Ciencia y Sociedad, Vol. 32, No. 4 Octubre-Diciembre 2007: p.522-55, • ISSN: 0378-7680 (impresa) • ISSN: 2613-8751 (en línea) • Sitio web: https://revistas.intec.edu.do/

LA Investigación SOCIAL Y LA ACCIÓN COMUNITARIA EN LA ERA GLOBAL: EXPERIENCIAS Y RELATOS

DOI: http://dx.doi.org/10.22206/cys.2007.v32i4.pp522-55

 ** Ciencias Sociales, INTEC Email:  sociales@mail.intec.edu.do 

Recibido: Aprobado:

INTEC Jurnals - Open Access

Cómo citar: Weyland, K. (2007). La investigación social y la acción comunitaria en la era global : experiencias y relatos. Ciencia y Sociedad,32(4), 522-55. doi: https://doi.org/10.22206/cys.2007.v32i4.pp522-55

Resumen

En base a las investigaciónes realizadas por profesores del Área de Ciencias Sociales de la Universidad del INTEC en los últimos diez años, este ensayo aborda los debates más recientes sobre la construcción del conocimiento científico-social desde una perspectiva de género, de la investigación-acción y el aprendizaje en base al servicio comunitario el cual ubicamos dentro del paradigma del desarrollo humano. A través de un análisis metodológico, científico y pedagógico, nuestra meta es teorizar sobre los elementos conceptuales y prácticos de la simbiosis entre el servicio comunitario y la investigación social. Esta dirigido a profesores y estudiantes con el objetivo de orientarlos-as en futuros trabajos de investigación y colaboración comunitaria y promover la adopción o el rescate de una política comunitaria en la Universidad del INTEC, República Dominicana, así como en otras universidades caribeñas-latinoamericanas que guíe este tipo de trabajo académico, pedagógico y científico hacia un modelo pedagógico propio.


Palabras clave:

Investigación social, investigación-acción participativa, perspectiva de genero, política comunitaria-academica, construccion del conocimiento.

Abstract

Based on research from the past ten years performed by various professors from the Social Sciences Area at the University of INTEC, this essay explores the most recent debates on the construction of social scientific knowledge from a gender and participatory action research perspective, addressing as well the idea of service learning which we place under the human development paradigm. Through a methodological, scientific and pedagogic analysis, our goal is to theorize about the conceptual and practical elements of the symbiosis between service learning and social research. It is addressed to professors and students with the aim to guide them in future research and community collaborative projects as well as promote the adoption, or the rescue, of a community policy at INTEC University in the Dominican Republic, as well as in other Caribbean and Latin American universities that could guide this type of academic, pedagogic, and scientific work towards our own pedagogical model.


Keywords:

Social research, participatory-action research, gender perspective, community-university politics, knowledge construction.

“Prescindir de la esperanza que se funda no solo en la verdad sino en la calidad ética de la lucha es negarle uno se sus soportes fundamentales…En cuanto necesidad ontológica la esperanza necesita de la practica para volverse historia concreta” (Paulo Freire 2005: 8).

Introducción

Los últimos debates sobre la construcción del conocimiento científico-social, principalmente los aportes epistemológicos del pensamiento feminista (Bleir 1987, Harding 1987, Keller 1991, Longino 1990) y la integración del servicio comunitario al currículo universitario y la investigación social (Boyer 1994, Harkavy y Puckett 1995, Hesser 1995, Lieberman y Connolly 1992, Parker-Gwin 1995) nos han ayudado a darle un enfoque crítico a la visión “burguesa”, “masculina” y “blanca” que hemos heredado de la ideología positivista dominante que hace llamar “Ciencia” a una serie de enunciados y razonamientos basados en la observación neutral, la experiencia inmediata, y la verificabilidad de los datos. Además de introducir cambios a la manera tradicional de la enseñanza universitaria y al status quo que muchas veces guía las ideologías de nuestras instituciones académicas, estos nuevos y emergentes paradigmas nos abren la puerta a nuevas maneras de abordar la investigación social y revisar el rol del investigador o investigadora tanto hacia al interior como hacia el exterior de su “torre de marfil”. La vieja pregunta de Robert Lynd, “Conocimiento para qué?” que guió la investigación cualitativa por generaciones y moldeó el origen de la sociología americana a través de la Escuela de Chicago, todavía sigue resonando entre investigadores-as, guiándonos hacia una simbiosis de conocimiento entre el “grupo social” o la “comunidad” como objeto de estudio y nuestra presencia en el ámbito comunitario. A su vez esta simbiosis nos lleva a una introspección en el mundo académico, una tarea nada fácil de manejar, el navegar entre dos mundos, el académico y el comunitario, cuyas prácticas, metodologías e ideologías son muchas veces difíciles de alienar, por motivos que analizaremos más adelante. Como dice Fernando Mires en el libro Crítica de la razón científica:

Liberar a la ciencia de la religión fue tarea que cumplieron nuestros antepasados de la Ilustración. Liberar a la ciencia de la ideología es una tarea que corresponde a quiénes hacen ciencia, o escriben sobre la ciencia. Tarea tanto o más difícil si se tiene en cuenta que las ideologías se incrustan en el interior de las propias instituciones científicas (Mires 2002: 95-96).

Tomando como punto de partida las investigaciónes que se han realizado en el Área de Ciencias Sociales de la Universidad del INTEC, República Dominicana, en los últimos diez años, es decir desde el interior de las “propias instituciones científicas”, propongo revisar en este ensayo la relación entre la práctica, la ideología y la metodología que guía la simbiosis de la enseñanza, el servicio comunitario y la investigación social desde una perspectiva de género y del desarrollo comunitario, una combinación de perspectivas, conceptos y metodologías que hoy día conforman lo que llamaremos de aquí en adelante la síntesis del feminismo o teoría de investigación feminista y “la investigación‐acción”. Según la teórica feminista dominicana Lusitania Martinez, la teoría feminista “quiere decir que el estudio de la situación de la mujer en la sociedad cuenta con un método de análisis y que las categorías o conceptos básicos vinculados a dicha teoría tienen ya el “status” de ciencia” (1991: 3). “Es también una estrategia para la transformación de las relaciones sociales de producción y reproducción que forman parte del ser social de la mujer y que son opresivas para ella (1991: 3).” Esta perspectiva se integra a la definición de Peter Park de la investigación-acción siguiendo con las ideas de educación popular de Paulo Freire las cuales en Latino América fueron llevadas al campo de la investigación científica por el colombiano Orlando Fals Borda. Meter Park define a la acción-investigación como el método asociado con la psicología social comunitaria y el ideal de un aprendizaje orientado a fines determinados, basado en la “experiencia” y la “transformación” (Paulo Freire 1976, Peter Park 1990), y que en el caso dominicano, está íntimamente ligado al sector académico-investigativo y a la sociedad civil. Por lo tanto, ambas corrientes de pensamiento se contraponen a la ideología dominante de la investigación y sociología tradicional basada puramente en la razón y nos inspiran a revisar la ciencia más allá de los discursos científicos. Nuestro objetivo además es promover el desarrollo de un “modelo pedagógico propio” caribeño-latinoamericano, comenzando por la implementación de una política comunitaria en el INTEC, rescatando su misión original de volcarse a lo social, la cual continúe complementando la vocación del INTEC al servicio público1 a través de una reflexión seria del conocimiento científico y su aplicabilidad al mundo en que vivimos.

