En la actualidad, se argumenta que somos parte del autodenominado discurso de la postmodernidad, que para unos representa ideas y valores compartidos por grupos sociales, y para otros representa una concepcion erronea de la realidad social (Lyon, 1997; Dellamora, 1995; Jameson, 1991 ). Este discurso encuentra sustento en tres ejes fundamentales que gufan el ser y el hacer: la reivindicacion de lo plural y lo particular, el rechazo de la filosofía del sujeto y la crítica de la razon a partir de un escenario anarquista de esta (Lopez Gil, 1993).
La reivindicacion de lo plural y lo particular subraya la importancia del contextualismo y la desconfianza frente a sistematizaciones muy fuertes y generalizaciones excesivas. El rechazo a la filosofía del sujeto llama a una clara oposicion al dualismo cartesiano (mente/cuerpo) a traves de la inclusion de otras categorías como accion, lenguaje y espíritu. Y la crítica de la razon se sustenta en el abandono del pensamiento metódico, la responsabilidad teorica y el igualitarismo cientfíco. En resumen, y tal como plantea Glucksmann (1997), se identifica una doble atomización del orden de las ideas y de la conexion de las cosas.
A proposito de este discurso postmodernista, algunos autores (Hopenhayn, 1992, 2000; Touraine, 1990;) se refieren a la muerte cultural de la sociedad, la brecha entre la integracion simbolica y la material, la orfandad existencial, la presion hacia el pluralismo de las formas de vida y la dicotomía entre la subyugación/opresión/represión y la liberacion que tanto se replantea y en la cual se resume el aire postmodernista.
Estas ideas se ven reflejadas en los escenarios organizacionales de diversas formas; por una parte, en nuevas formas de interpretacion y reinterpretacion de estos escenarios, y por otra, en nuevas formas de very comprender la organizacion del trabajo y, a partir de ello, re-conceptualizar los supuestos sobre la naturaleza de la realidad y de la produccion del conocimiento.
En general, subyacen ideas encontradas en un punto, lo cual sugiere el rompimiento con las logicas de pensamiento, el surgimiento de nuevas políticas culturales que abren espacios para voces no tradicionales y actores diversos, y el conflicto que generan ambas cosas frente al tradicionalismo societal (Friedman, 200 I). En el caso organizacional, el rompimiento irfa de la mano con la forma en que se conceptualizan, estudian y analizan las problematicas al interior de las organizaciones.
A partir de esto se ha estimulado una reflexion mas filosófica sobre la cognición y la conducta en las organizaciones, orientandose a un analisis epistemológico de las bases de la teorización organizacional. Hancock & Tyler sostienen que "el postmodernismo ha ayudado a mover el estudio de las organizaciones mas alld de las r{gidas demarcaciones ontológicas entre el objeto y el sujeto de investigación y ha generado interes par la investigación de aspectos de la vida organiz.acional previamente juzgados, a lo mds, coma perifericos y, a lo menos, coma completamente inapropiados para una consideración científica social seria" (2001 :63).
Es en este marco donde se ban desarrollado los cuestionamientos epistemologicos contemporaneos relativos a la produccion de conocimiento. En este sentido, un espacio discursivo importante corresponde a los denominados estudios postmodernistas de la organización, que se caracterizan por una preocupacion primordial por el lenguaje y la representacion, y una reconsideracion de la subjetividad y el poder (Calas & Smircich, 1999), así como una problematizacion del sujeto y del autor. Esto es de particular importancia en la teorizacion organizacional; ha llevado al cuestionamiento de la construccion del conocimiento, porque las formas en que este conocimiento es utilizado para categorizar los fenomenos que operan en los entornos organizacionales son muchas veces tomadas como pilar axiomatico para gestionar estos entornos.
