclusiones
El personal de los puestos de vacunación tiene conocimientos adecuados sobre la inmunización y vacunación con más del 90 % de actitudes favorables en los principales aspectos. Más del 90 % del personal de vacuna lleva a cabo las normas del programa ampliado de inmunizaciones (PAI). La actitud menos favorable fue la afirmación que dar masaje es una acción a realizar después de aplicar cualquier vacuna, en la cual el 78 % estuvo en desacuerdo.
Recomendaciones
- Mantener e implementar una supervisión de capacitación o con sentido de asesoría técnica, con la cual puedan permanecer y mejorarse aspectos conducentes a que las prácticas del personal, que trabaja en los puestos de vacunación, se correspondan de manera significativa con el nivel de conocimientos adecuados y actitudes favorables.
- Priorizar políticas públicas de salud que apoyen la promoción y prevención de la salud.
- Capacitaciones sistemáticas a los miembros del personal de los puestos de vacunas.
- Estudio a nivel nacional, para establecer pautas a partir de los datos obtenidos, que se conviertan en un eficaz instrumento de gestión.
Referencias Bibliográficas
- Guerrero E. Desarrollo, situación actual y perspectivas del programa ampliado de inmunizaciones en República Dominicana, Santo Domingo D.N.; 1986.
- Organización Mundial de la Salud: UNICEF, Atención Primaria en Salud. Declaración de Alma Ata; Kazajistán: Serie salud para todos. No. 1; 1978.
- Secretaría de Estado de Salud Pública y Asistencia Social. Programa ampliado de Inmunización, Manual de operación, (6ta ed.). Santo Domingo, D.N; 1995.
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- Cook W, Selltiz C. A multiple indicator approach to attitude measurement. Psychological Bulletin. Jul 1964;62(1): 36-55.
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- Gortary E, et al. Metodología de la investigación en salud. Santo Domingo: Impresos Calidad S.A; 1982.
- Sabino C. El proceso de la investigación. Buenos Aires: El Cid Editor; 1980.
- Secretaría de Estado de Salud Pública y Asistencia Social. Programa Ampliado de Inmunización, Módulo de capacitación sobre las normas del PAI, República Dominicana; 2004.
- Secretaría de Estado de Salud Pública y Asistencia Social. Programa Ampliado de Inmunizaciones, Módulo de capacitación del PAI, con énfasis en la vacuna pentavalente. República Dominicana; 2001.
- Secretaría de Estado de Salud Pública. Programa Ampliado de Inmunización. Manual de procedimientos técnicos sobre las Normas del PAI.2009. (3ra ed.). Santo Domingo, República Dominicana.
- Organización Panamericana de la Salud. Evaluación de oportunidades perdidas para vacunación en menores de 5 años de edad y trabajadores de salud en la República Dominicana. Santo Domingo; 2012.
- Tuells J. et al. Conocimientos y actitudes hacia la inmunización en profesionales sanitarios de atención primaria. Vacunas. 2006;10(3): 78-84ed.
- Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID). Acciones esenciales en inmunización. Una guía práctica de campo. (Edición en español). Washington, DC; 2007.