Visto el conocimiento científico dentro del campo de las ciencias sociales como un fenómeno socio‐histórico cultural que influye en todos los ámbitos de nuestra sociedad, se hace simplemente necesaria una revisión de la Ciencia en un mundo cada vez más integrado globalmente por sus nuevos descubrimientos tecnológicos donde sin embargo continúa existiendo la pobreza, la contaminación, la violencia, las ideologías políticas, y la discriminación racial y de género. Partiendo entonces desde una base de justicia global, los grupos feministas sostienen que es necesario reestructurar los saberes que edifican las disciplinas ya que es sabido que investigaciónes científicas en los campos de la biología, sociología y psicología han demostrado una tendencia a legimitizar el sistema patriarcal dominante, es decir han producido conocimientos sexistas y discriminatorios hacia la mujer y han promovido el concepto de inferioridad de la mujer. Afirmando su contribución teórica y práctica a las diferentes disciplinas y estudios de área, las feministas han utilizado estas mismas premisas a otros grupos minoritarios en situaciones similares a la de la mujer. Como resultado, a partir de los sesenta se ha incorporado una metodología desde una perspectiva feminista que además de combatir la opresión en los discursos científicos, intenta acercarse a la realidad de las mujeres y otros grupos minoritarios, su cotidianidad y su subjetividad. La investigadora cubana, Marta Núñez, nos revela una serie de proposiciones metodológicas que no solo son similares a los postulados que veremos más adelante de la investigación-acción, sino que también estos elementos se constituyen en una práctica feminista en la investigación social o, más moderadamente contribuyen a la investigación social desde una perspectiva de genero. Para ambos fines, Marta Núñez escribe: 1) hay que estudiar lo cotidiano como un elemento clave para entender lo macrosocial, 2) la realidad hay que entenderla en su riquísima diversidad, 3) no aceptar como válidas las respuestas de las personas estudiadas sin contextualizarlas sociológica mente, 4) es preciso acercarse a las realidades de las mujeres tal y como ellas son, y evitar imponerles nuestras ideologías, incluida la de genero, 5) el investigador debe hurgar en su subjetividad como investigador, 6) quien investiga tiene que “controlar” las relaciones de poder entre el y las personas investigadas,, 7) es preciso incorporar la historicidad al proceso de estudio, en el sentido que lo estudiado tiene explicaciones también en la historia, y que el presente tiene su futuro, y 8) cualquier científico social que analice su realidad tiene que hacerlo obligadamente con un enfoque de género (Núñez 1998).

Como investigadora en varias comunidades de República Dominicana, entre ellas Mata de Los Indios y Palavé, he visto como la mujer asume un papel principal en su comunidad, sin embargo es la más afectada en cuanto examinamos niveles de pobreza, educación, salud y vivienda, y por lo tanto, interpretamos estos resultados como falta de protagonismo en el ámbito femenino comunitario, ignorando la agencia que el individuo puede tener en la construcción de su realidad. Asimismo nos pasa cuando estudiamos comunidades negras, nos situamos fuera de estas y juzgamos su nivel de capacitación a través de la medición del conocimiento instrumental cuando son otras las tradiciones que guían la conciencia política e identitaria de estas comunidades2. Desde la teoría feminista de investigación y la investigación‐acción sin embargo podemos remediar estas ausencias metodologicas y diferencias conceptuales ya que, siendo estas corrientes las “más radicales del servicio comunitario” 3 nos ofrecen otras alternativas. Por un lado, la investigación-acción y el servicio comunitario se prestan a un entendimiento más amplio y profundo de la realidad social además que también pueden llevar soluciones o cambios positivos a la comunidad bajo estudio. Por el otro lado, la teoría feminista de investigación exige que los-as investigadores se sitúen en el contexto histórico y en la cotidianidad, convirtiendo al “objeto de estudio” en “sujeto” a la vez. 

Sin embargo, muchas veces nos preguntamos si este tipo metodología investigativa es reconocida por la academia, principalmente la investigación-acción, y este cuestionamiento puede reducirse a simplemente una pregunta, es decir, ¿nos provee la investigación-acción de información puramente conceptual para el diálogo continuo entre nosotros, los-as sociólogos-as? Y en la respuesta precisamente se encuentra el reto de incorporar la investigación-acción a nuestras metodologías, ya que estas combinadas con una buena organización y guía pedagógica, pueden ofrecer innumerables ventajas al proceso dialógico, no solo entre nosotros-as mismos-as sino también con nuestros-as estudiantes. Al lograr de entender y conocer la realidad de forma directa además de interactuar con los-as sujetos bajo estudio, los-as estudiantes pueden hasta en algunos casos elaborar la investigación “con” la comunidad, en vez de “en” la comunidad.

De cierta manera, los-as estudiantes adquieren las habilidades para convertirse en agentes de cambio durante un proceso de empoderamiento que empieza por ellos mismos-as hacerse responsable de su propia educación, y al mismo tiempo conscientizarse a favor del cambio de otros-as que tienen menos recursos que ellos-as, así lo indica Sam Marullo en los siete beneficios del servicio comunitario: 1) entendimiento conceptual y teórico, 2) desarrollo de habilidades cognitivas, 3) educación en valores, 4) ciudadanía, 5) diversidad, 6) servicio, y 7) conscientizacion para el cambio social (Marullo 1999).

Desde el punto de vista académico y pedagógico, el tener acceso directo con la sociedad es una ventaja tanto para el estudiantado como para el investigador o la investigadora. Es más, por lo general el tipo de organizaciones donde los-as estudiantes hacen servicio comunitario les da acceso a personas que socialmente y económicamente están en desventaja, y los-as estudiantes son participes de los proyectos de estas organizaciones que trabajan para abordar estas desventajas. Por eso es tan importante tener cuidado al seleccionar el tipo de organizaciones donde nuestros-as estudiantes hacen servicio comunitario o investigaciónes de acción comunitaria y asegurarnos que realmente se dedican al cambio social, ya que queremos evitar que ellos-as se identifiquen ciegamente con la política de la institución o con los-as empleados-as que tienen poder y privilegio sobre el grupo en desventaja. Precisamente, el servicio comunitario pone de relieve el estatus social y la posición de privilegio de los-as estudiantes, que se da por sentado en el diario vivir, desarrollándose en el estudiantado una sensibilidad hacia el estigma y la clase social, además de ver y entender estas diferencias, ahora pueden reflexionar y teorizar mejor sobre los conceptos y teorías sociológicas que las abordan, contribuyendo al dialogo académico. Por otro lado, a través de la interacción simbólica ellos-as desarrollan un ojo crítico y analítico de la realidad en que viven, ya que por lo general deben asumir un rol en las organizaciones donde hacen servicio comunitario o con los grupos sociales que componen las comunidades bajo estudio, experimentando de forma directa como las relaciones de poder están inscritas en las instituciones sociales que observan e investigan4.

También debemos tener cuidado, como nos previene Kerry Strand, que la experiencia personal del estudiantado no sea la unica fuente de información ya que ésta a veces no es la más viable o válida para comprender el mundo (Strand en Ostrow1999). Y aquí yace la diferencia fundamental entre una pasantia y el servicio comunitario como parte integral del currículo, es decir moverse de la adquisición de capacidades ocupacionales a otras para traer un cambio positivo a la comunidad, el cual está informado por teorías y conceptos, además de diferentes recursos pedagógicos que acompañan el servicio comunitario, y que todo profesor‐a comprometido‐a debe manejar, o como diría también Sam Marullo, pasar de marco pedagógico y académico de “caridad intelectual” a uno de “justicia social” (Marullo en Ostrow, 11). Siguiendo con la integración de lo conceptual a lo comunitario, Kerry Strand nos dice que hay que  estar alerta a los roles de género en el voluntariado, ya que mayormente estos roles recaen en las mujeres siguiendo con la idea tradicional filantrópica de asumir el voluntariado como una extensión del rol de la mujer de “caretaker”—trabajo sin paga que le corresponde a la mujer la cual asume como su rol en sociedad el cuidado de la familia, los-as niños y las personas en desventaja en general. Desde el punto de vista pedagógico, también es importante la forma en que se estructura el curso, dejando espacio para la reflexión y discusión en clase, e introducir tópicos, lecturas, diarios, y ejercicios escritos que ayuden a los-as estudiantes a pensar de forma crítica y analítica sobre su servicio comunitario, y cómo relacionar los conceptos con las perspectivas teóricas del curso. Complementando esta idea, Sam Marullo también opina que el servicio comunitario puede ser a la vez “un vehículo para integrar el pensamiento crítico con la teoría social”, y una excelente base para asumir un compromiso personal hacia temas y problemas sociales”, ubicando la investigación-acción y la investigación feminista dentro del paradigma del desarrollo humano. Al asumir este compromiso, los-as estudiantes pueden desarrollar disposiciones para usar “sus vidas, sus conocimientos, y sus valores, para construir una mejor comunidad” (Marullo en Ostrow, 7). Contrario a un abordaje sociológico tradicional, un acercamiento personal no le resta objetividad al estudio porque, como hemos aprendido de las feministas, es difícil aislar los valores y las creencias a la hora de hacer una investigación, sin embargo, como ya nos previno Kerry Strand, podemos enseñarles a los-as estudiantes que sus interpretaciones son valiosas pero no las únicas o las más validas u objetivas por su acercamiento a la realidad.