Al hablar de la reconsideracion de la subjetividad y el poder, nos referimos a la tendencia que refiere Spender (1998) de una comprension reflexiva de la teorizacion en estudios organizacionales como un proceso político y no solo como un proceso neutral de busqueda de la verdad. La idea que rodea a estas nuevas tendencias es una reflexion hacia la constitucion de "teoría" y la consideracion de los aspectos institucionales, sociales y políticos de tal constitucion. Su finalidad, sostiene Van Maanen (1988), se resume en la reflexion sobre la produccion de teoría como un genera literario y como una actividad cultural e institucional. Estas tendencias teoricas enfatizan la relacion entre "poder" y "conocimiento" en la configuracion de la teoría, abriendo espacio a la consideracion de los problemas de exclusion, representacion y forma, en una suerte de poetica de la construcción del conocimiento (Foucault, 1984).
podría resumirse que el problema del conocimiento en la postmodernidad tiene su raíz principal en el cuestionamiento de la vision modernista con relación a la postura universalista respecto de lo verdadero, lo bueno y lo bello.3 A partir de la defensa de los planteamientos postmodernistas sobre la importancia de la localización en el tiempo y el espacio, y la capacidad de adaptación y desaparición si fuese necesario, el paradigma dominante de funcionalismo positivismo es cuestionado por perspectivas interpretativas y críticas que representan otros juegos de lenguaje.
Segun Lyotard (1984), el postmodernismo como forma de conocimiento reconoce que las historias sobre verdad, progreso y eventual emancipación no son sino narrativas históricas. De ahí la necesidad de busqueda de nuevas formas de representación del conocimiento y la verdad; formas que den cuenta de la fragilidad de las bases ontológicas, epistemológicas y eticas del tiempo presente.
Una primera aproximación al fenómeno de la postmodernidad en los entornos organizacionales se referiría a lo sostenido por Heydebrand sobre un "nuevo modo de administración" (1989:339). Esta postura es compleja ya que, en tanto podría pensarse que la postmodernidad organizacional esta dada por el determinismo tecnológico e institucional, los debates de mayor fuerza (Clegg, 1993) sugieren que tanto los desarrollos globales culturales y tecnológicos así como las luchas de significado y poder ejercen una influencia determinante.
En un interesante escrito, Cooper & Burrell (1988) plantean que, mientras los enfoques modernistas para estudio de la vida organizacional presentan las organizaciones como fenómenos inmutables, como extensiones de la racionalidad humana, los enfoques postmodernistas abordan las organizaciones como expresiones contingentes y temporales de un impulso modernista sistemico a ordenar las relaciones sociales de acuerdo con el modelo de racionalidad funcional. Esto es, se entienden las organizaciones como "reacciones defensivas contra las fuerzas del caos" (p. 91)
Los enfoques contemporaneos en la teorización organizacional se concentran en el rechazo de las metanarrativas, y de la continua pregunta de cómo escribir conocimiento legftimo en la postmodernidad. Taylor (1984) sostiene que este rechazo se debe a que las metanarrativas plantean una historia definitiva; esto es, con un inicio y un fin. Esto, en un mundo postmoderno, es imposible y no tiene ningun sentido.
En este sentido, la teorización es tanto una manifestación de, como una contribución a lo que Habermas (1975) ha llamado la crisis de legitimación en la cultura occidental y que se contrapone a lo que Lyotard (1984) identifica como las grannarrativas de legitimación o las metanarrativas de la civiliwción occidental.
Centrando la atención en la textualidad de las teorías organizacionales, el postmodernismo ha abierto un espacio para una forma distinta de crítica; una crítica que se sustenta, primero, en el supuesto de que la teoría es una forma representacional que define "para que" y "para quienes" se habla desde la escolaridad (Fondas, 1997; Putnam, 1996; Van Maanen, 1988) y segundo, en una respuesta a la multiplicidad paradigmatica que subyace a la teoria organizacional (Chia, 1997).
Esta respuesta, sin embargo, no es un cuestionamiento al hecho de que exista esa multiplicidad, sino que mas bien se relaciona con lo que subyace al hecho de que lo que sustenta esos diversos paradigmas sea o no conocimiento verdadero, ya que cada paradigma (o metateoría) es un postulado fundacional sabre la posibilidad de dicho conocimiento verdad ero.
Se ha sostenido (Hancock & Tyler, 2001; Calas & Smircich, 1999; Burrell, 1994, 1996, 1997) que el analisis organizacional postmodernista subyace en la teorizacion que aborda como la reflexividad (la ontologia crítica sabre nosotros mismos), la diferencia y el cambio (la transgresion de las restricciones internas de la subjetividad y la subjetivacion) pueden reconstituir las formas en que se reproduce el conocimiento organizacional. Alvesson & Willmott (1996) sugieren que, dado que la reflexion postmodernista ha abierto un espacio a la Teoria Crítica, se puede hacer uso de esta para llegar a una praxis emancipatoria en la administracion. Esto es, a partir de una crítica importante de la practica gerencial como una reflexion de un cierto tipo de teoría de la administracion, se pueden indicar caminos alternativos a seguir para superar las disfunciones de la definicion dominante de administracion.