Por ejemplo, el trabajo de Donna Haraway demuestra un intento de reformular nociones tradicionales como la objetividad para “adecuarlas a la renovación epistemológica en el estudio feminista de la ciencia” (Lina Torres 2004:92). Para Haraway objetividad feminista significa conocimiento situado, es decir el contexto en el que se construye el conocimiento y la relación entre objeto y sujeto pasan a tomar gran importancia en cualquier investigación ya sea la mujer la que investiga o mujeres que ayudan en la recolección de los datos, como ya dijimos, sería por ejemplo bajo la metodología de la investigación‐acción participativa. Otras feministas como Ruth Bleir, Sandra Harding, Helen Longino, y Evelyn Fox Keller niegan la objetividad y la neutralidad de la ciencia, asumiendo que la subjetividad del investigador o investigadora y el contexto social de la investigación influyen en los resultados no importa que tanto queramos dejar de lado las creencias y los valores del investigador o la investigadora. Tomando como punto de partida la subjetividad del investigador o investigadora y la subjetividad de las mujeres bajo estudio, la metodología feminista se convierte en “una visión menos perversa y mas progresiva del mundo natural y social” (Magallon 1999 en Lina Torres 2004: 92) ya que de cierta manera obedece las necesidades de las mujeres bajo estudio, eliminando prejuicios y modelos impuestos que separan el bienestar de la sociedad del desarrollo de las mujeres. Bajo una metodología de investigación feminista y de investigación‐acción, “desarrollo” y “bienestar” se miden y edifican, no se contraponen, reduciendo cuando sea necesario el sufrimiento y la discriminación hacia la mujer. La subjetividad se convierte automáticamente en la objetividad del estudio, y la meta de cambio social revierte de validez y utilidad al estudio.

Por último, siguiendo con los beneficios mencionados por Sam Marullo, principalmente ciudadanía, una educación en valores, diversidad, y servicio, vemos que podemos ubicar la investigación feminista y la investigación‐acción dentro de los últimos debates en el ámbito político y económico concerniente a las teorías de modernización y desarrollo comunitario, principalmente en el área del Caribe y Latino América. Es precisamente desde una visión tercermundista que el concepto del “progreso” ha sido uno de los mayores propulsores de la investigación social, tomando como ejemplo el trabajo de la CEPAL en las décadas de los sesenta y setenta. Sin embargo, durante la década de los noventa, en base a las ideas del premio Nóbel economista, Amartya Sen, surge otro modelo de desarrollo para Latino América y el Caribe, el modelo del “desarrollo humano” que visto desde el punto de vista epistemológico se convierte en uno de los nuevos paradigmas que cuestiona la rigidez, el binarismo y sentido de totalidad que conformaron el paradigma dominante positivista de donde surge la Ciencia y el método científico en el siglo XVI y que luego influye en el origen de las Ciencias Sociales en el siglo XIX. En el reporte sobre desarrollo humano del 2005, la Oficina de Desarrollo Humano de las Naciones Unidas en República Dominicana, definió el desarrollo humano como “el proceso que expande las opciones de la gente y fortalece su capacidad para ser y actuar en su máxima potencialidad. El objetivo es tratar y determinar cómo y con qué recursos la calidad de vida puede mejorar y cómo se puede reducir la escasez sufrida por individuos” (PNUD 2005:12, mi traducción). Visto el desarrollo como “la expansión de la verdadera libertad que el individuo dispone”, según las ideas de Amartya Sen, este nuevo paradigma nos abre las puertas para incluir la investigación feminista y la investigación‐acción, las cuales aquí se unen para lograr una simbiosis investigativa, pedagógica y teórica a la vez.

Nota Metodológica:

Siguiendo con los debates mencionados anteriormente, para esta investigación se analizaron los proyectos de investigación social más cercanos a la acción comunitaria realizados por profesores del Área Social del INTEC y se aplicó un cuestionario a estudiantes de estos profesores. Ambas muestras se eligieron de forma selectiva de acuerdo al tipo de investigación y a los cursos impartidos por los‐as profesores‐as. El estudio se compuso de dos etapas: 1) una primera etapa que consistió en la revisión de la literatura existente no sólo desde una perspectiva de cooperación universitaria-comunitaria sino también desde una mirada de género ya que creemos que la perspectiva feminista ha sido una de las más críticas del método científico, abriendo paso a la aplicación de nuevas ideologías y metodologías y 2) una segunda etapa para identificar y recolectar información sobre proyectos de investigación‐acción participativa realizados por los y las profesores y estudiantes del INTEC y para contactar a las personas de la comunidad que hayan participado en dichas investigaciónes como participantes de talleres, encuestadores, colaboradores o facilitadores del proceso de construcción del conocimiento. En esta segunda etapa se realizaron cuatro entrevistas a profundidad con profesores del Área que habían participado en proyectos de investigación y acción comunitaria, dos personas de la comunidad quienes participaron en estos proyectos y fueron referidos por los‐as profesores, y un cuestionario que se aplicó a 50 estudiantes cuyos profesores formaron parte de la primera muestra. Además, forman parte de este muestreo aquellos estudiantes que tomaron clase conmigo durante un proyecto de investigación‐acción participativa en la comunidad Mata de Los Indios y Palavé bajo mi supervisión, el cual estaré utilizando también como referencia para el análisis de esta investigación. La muestra de estudiantes resultó ser de 25 mujeres y 25 varones, entre las edades de 16 y 25, de losas cuales 22 estudiantes son de la carrera de medicina, 8 estudiantes de administración, 8 estudiantes de economía, 4 estudiantes de psicología, 3 estudiantes de contabilidad, 2 estudiantes de mercadeo, y 3 estudiantes de ingeniería. Más de la mitad de estudiantes (33) había participado en una investigación que tuviera algún componente comunitario y haya recibido crédito por su trabajo en materias tan diversas como Ser Humano y Sociedad, Técnicas de la Investigación Social, Desarrollo Infantil, Antropología Cultural, Antropología Social y Procesos Socio‐históricos Dominicanos del Área de Ciencias Sociales, y Diagnósticos Clínicos, Biología, Frecuencia de Tirodictomías, Ser Humano y Naturaleza del Área de Ciencias Medicas y Ciencias Básicas y del Medio Ambiente en lugares tan diversos como comunidades marginadas, hospitales y asilos públicos, y comunidades dominico-haitianas, en proyectos tan diversos como BioIntec (trastornos neurológicos, pacientes diabéticos, trauma cráneo‐encefálico, y gastroenterología), el impacto del reggaeton en los jóvenes, cómo influye el nivel de educación y pobreza en el medio ambiente y la contaminación, características demográficas y geográficas de pacientes diabéticos, trastorno por déficit de atención con hiperactividad en colegios, forma de vida de los barrios—su composición social y demográfica, brujería, cultura y antihaitianismo en Palave y Azua, diversidad laboral, relaciones dominico‐haitianos en el Batey de Palave, y el racismo.

Las técnicas que se utilizaron en esta investigación son la entrevista a profundidad y el cuestionario de preguntas abiertas y cerradas, recurriendo a lo que Miguel Valles llama la “complementariedad metodológica”, esperando obtener un análisis tanto cuantitativo como cualitativo, sin embargo como se verá más adelante, la tradición cualitativa prevaleció durante la mayor parte de la investigación, particularmente en la presentación de los resultados. Los tres grupos componen una muestra no probabilística, es decir, seleccionados según los criterios de la investigadora, y el método conocido como “snow ball” o bola de nieve, es decir por recomendación de los propios entrevistados-as quienes iban incrementando la muestra a medida que transcurría la investigación. 

Se tomó en cuenta el compromiso ético que ca da profesor tenía con la comunidad donde había realizado su investigación, y por lo tanto se adaptó esta investigación a los formatos que ellos-as habían utilizado, predominando la entrevista a profundidad y el respeto por la confianza desarrollada durante la labor investigativa‐comunitaria. Como dice Peter Park cuando describe la investigación-acción comunitaria, “la confianza en este caso se coloca en los procedimientos formales, estandarizados, para la adquisición de los datos, y más en la dimensión intersubjetiva de la interacción entre quién pregunta y responde,” una cualidad que también hemos visto pertenece al marco teórico de la interacción simbólica (Park, 1990:160). El desarrollo de la confianza para ganar acceso y coleccionar los datos ha sido un tema de gran debate dentro de la tradición cualitativa, y muchos investigadores llegaban a utilizar la “confianza” como criterio alternativo en la medicion de objetividad y validez del estudio. El tema de la validez en la acción‐investigación participativa se remedia cuando entendemos que existen otros tipos de conocimientos, además del conocimiento instrumental por el cual se aplican los enunciados positivistas epistemológicos de la ciencia. También hay conocimientos interactivos y críticos utilizados en la investigación‐acción participativa que tienen sus propios criterios de validez, en forma tal que un tipo de conocimiento no puede ser juzgado en términos de los estándares de validez de otro como ha expresado Jurgen Habermas en La Teoría de la Comunicación. Según Habermas y Park, el conocimiento crítico se valida a sí mismo al ser un vehículo de transformación mediante la superación de obstáculos a la emancipación interna y con respecto al mundo exterior, por lo tanto, es tan importante reflejar la perspectiva del investigador o investigadora como de la comunidad, y el proceso dialógico entre ambos para llegar a la validez del estudio, además de los resultados tangibles que esta nueva metodología ha traído a las comunidades locales y a la comunidad Inteciana en el área de la enseñanza y la investigación como referencia para futuras investigaciónes y proyectos de colaboración académica‐comunitaria. 

Debido a que, por razones de espacio, sería impráctico el análisis de cinco investigaciónes en este ensayo, y el impacto que éstas tuvieron en la comunidad y en el estudiantado, he seleccionado las partes que me parecieron importantes rescatar de las entrevistas y cuestionarios referente a los siguientes tres enunciados: 1) la investigación feminista y la investigación‐acción participativa contribuyen a la producción de un conocimiento horizontal, continua, y multisectorial, 2) la investigación feminista y la investigación‐acción participativa aumentan el civismo y la responsabilidad social en el estudiantado y mejoran el proceso pedagógico, particularmente en el desarrollo de la experiencia directa durante el proceso investigativo y la facilitación del conocimiento tanto en el ámbito comunitario como en el salón de clases, y 3) la investigación‐acción participativa aporta al desarrollo comunitario donde se lleva a cabo la investigación, contribuyendo al cambio social ya sea en la forma de soluciones a problemas específicos y necesidades comunitarias o a cambios positivos para la comunidad o los grupos sociales en cuestión. Por ultimo, cabe mencionar algunos aspectos de las investigaciónes realizadas por los‐as profesores‐as: 1) la educación, el medio ambiente, la cultura y el estudio de las relaciones domínico‐haitianas en la comunidad de Palavé, 2) la resistencia cultural e identitaria en la comunidad de Mata de Los Indios, Villa Mella a través del arte, 3) la diversidad en el currículo escolar, 4) aguas negras y niveles de contaminación en el barrio La Cienaga, y 5) la tradición oral en los Haiteses.

Análisis de los Resultados:

1) Ventajas de la investigación feminista y la investigación‐acción participativa para la producción del conocimiento horizontal, continuo y multisectorial: “un baño de pueblo para los‐as estudiantes”.

Como decíamos anteriormente, no cabe duda que las ciencias sociales surgieron para mejorar el bienestar de la sociedad en una época cuando la sociedad se enfrentaba a muchos cambios y problemas sociales tales como el aumento demográfico, las enfermedades, el costo de la industrialización y las primeras fases del capitalismo en el siglo diecinueve. Sin importar los diferentes paradigmas y enfoques metodológicos que informan a las ciencias sociales hoy día, desde el comienzo la ciencia parte de este mismo objetivo sin embargo a través de los siglos la misma profesionalización de las diferentes disciplinas la ha distanciado de su punto de partida. A diferencia de los enfoques tradicionales, la investigación-acción participativa continúa persiguiendo como meta principal el cambio social en su especificidad metodológica e histórica, como reclama la perspectiva feminista, produciendo en el proceso otro tipo de conocimiento, como también dice Peter Park: 

La investigación acción participativa comparte con la ciencia social tradicional el uso de algunos métodos y aun el objetivo de producir conocimientos que beneficien a la humanidad. La ciencia social, al fin y al cabo, nació en el siglo 19 como una ciencia positiva de la sociedad que contribuiría a las mejoras sociales. La investigación acción participativa, sin embargo, se diferencia de la investigación convencional por la especificidad de los objetivos de cambio social que persigue, la utilización y modificación de los métodos investigativos, las clases de conocimiento que produce, y por la manera como relaciona el conocimiento con la acción social. Debido a ello, la investigación acción participativa se aparta radicalmente de la investigación social tradicional en términos tanto metodológicos como epistemológicos (1990:138).

Vista la investigación social desde la investigación-acción, es tal vez el “cómo” y el “por qué” en vez del “para qué” el que nos ha hecho reflexionar sobre la producción del conocimiento, y de cierta manera nos ha alejado o acercado a una meta global de bienestar e igualdad que todavía todos compartimos como investigadores, educadores y en general como especie humana. En el ámbito metodológico, por ejemplo, hemos debatido por décadas cuales paradigmas y estándares de objetividad y validez comprenden las tradiciones cuantitativas y cualitativas sin darnos cuenta que ambas posiciones no son excluyentes y que de hecho se complementan el uno a la otra, rompiendo con sus posiciones opuestas y binarias, y dejando ver la diversidad de paradigmas que guían uno u otro enfoque. Dentro de la tradición cualitativa, por ejemplo, algunos científicos sociales hemos optado por buscar modelos “alternativos” a la investigación social tradicional. 

En República Dominicana, por ejemplo, son varios los‐as profesores que se adhieren a una orientación marxista popular que defiende los intereses del “pueblo” aún desde el ámbito privado, sin embargo así como en el resto de Latino América, las ideologías marxistas y otras de cambio social han ido menguando y ha surgido una tendencia a la modernización y tecnificación del conocimiento. La Universidad del INTEC, una institución privada que fue fundada en la década de los setenta por un grupo de científicos sociales que vieron la necesidad de crear un espacio para darle aplicación al conocimiento, no ha quedado exenta de estas últimas tendencias. Dividida en diferentes áreas, la Universidad del INTEC es conocida por su “excelencia en la calidad académica” destinando el 89 % de gastos de servicios personales al personal académico (profesores, coordinadores, decanos, monitores, y encargados de laboratorios), representando este porcentaje un 50 % del total de gastos de capital5. Además, es conocida por sus modernas facilidades, equipos y mejoras en laboratorios técnicos (que representan el 66 % del presupuesto de gastos de capital e inversiones el cual representa un 10 % del total de gastos), atrayendo un gran número de estudiantes de Medicina, Ingeniería, Mercadeo, Contabilidad y Negocios. Recientemente se abrió en el Área de Ciencias Sociales la carrera de Trabajo Social, que sumada a la de Psicología, son las dos únicas carreras que otorga el Área, sirviendo mayormente a estudiantes de otras carreras profesionales. Este tipo de orientación ha presentado un reto a los‐as profesores del Área de ciencias sociales, principalmente en el área de investigación y enlaces comunitarios, quiénes aportan al proceso pedagógico no solo sus propias “concepciones” sino también sus propios recursos materiales y humanos, como explica uno de los‐as profesores encuestados‐as el cual utiliza el transporte publico y su propio transporte, al igual que el de los‐as estudiantes para movilizarse hacia las comunidades objeto de estudio:

La universidad no tiene una política hacia la comunidad, de integrarse a la comunidad y por tanto todos sus programas carecen de esa orientación. Realmente la orientación que le da la gente hacia la comunidad se la dan los maestros dependiendo de las concepciones de los maestros. Hay maestros que dan una clase y están completamente desvinculados de esa idea de lo social, de lo comunitario. Si bien es cierto que hay muchas materias en torno a lo social, es mucha teoría, la orientación es de carácter ideológico, de base ideológica, no está relacionada con la posibilidad de que tú puedas desarrollar (la materia) en términos comunitarios. Está orientada a un individuo que ve la vida de manera individualizada con muy poco contacto. Entonces en mi materia me estoy esforzando en integrar a los estudiantes a que vean más allá de sus propios substratos de clase y ponerlos en contacto con comunidades pequeñas, con gente con que ellos pueda interactuar. Había un profesor que decía que había que ir a una comunidad y ponerse en contacto, nos decía, “vamos a darle un baño de pueblo a los muchachos” y los montaba en una guagua pública para que hicieran el recorrido de una ruta. En sociología lo hizo muchas veces. Pero eso es bajo la orientación del profesor.