Cuatro enfoques fundamentales son reconocidos como pilares de la teorizacion organizacional postmodernista (Calas & Smircich, 1999); la teorizacion feminista post-estructuralista, los analisis post-coloniales, la teoría actor-red y los enfoques narrativos del conocimiento. Estos analisis podrían ser identificados como la resistencia que refiere Foucault (1984) en sus trabajos sobre la crítica genealógica, ya que un punto comun en estos enfoques es el interes en desestabilizar las estructuras de reconocimiento que constituyen nuestras subjetividades y hacer uso de la auto-representación creativa para resistir las condiciones organizacionales que restringen la posibilidad de autonomfa individual.
Teorización feminista post-estructuralista
El postmodernismo es un espacio de gran significación para la teorización feminista, ya que en tanto busca desarrollar una comprensión libre de verdades y de teorías, hace mas factible la permanencia en el espacio de la teorización flexible, que tantos problemas ha traído a la teorización en ciencias sociales, y en especial a la teorización feminista. Rosenau (l 992:86) sostiene que "el campo de los estudios de mujeres confronta el dilema planteado a cualquier disciplina de la ciencia social por parte de las versiones postmodernas de verdad y teoría ". En este sentido, la lucha feminista contra la teorización, a la que acusa de patriarcal, encuentra asidero en el cuestionamiento postmodernista a las comunidades de conocimiento que plantean y presentan verdades con cierto grado de soberbio absolutismo.
La emergencia del feminismo post-estructuralista (tambien llamado feminismo postmodernista y post-feminismo) surge como resultado de la evolución desde las perspectivas anteriores que, inicialmente, se sustentaban en posturas pro-femeninas, pero cuya teorización en la actualidad incluye lo masculino, las masculinidades, así como tambien cruces transversales con variables como la diversidad, raza, religion, clase, entre otras. Lo anterior habla claramente de la consideracion y reconstruccion de los grupos considerados como marginados o silenciados por los poderes hegemonicos y, de algun modo, denuncia la androcentricidad de la ciencia que refiere Duran (1998).
Es evidente que, a partir de este importante paso, el foco epistemologico de la teorizacion feminista se vio sometido a escrutinio interno, lo que conllevo el desarrollo de nuevas formas de reflexion y analisis del fenomeno. Es así como se comienza a hablar de teorizacion feminista post-estructuralista la que, aun cuando inicio su despegue en los años '80, gano popularidad en los años '90, cuando el post-estructuralismo abrio el espacio para considerar el genera teoricamente, independiente de cuerpos sexuados particulares, generando un encuentro entre la teoria feminista y los postulados de deconstruccion y genealogias del postmodernismo, por cuanto estas ultimas explicitan la devaluacion de lo femenino en las teorias "universales" y las practicas discursivas.
Sin embargo, no puede comprenderse la importancia de la teorizacion feminista post-estructuralista sin antes hablar de la evolucion historica de la teorizacion feminista. Chafetz define una teoria como feminista "si puede ser usada (sin importar por quien) para cuestionar, contraatacar o cambiar un estatus quo que devalua u opera en desventaja de las mujeres" (1988:5). Historicamente, el feminismo ha sido asociado con la lucha por la independencia política, social y economica de las mujeres; sin embargo, en el marco de la evolucion de la teorización feminista, la palabra mujer ha designado muchas cosas: sexo, genero, clase, sexualidad, edad, entre otras.
Estas designaciones responden a las posiciones al interior del feminismo, las que pueden ser identificadas y clasificadas en diversas formas. Una de ellas es de acuerdo a la postura política.7 Encontramos, por ejemplo, el feminismo liberal (que aboga por la igualdad de genero), el feminismo radical (que rechaza la sociedad dominada por lo masculino como un todo y aboga porque las mujeres transformen radicalmente el orden social existente y desarrollen sus propias instituciones sociales) y el feminismo socialista (inspirado en la teoría marxista y que aboga por el desarrollo de estudios críticos de la sociedad con la idea de contribuir a un cambio radical donde nuevas relaciones de genero sean incluidas como elementos centrales ). En general, estos enfoques se refieren a la resistencia contra la tiranfa del discurso monolítico (Donovan, 1996), foco central subyacente a la teorización feminista.