A pesar de que hoy día la colaboración comunitaria recae en la mayoría de los profesores de acuerdo a sus ideologías como investigadores y educadores, a través de sus otras áreas, la Universidad del INTEC desde sus inicios ha promovido la intervención comunitaria y la aplicación del conocimiento. Por ejemplo, la Escuela de Medicina siempre ha tenido una relación colaborativa con la comunidad aledaña al INTEC, una comunidad trabajadora de bajos recursos que se divide en varios barrios y comunidades de clase trabajadora, clase media y media baja. Además de colaborar con la escuela de esta comunidad en diferentes proyectos colaborativos con profesores del área de sociales y de la escuela de medicina, el INTEC tiene una clínica gratuita abierta al público 24 horas. Sin embargo, al ir orientándose la Universidad hacia los nuevos cambios económicos y tecnológicos, el “compromiso social” con el que nace el INTEC en su misión y visión se va perdiendo y la intervención comunitaria pasa a ocupar un lugar secundario a la redistribución de los recursos, teniendo un impacto a su vez en el sistema de enseñanza. Como explica otro de los profesores encuestados: 

Anteriormente los estudiantes de medicina a mitad de carrera tenían que ir a las comunidades a hacer sus pasantías, en comunidades donde el INTEC todavía tiene su compromiso. Después lo han tenido que ir cambiando por presión de las otras carreras, y hemos tenido que ir negociando pero hay que rescatar eso. Uno se va precivilizando y después alguien te tiene que venir a recordarte, “pero mira tú no eres lo que decías, tú no ibas a tener un vínculo” y que por eso existe el Área de sociales, el pensamiento social que debería ser más transversal, y más transversal todavía en las medicinas, en las ingenierías. Nosotros queríamos que pusieran más materias de sociales en todos los pensa (el currículo) pero imagínate, la gente lo que quiere es acortar y disponer cosas más técnicas y por qué poner eso, y qué tanta investigación social. Antes teníamos Investigación Social 1,2, y 3 y la gente decía que estaba perdiendo el tiempo.

Los cambios que han sido “negociados” desde el INTEC para adaptarse a las nuevas demandas del estudiantado de cierta manera han tenido un impacto en el Área de sociales ya que son muchos losas profesores que piensan que sociales ha ido “perdiendo terreno” dentro de las nuevas políticas asumidas por el INTEC. A su vez, estos cambios han desplazado la orientación original del INTEC hacia la investigación social y su compromiso con la comunidad, haciendo más que necesaria una política comunitaria y una nueva mirada a la relación comunitaria tanto desde el INTEC hacia la comunidad como de la comunidad hacia el INTEC. Como expresa otro profesor encuestado: 

En la misma medida que el INTEC se proyecte más a la comunidad estará más cerca, en primer lugar, de que la docencia sea más dinámica, en segundo lugar, estará más cerca de hacer una política de investigaciónes más coherente. Y creo que en tercer lugar tendrá mejores graduados. Sería como pasar de una fase de consumidor de información, de un estudiante consumidor de información, de un estudiante repetitivo a un estudiante creador de información. Y creo que en ese sentido es clave. Incluso es parte de los reclamos que tiene la educación lationoamericana actual, de crear una educación reflexiva no repetitiva, un modelo moderno pedagógico propio.

El asumir un “modelo moderno pedagógico propio” que incluya una metodología feminista y de investigación-acción como elementos principales de una política propia pudiera ser un paso en la revisión de la relación universidad-comunidad y en la afirmación de una colaboración horizontal, continua, y multisectorial. Ibáñez e Iñiguez (1996) han definido la investigación-acción como “la investigación que se produce en un espacio determinado en donde la persona investigada se halla y el sujeto que investiga ejerce un rol de individuo que se inserta en una comunidad. Es un proceso dialógico en el que el diálogo es a la vez una categoría social y epistemológica. El proceso de investigación debe romper la relación de dependencia intelectual y sustituirla por un modelo de relación horizontal con las personas investigadas.” (Citado en Lina Torres, 2001:48). Así como la combinación de enfoques y paradigmas son claves para el desarrollo de una política comunitaria en la Universidad del INTEC, el diálogo, la horizontalidad y la gestión comunitaria también lo son. Tomando en cuenta el contexto histórico y la especificidad subjetiva, a través de la investigación feminista y la metodología de la investigación-acción se puede llegar a una verdadera transformación social a la vez que todos-as son partícipes de la producción del conocimiento. O sea que no se trata de medir sino de construir la realidad social, como dijimos anteriormente dentro del marco de la interacción simbólica. Como dice Peter Park, “es una forma de entregar capacidades investigativas a las gentes pobres y sometidas para que puedan transformar sus vidas por sí mismas” (1990:138). El investigador o la investigadora entonces no sólo investiga sino también facilita el conocimiento a través de talleres, seminarios, y la creación de otros espacios de diálogo donde la comunidad participa y gestiona su propio desarrollo y su inclusión en procesos más amplios que tienen el potencial de convertirse en políticas publicas, o al menos, en estrategias comunitarias que proveen soluciones y cambios positivos. De esta manera, la acción-investigación y la investigación feminista facilitan la dinámica entre conocimiento, desarrollo e identidad donde el factor humano cuenta para comprender, procesar y transformar la información que es documentada y procesada de forma colectiva. Así se trabaja hacia un desarrollo más equitativo con el fin de contrarrestar las limitaciones inherentes a las estructuras económicas y políticas que el neoliberalismo ha impuesto al ejercicio de derechos en los países en vías de desarrollo. Dice Peter Park, “en la investigación acción participativa las personas que necesiten el conocimiento con el fin de lograr un mundo más libre y menos opresor se comprometen ellas mismas en la investigación de la realidad con el fin de comprender mejor el problema y llegar a sus raíces.” Haciendo esta práctica parte integral de una filosofía pedagógica, contribuimos a que los y las estudiantes colaboren con el objetivo de construir y aplicar el conocimiento a un trabajo profundamente educativo, a través de la búsqueda, la interacción, la participación, la observación directa, el diálogo, y la investigación colaborativa. “El conocimiento vivo que resulta de esa clase de actividad se traslada directamente a la acción, ya que ha sido creado con este propósito inicial” (Peter Park, 1990:140), pero a la vez tiene la ventaja de ser auto-reflexivo desde donde se mide y evalúa la viabilidad del método acción-investigación y la investigación feminista, sus ventajas y desventajas tanto para el entorno académico como para el comunitario. Estas reflexiones deben ser asumidas si queremos construir un “modelo pegadógico propio” caribeño-latinoamericano el cual nos provea de ideologías que van acorde con nuestras realidades sociales y desarrollar en el estudiantado el civismo, la responsabilidad social y el compromiso necesarios para afrontar y promover un desarrollo acorde con nuestras necesidades e identidades económicas, políticas y culturales.

2) Ventajas de la investigación feminista y la investigación-acción para la enseñanza en el salón de clase y para el desarrollo del civismo y la responsabilidad social en el estudiantado. 

Cuando hablamos de un “modelo pedagógico propio” me refiero a un modelo de enseñanza que promueva la identidad y cultura latinoamericana, junto con el desarrollo sostenible del país, a través del cual surja en el estudiantado la necesidad de preservar los recursos humanos, naturales y materiales y que estos a su vez sirvan como punto de partida hacia la igualdad y la justicia social. Durante la investigación, se le preguntó al estudiantado que había participado en un proyecto de investigación-acción comunitaria, qué aprendizajes valoraron en la experiencia, y éstas fueron sus respuestas: 1) Obtener experiencia sobre la diferenciación de clase, pobreza en República Dominicana (24 respuestas), 2) Aprendizaje sobre la cultura popular (23 respuestas), 3) Aprendizaje sobre si mismo (23 respuestas), 4) Me ayudó a enfocarme en el área de mi carrera (22 respuestas), y 5) Aprendizaje sobre posibles futuros trabajos (22 respuestas). Mientras no hubo diferencias mayores entre las respuestas, al menos hubo espacio para todo tipo de aprendizaje, tanto para aquel sobre futuros trabajos y decisiones profesionales, con el menor numero de respuestas, como para el aprendizaje sobre los-as estudiantes, autoreflexión que igualó en el numero de respuestas, junto con el aprendizaje sobre la cultura popular, y por ultimo, la experiencia sobre la diferenciación de clase y pobreza en República Dominicana.

Al haber sido pre-seleccionados por el trabajo que realizan sus profesores, es de esperar que más de la mitad de los-as estudiantes sean participes de investigaciónes con un impacto comunitario, sin embargo estos resultados son similares a otra investigación que un grupo de estudiantes realizó en mi clase de Técnicas de la Investigación Social a 250 estudiantes del INTEC demostrando que el 65% de estudiantes consideraron que las materias del Área de ciencias sociales son imprescindibles para el desarrollo académico contrario al 35% que dicen son una pérdida de tiempo. Ese mismo estudio reflejó que un 56% de los entrevistados consideraron que las materias del Área de ciencias sociales aportan mucho a lo que se refiere a su futuro profesional, mientras que un 40% no las consideran tan útiles por su falta de aplicabilidad a una realidad social. El 44% de los encuestados consideraron que el dinamismo de las clases podría motivarlos a tomar las materias de sociales, a lo cual la investigación feminista y la investigación-acción pudieran integrar grandes aportaciones. Por otro lado, en el cuestionario que se utilizó para esta investigación, más de la mitad de los-as estudiantes quienes participaron en investigaciónes con impacto comunitario hablaron positivamente de sus experiencias en la comunidad, particularmente sobre como este tipo de metodología de investigación‐acción ayudaba a dinamizar la clase y poner en practica la teoría, preparándolos al mismo tiempo como futuros profesionales:

Me fue más fácil la asimilación de las materias Ser Humano y Naturaleza en conjunto con Procesos Sociohistóricos Dominicanos y Ser Humano y Sociedad (Medicina, 18).

Fue muy divertido y aprendí sobre la vida de las personas que estudié, como viven y el problema por el cual pasan que es el de la miseria (Mercadeo, 18). 

Me permitió tener un enfoque más directo en todo lo referido a la distinción de clases sociales y situaciones de marginalización en la que viven muchos individuos. Nos permite tener una idea más clara de la estructura social que conforma nuestro país, así como de las personas que existen en ella (Administración, 18).

Me dí cuenta que en la República Dominicana hay falta de personas y grupos que se encarguen de fomentar la salud, y que existe una gran deficiencia en los servicios que se ofrecen en el área de salud. Gracias a esto me di cuenta de que yo puedo formar parte de un grupo que tenga como objetivo ayudar a la formación y educación de la población dominicana. De esta manera me di cuenta que la medicina es en verdad lo que me gusta y además me vi útil a la comunidad y con la capacidad de ofrecer algo al país (Medicina, 18).

Debido al conocimiento adquirido durante la investigación puedo aplicarlo al conocimiento práctico durante el ejercicio de mi carrera (Medicina, 16).

Me ayuda a comprender mejor la historia y el desenvolvimiento de la sociedad. Al graduarme quisiera hacer proyectos que ayuden a los niños y ancianos (Mercadeo, 18). 

Además de verlo a nivel técnico pude plasmarlo a nivel práctico, y me ayudó a ver la realidad misma. Con la práctica adquirí el conocimiento y fue cambiar la rutina de la universidad, como influye en nosotros mismos una realidad que debemos enfrentar, no algo aburrido o una materia más que hay que llevar. Tenemos el conocimiento teórico de la realidad pero solamente nos quedamos en eso y no hacemos nada. El trabajo no solo me ayudo en las teorías de las aulas sino salir afuera y ponerlo en practica, sobre todo el tema de la pobreza, no solo discutirla cuales sean sus causas y consecuencias, sino verla y enfrentarla (Economía, 20).

La investigación me ayudó a tener mas capacidad para interactuar en las clases y también para preparar las proposiciones, a elaborar un trabajo eficiente o eficaz, llevando lo que aprendemos en el salón en teoría, verlo ya implementado en la practica. Me ayudará poder trabajar en equipo y a ejercer mi profesión como todo un profesional aportando al área de la salud con herramientas de investigación (Medicina, 25).

Me ayudó a poner en práctica en el contexto social, saltar de la teoría a la práctica, todo lo que se nos explica en los salones, la pude implementar en las comunidades (Psicología, 19). 

Teniendo en cuenta que este grupo pequeño de estudiantes logró acercarse a una realidad social determinada que a su vez le permitió trabajar en equipo, desarrollar destrezas en la investigación en general, integrar la teoría con la practica, mejorar su rendimiento académico, y afirmarse en sus respectivas carreras como futuros profesionales y en sus valores y principios como individuos, podemos llegar a la conclusión que una política comunitaria coherente con las nuevas necesidades universitarias pudiera tener tremendo potencial académico y comunitario, y que a su vez ayude a sensibilizar a la población estudiantil en valores como la tolerancia racial, la diversidad cultural, y la cooperación con un impacto más allá de la universidad y los discursos científicos. 

En vista de que las últimas investigaciónes (Coleman 2000; Woolcock & Narayan 2000) sobre el desarrollo humano le dan énfasis a las relaciones sociales más que a los aportes económicos ya que el capital por sí solo no es suficiente para el desarrollo, vemos que una política de orientación comunitaria se hace cada vez más necesaria en toda la universidad y en sus relaciones académicascomunitarias, no solo para producir un cuerpo de investigaciónes más coherentes que ayudaría a las Áreas a obtener metas a corto y mediano plazo hacia el interior del INTEC, sino también para que el impacto comunitario del INTEC hacia las comunidades aledañas y otras comunidades marginadas del país sea cada vez mayor, no tanto en aportes económicos y servicios médicos de emergencia sino en la producción del conocimiento y en el capital social que este tipo de interacción puede producir a un nivel más humano de gestión y capacitación. Algunos de los-as estudiantes encuestados-as notaron que la organización de las investigaciónes en que participaron podrían tener una “mejorar organización” o “una mejor coordinación por parte del comité encargado”, además de “conscientizar más al estudiante sobre lo que trabajara durante su desarrollo a nivel profesional”, “dar una mayor motivación a los estudiantes para que se interesen en estos proyectos”, “disminuir la presión y darle un periodo de tiempo más amplio para poder hacer una investigación más eficiente”, que “se amplie el rango de alcance de las actividades” y “se le de continuidad a los trabajos de investigación realizados”, y por último, que la “práctica sea de la universidad” y no del “profesor en clases de investigación”, es decir que haya “materias del área social que no sean solo los profesores los motivados.” Tantos los-as estudiantes como los-as profesores también mencionaron la importancia de que el INTEC les facilite el transporte hacia los lugares de investigación y que el área de ciencias sociales sea la que ofrezca materias que incorpore este tipo de metodología. Muchosas de los-as estudiantes encuestados-as vieron al área de ciencias sociales como principal agente en la investigación, contribuyendo así al desarrollo comunitario y a la generación de responsabilidad social y compromiso ético tanto en el estudiantado como el profesorado. Como uno de ellos indicó: “El área social es la que más debe relacionarse con el desarrollo comunitario y para contribuir al desarrollo en una comunidad, hay que investigar la situación real del mismo…. así se contribuye a formar individuos con sensibilidad social que no solo estudien con el fin de crecer económicamente sino también contribuir al desarrollo de su sociedad.” 

3) Ventajas de la investigación feminista y la investigación-acción participativa para el desarrollo comunitario y el cambio social 

En los últimos cincuenta años la idea de que el desarrollo ha sido capaz de asegurar el bienestar de las personas ha sido cuestionada y debatida en muchos círculos académicos, comunitarios y gubernamentales. Las ideas de justicia y equidad representan conceptos que a lo largo de la historia han estado sujetos a distintas interpretaciones, sin embargo, en ésta investigación el desarrollo comunitario es visto a través de la colaboración de la comunidad local y académica, una simbiosis que puede servir como “modelo pedagógico propio” para otras universidades tanto en la rama privada como pública, bajo una ética de responsabilidad social hacia la comunidad en particular y la sociedad en general. En un mundo globalizado el investigador/profesor y la investigadora/profesora ya no son entes separados de su objeto de estudio, sino una parte importante de facilitación del conocimiento y la información, contribuyendo así a una visión práctica de lo que ya ha sido establecido por la perspectiva de desarrollo humano y sostenible. Como dijimos anteriormente, el desarrollo humano tiene un impacto en el crecimiento económico a través de la creación y el mejoramiento de capital humano, social e institucional, que a su vez crea funciones productivas que son menos excluyentes y más sostenibles. La combinación del capital social con el desarrollo humano permite que haya mayor participación social y mayor poder comunitario, al mismo tiempo que crea redes de solidaridad que mejoran el apoyo mutuo, en este caso entre la universidad y la comunidad. Así lo expresaron los-as estudiantes encuestados, cuando se les preguntó sobre si era necesario crear una política comunitaria en el INTEC que ofrezca mas recursos al desarrollo comunitario, y que sea parte del currículo y parte integral del área social:

Sería una buena medida porque no podemos negar la realidad de nuestro entorno (Mercadeo, 18). 

Una universidad posee un deber con la sociedad de mejorarla, de esta forma la institución podrá conocer sus expectativas. Un profesional debe tener vocación social debido a que ninguna carrera esta aislada (Medicina, 17). 

Ayudaría a que al mismo tiempo que aprendemos o investigamos sobre algo, ayudaríamos a las personas (Medicina, 17).

El Área de sociales debería contribuir a que la sociedad dominicana sea mejor. De esta manera podemos demostrar que somos capaces de hablar y de sustentar la hipótesis que planteamos (Medicina, 18). 

Sí, debido a la necesidad de la comunidad y a que el mismo nombre del área corresponde al estudio y a la ayuda de la sociedad dominicana, y una de estas ayudas es a través del desarrollo comunitario (Medicina, 16).

Vivimos en una sociedad a la cual no podemos ser indiferentes, y debemos buscar formas para mejorarla. Somos entes que nos estamos preparando para servir a una comunidad (Medicina, 19).

Serviría para fomentar la ayuda a las diversas personas que están en el INTEC y para tener un mejor desarrollo (Medicina, 19). 

Es una manera de formar individuos conscientes sobre la realidad social del país y sembrar en ellos el interés de mejorarla (Medicina, 18).

El Área social es el área que más debe relacionarse con el desarrollo comunitario, así los estudiantes interactúan más con las personas, aprenden a ofrecer su ayuda y a mejorar las condiciones de vida de la comunidad (Administración de Empresas, 18).

Como institución que forma profesionales la universidad debe incentivar el desarrollo de dichas actividades para que otras universidades lo hagan. Debe dar un enfoque social comunitario que aporte tanto a los estudiantes como a la comunidad y al INTEC (Medicina, 25).

Esto permitiría la interiorización de toda la teoría que abarca una investigación social, y porque esto hace de los estudiantes de Intec mejores profesionales, más humanos (Administración de Empresas, 18). 

Ayudaría a ampliar tus conocimientos en la experiencia y además te ayuda a ampliar tus conocimientos ya existentes. Las políticas ayudan a la ejecución de cualquier acuerdo y así no solo queda en palabras simples sino que se queda en leyes (Psicología, 24).

Permite a los estudiantes aplicar los conocimientos y la filosofía social, y ayuda de esta manera a las comunidades y a los estudiantes. En el futuro se puede vivir de esto y permite al estudiante crecer en excelencia académica comprometido con el desarrollo comunitario (Economía, 22).

Estos comentarios demuestran una gran capacidad por parte de los‐as estudiantes de INTEC de relacionar la investigación con el desarrollo comunitario, desde una perspectiva no solo económica sino de mejorar la comunicación y la cooperación en las relaciones sociales tanto hacia dentro del INTEC como hacia fuera, es decir, comprometidos‐as con el capital social y el desarrollo sostenible, dos elementos que podrían ser las bases para un modelo pedagógico propio. Y digo “propio” en el sentido que podemos atribuirle esta combinación precisamente a la investigación feminista y a la investigación-acción. Solo ocho estudiantes contestaron negativamente a una de estas tres preguntas, y el 80 % de esta minoría nunca había participado en una investigación social que tuviera un impacto comunitario. Por lo tanto, vemos la relación cercana entre participación, conscientizacion y educación. 

La participación de la mayoría de los‐as estudiantes que participan en investigaciónes en el INTEC oscila entre dos o tres paradigmas que se asumen existen en la disciplina del servicio comunitario, entre ellos. el paradigma de la caridad, ofrecer ayuda ya sea en contribuciones económicas o donaciones. El segundo es el servicio, ofrecer conocimiento a través de talleres comunitarios, dar clase y capacitar a las personas de la comunidad, o prestar servicios en cualquier otra área que la comunidad necesita, y el tercer paradigma incluye a la investigación-acción, que el estudiantado puede desarrollar un nivel de conciencia critica hacia su entorno, tomando en cuenta las desigualdades y la justicia social. Por ejemplo, en los Haitises, los‐as estudiantes hicieron un estudio descriptivo para que la comunidad pudiera recoger y documentar su memoria histórica sobre diferentes procesos que habían vivido. Al final de la investigación, la comunidad recibió la información, como explica la profesora, sobre el proceso de descripción y la participación de la comunidad durante y después de la investigación: 

Cuando llegan a mi aula, ellos nunca han hecho una observación como realmente se hace una observación. Y el solo hecho de hacer una observación de campo sin inducirla, sin poner su gran cantidad de prejuicios, juicio de valores le da mucho trabajo. Ellos se dan cuenta que la técnica es bastante compleja y es la primera vez que lo ven. Entonces pienso que ellos les ha gustado porque les enseña a ver…. cómo observar, cómo hacer entrevistas, cuáles son los problemas fundamentales. Por primera vez tuvieron contacto con comunidades, que algunos de ellos ni siquiera habían tenido, de carácter rural, y eso fue importante para ellos. La comunidad lógicamente me conocía y ellos querían la información que le servía para ellos, tenían once sesiones y grupos comunitarios, y luchas comunitarias, y ellos tomaron los informes para sus usos. Personas de la comunidad no solo participaron en el estudio sino que también ayudaron a los estudiantes en el proceso de recoger la información, algunos de ellos los recibían en su casa, los llevaban a otras casas, ayudándolos a conseguir la información, y además algunos de ellos sirvieron en los talleres junto con ellos, aprendiendo cosas.

Según otra profesora que dirigió la investigación sobre diversidad en los curriculos escolares, financiado por la UNESCO los‐as estudiantes participaron durante un año aplicando la prueba o evaluación psico-pedagógica que la profesora había desarrollado con un grupo de colegas, y los‐as estudiantes fueron quienes la aplicaron en escuelas públicas y privadas, de todas las clases sociales. A raíz del trabajo de los-as estudiantes, la profesora indica, “afinamos el instrumento y ahora está listo de verdad para ser publicado. Particularmente a los-as estudiantes”:

 …les ha ayudado a ver los autores que hemos trabajado y sus diferentes explicaciones están asumidas en la evaluación paido-pedagógica. Entonces al tener que aplicar el instrumento, tuvieron que repasar las definiciones, las posturas sobre lenguaje y cultura, los planteamientos sobre el desarrollo en etapas. Tuvieron una vivencia profunda. Yo se que no se puede aprender de otra manera que no sea vivencial, y ellos estaban emocionadísimos. Y cuando fuimos a las escuelas públicas se quedaron sin habla. Ellos no habían visto algo así, no solamente las escuelas de la capital, sino las del interior. Yo ya estaba preparada pero cuando ellos vieron eso no lo podían creer. El impacto de la realidad de la pobreza dominicana es real, no hay que irse a Calcuta…. Yo espero que ellos se comprometan con la sociedad dominicana y con los más pobres. 

Uno de los aportes más grandes de la investigación-acción, como hemos notado por los comentarios de los-as profesores como de losas estudiantes es acerca de la realidad social del país, particularmente “enfrentar la pobreza” e identificar los procesos identitarios como parte de una resistencia cultural y económica a la desigualdad. Como dice otro profesor: “Yo puedo decirles a mis estudiantes, OK mira, la globalización esta impactando en las identidades nacionales de esta manera…. Pero si los estudiantes no van y ven eso, si los estudiantes no perciben eso, tu le dices, la iglesia popular surgió así y así y es la mezcla, y los estudiantes no ven, no lo perciben, no lo tocan”. La investigación de este profesor en el Batey de Palave llevo a estudiantes a investigar sobre las creencias populares, el racismo, y las relaciones dominico-haitianas. El mismo profesor dice:

Por el otro lado, muchas veces se identifica trabajo comunitario como que tú vienes a resolverle todos los problemas a la comunidad. O la comunidad a veces viene, que necesitamos una escuela, un parque, y es imposible que la universidad pueda hacer eso. Pero la universidad si puede a través de la investigación y del trabajo comunitario, encaminar la gestión, a ayudar a la comunidad a encaminar su gestión para resolver sus problemas. Puede ayudar a concienciar la comunidad sobre determinada cosa y elevar la educación de la comunidad en determinados aspectos. 

Por el otro lado, las visitas a la comunidad también causan un impacto. Aunque éste no llegue a ser el esperado por los‐as investigadores, es inevitable para los-as profesores, como dice otra profesora que ha trabajado en barrios marginales de la capital, y quien ha llevado estudiantes a conocer estas comunidades: 

Esta es una población que se siente muy observada porque no es la primera vez que baja gente y hay muchas iniciativas desde el estado y las ONG´s para esa población que son iniciativas que a ellos les ha provocado inestabilidad, esperanzo o miedo. No todo ha sido positivo. Esta el tema del desalojo, pero también están las posibilidades de ser ubicado en un lugar mejor. Pero también esta el tema del temor.

Están los proyectos de carácter económico, de medio ambiente. Hay muchos, y cuando la gente baja se genera una expectativa en la población y la curiosidad y la duda de que será, otro censo, me irán a sacar, me irán a dar algo. Todo eso le pasa a la gente. 

Los-as profesores que optan por visitas breves a la comunidad, por lo general, ellos-as mismos-as están envueltos en investigaciónes y han desarrollado suficiente confianza con los-as residentes para poder dar explicaciones posteriores a la visita. Aun breve, la experiencia para los-as estudiantes es enriquecedora, como dice la misma profesora: 

Hay mucho de colocar la responsabilidad en el individuo entre los estudiantes porque son clase media y también hay un estereotipo del pobre como vago, bruto o como delincuente…Algunos me han dicho que no se imaginaban que las cosas fueran así tan fuertes o me decían que no saben porque la gente vive ahí, porque se queda mal, por qué no se va a vivir a otro sitio, hay indignación en el gobierno….Para mí ha sido como un instrumento para poner en juego los conocimientos teóricos, acercarlos, ver como eso se da en la realidad y además de eso con el objetivo de acercarlos a la cotidianidad. No hay tiempo suficiente para que se pueda producir un cambio pero el objetivo es que se pueda crear una experiencia en términos personales que marque su visión de la vida, de la justicia. 

Por ultimo, mi propia experiencia de combinar una metodología de investigación-acción con el aspecto pedagógico en la Escuela Básica de la comunidad de Mata de Los Indios en Villa Mella ha sido positiva y ha tenido un impacto tanto de transformación como de empoderamiento para ambos grupos, los-as estudiantes y los-as jóvenes de la comunidad que participaron en un proyecto cultural de teatro, baile y divulgación de la cultura popular dominicana, como dice una de las profesoras que colaboro: 

La experiencia con los muchachos de INTEC para mi fue algo nuevo porque en realidad esos niños que pertenecen a la universidad, son como decimos nosotros, niños ricos y entonces a través de esos niños ricos se ve que hay un corazón, que son personas muy sanas, hay mucha sencillez dentro de ellos y que ellos se acoplaron muy rápido, se integraron muy rápido a la comunidad, como que están en su casa a pesar de la diferencia monetaria. Ellos ayudaron atemente montamos, y nos han ayudado bastante. Y también han hecho trabajo voluntario en la biblioteca que ha ayudado mucho a los niños que tienen deficiencia de enseñanza, y que tiene problemas. Hay muchos que han venido y han durado hasta dos meses, tres meses en la biblioteca ayudando. Otros hicieron varias encuestas en la comunidad, y vieron la necesidad que tiene la comunidad, de darle un centro de Internet por medio de la escuela, y el laboratorio que esta allí. Ellos entrevistaron a varias personas de la comunidad y ese grupo se desplazo, haya lodo, no haya lodo, ellos lo hicieron con mucho amor y con mucho gusto…. Y nuestro estudiantes aprendieron a relacionarse con personas de otras costumbres porque al ellos vivir en una zona rural no están muy conectados con la gente de la capital directamente y ellos han aprendido a acoplarse con los visitantes, por lo menos a ver las visitas como algo cotidiano ya. Para ellos es una cotidianidad ver una visita aquí en la escuela… y esto les abrió un poco más su conocimiento, han perdido un poco de su timidez, hasta los mismos maestros. 

La obra de teatro popular, “El Fenómeno de los 500 años” de la periodista Altagracia Moreta Feliz fue presentada por el grupo de baile y teatro de Melassa de la Comunidad de Mata de Los Indios en el Dominico-Americano y en la Universidad del INTEC con la colaboración de estudiantes del INTEC de la materia Ser Humano y Sociedad. Además los-as estudiantes de mi clase Investigación Social realizaron una encuesta de 250 personas con el objetivo de predecir el impacto que tendría la llegada de la Internet en la Escuela. Existía un preocupación por parte de Melassa y los-as maestrosas si la Internet quienes están gestionando esta nueva tecnología, si podía afectar las tradiciones culturales de la comunidad. Los resultados de la investigación, en la cual participaron jóvenes de la comunidad como entrevistadores, fueron compartidos con la ellos-as y la respuesta del cuestionario fue negativa, todo lo contrario, según los-as mismos-as residentes, la Internet incrementaría el intercambio cultural y la afirmación de la cultura local. Y por ultimo, como dijo la profesora de la Escuela, un tercer grupo de estudiantes del curso, Sociología del Subdesarrollo, trabajo en la biblioteca dando apoyo a los-as estudiantes que quedaban rezagados en sus cursos, dándoles una oportunidad de trabajar de forma individual con losas estudiantes del INTEC aliviando al profesor-a que recibe diariamente entre 40 o 50 estudiantes en la misma aula. Otro grupo del curso Investigación Social también trabajo en la comunidad de Palave investigando con un grupo de niños-as del Comedor Infantil ADASEC (Asociación de Ayuda Social, Ecológica y Cultural), la relación entre pobreza, educación y medio ambiente. Como resultado de la investigación, se produjo un video de 15 minutos filmado por los-as niños-as que participaron y los estudiantes del curso que se presento en el Instituto Dominico-Americano y en la Universidad del INTEC.

Conclusiones y recomendaciones finales:

En conclusión, vemos como una simbiosis entre la investigaciónacción y la investigación con una perspectiva de genero pueden convertirse en las base de una política comunitaria que acompañe hoy día la misión del INTEC de volcarse a lo social en su proceso pedagógico e investigativo. No es una tarea fácil ya que conlleva mucha dedicación por parte de los-as profesores-investigadores, además de una buena organización y coordinación, sin embargo, como hemos visto, el impacto es beneficioso. Por un lado, los-as estudiantes toman control de su educación y amplían sus horizontes y su visión de género, de raza y de clase, asumiendo un compromiso ético mayor con la sociedad en preparación para el futuro ejercicio de sus carreras.

Por el otro lado, la comunidad, a pesar de las limitaciones que existen debido al sistema neoliberal, capitalista en que vivimos, ellos-as ven una esperanza, una ventana a la transformación social, aun cuando esta transformación sea en pequeña medida, muy a lo subjetivo de la interacción, de la cotidianidad. Así como expresó Paulo Freire, es precisamente esa esperanza el soporte de un compromiso ético con el desarrollo humano y la justicia social, convirtiendo nuestra historia en práctica.

Notas

  1. “Intec una institución comprometida con el desarrollo nacional, reafirma su vocación de servicio publico” www.intec.edu.do Consejo Académico, 13 de Julio de 2006.
  2. En “Melassa y su producción “Congo PaTi” analizo la diferencia de valorización de ciertos conceptos académicos y comunitarios durante la investigación y documentación de la cultura Congo de la comunidad de Mata de Los Indios, República Dominicana, ensayo presentado en LASA, Asociación de Estudios Latinoamericanos, San Juan, Puerto Rico, 2006.
  3. Ver Douglas Porpora, “Action-Research: The Highest Stage of Service-Learning?” en James Ostrow 1999.
  4. Para mas detalles sobre la relación entre el servicio comunitario y la interacción simbólica, ver Bárbara Vann, “Service-Learning and Symbolic Interaction” en James Ostrow, 1999. Siguiendo la tradición de C. W. Mills, Barbara Vann plantea que en el desarrollo de la “imaginación sociológica”, el servicio comunitario provee a los-as estudiantes la oportunidad de descubrir las estructuras y problemas sociales detrás de los problemas individuales que ellos-as mismos-as tienen que enfrentar durante su trabajo, y que ven a otros-as enfrentar en su diario vivir. Además, les enseña a “asumir el papel del otro” o interpretar desde la posición de otros-as con quienes interactúan en su servicio comunitario, que es la idea central del marco analítico de Goffman (1959) y que guía la teoría de la interacción simbólica de Herbert Blumer. De esta manera, a través de la interacción, ellos-as se ven obligados a asumir un rol y aprenden lo que el proceso de asumir un rol conlleva.
  5. Ver, “Intec una institución comprometida con el desarrollo nacional, reafirma su vocación de servicio publico”, Consejo Académico, 13 de julio de 2006.

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