Sin embargo, bajo estos paradigmas feministas tradicionales, los temas de raza y diferencia se veían opacados por la categoría de sexo.8 Es a raíz de la transición desde la problematica de mujeres a la problematica de genero que el espectro analítico se amplía significativamente. Alvesson & Due Billing (1997) sostienen que los estudios de genero han evolucionado alrededor de tres puntos fundamentales:
1ro. Que el genero es central y relevante para entender las relaciones, instituciones y procesos sociales.
2do. Que las relaciones de genero constituyen un problema en tanto estan caracterizadas mediante patrones de dominación/subordinación, inequidades, opresiones y oposicíones.
3ro. Que las relaciones de genero son vistas como construcciones sociales. Al hablar de genero ya no nos referimos exclusivamente al problema de las mujeres, sino al problema de los generos. Yes precisamente en este contexto donde encuentran espacio nuevas formas de teorización feminista.
El post-estructuralismo, por su parte, se refiere al desarrollo de una teoría crítica que emergió despues del estructuralismo9 y que, en algun sentido, surgió como una rebelión frente a este. En algunos casos, el termino es utilizado en forma intercambiable con el termino postmodernismo.'0 El postestructuralismo representa, al mismo tiempo, un desarrollo y una deconstrucción del estructuralismo y puede ser entendido como un enfoque filosófico que aborda la relación entre el sujeto humano y las fuerzas estructurales, tales como la cultura, el lenguaje y la tradición (Hancock & Tyler, 2001; Hawthorn, 1992).
Como movimiento, provee una base filosófica para la crítica postmodemista a los postulados absolutos sobre el conocimiento, que sirven de sustento a la cosmovisión modernista. En forma altemativa, el post-estructuralismo considera que el mundo, incluyendo la experiencia subjetiva al interior de este, es el resultado del lenguaje. 11 En el marco de sus planteamientos, el post-estructuralismo abre un espacio importante para estas nuevas formas de teorización feminista, ya que propicia no solo el escrutinio intemo de sus postulados, sino tambien el desarrollo de una teorización con mayor fuerza argumentativa frente a la teorización que tradicionalmente la excluye y subordina.
Como sostiene Smith (1995), mucho ha sucedido desde que a mediados de los años '80 la historiadora Joan Scott propuso que la categorfa de mujer fuera reemplazada por la de genero. En la actualidad, ya se habla de una perspectiva de genero, lo que ha resultado positivo desde el punto de vista analftico, ya que ha ubicado el esfuerzo de la teorización feminista en un nivel mas alto de sensibilidad respecto de las contradicciones y ambiguedades relativas a las construcciones y reconstrucciones sociales de las relaciones de genero. Igualmente, renuncia a tratar los temas de genero como exclusivos de la dicotomfa sexual hombre/mujer, abriendo espacios a todas las construcciones genericas posibles. Sin embargo, cabe destacar que la legitimidad de este espacio sigue siendo controvertida, ya que muchos de los principales arquitectos (masculinos) del postmodemismo y del post-estructuralismo con frecuencia han rechazado el feminismo (Andermahr, Lovell & Wolkowitz, 2000), lo que ha llevado a que el feminismo postmodemista sea considerado como una apropiación.
Por otra parte, dada la invisibilidad sistematica que sufre su teorización, las feministas necesariamente luchan por la superioridad de su propio punto de vista, lo que tambien lleva a complicar la presencia de esta teorización en el marco de los postulados postmodemistas. El postmodemismo rechaza toda posibilidad de teoría (Weedon, 1987) y plantea que todas las perspectivas son arbitrarias, incluyendo la feminista, abogando por la aceptación igualitaria de todas las versiones de verdad. Estas ideas son complicadas para el feminismo porque, tal como plantea Harding (1990), el feminismo plantea que las mujeres necesitan una epistemología propia donde el conocimiento sea posible y sus interpretaciones de este validas.
Analisis post-coloniales
El termino post-colonial es conflictivo, ya que no hay acuerdo sobre la validez de lo que se deriva de la conceptualización y analisis desde/hacia la post-co lo nial idad. 13 Segun Roy (2001 ), el concepto surgió en medio de crecientes sentimientos de impotencia y pesimismo por parte de los intelectuales de los pafses del denominado tercer mundo. La idea de que estas tendencias emergieran de los academicos del denominado tercer mundo influye significativamente en la forma inicial que tomaron estos analisis, que se centraba en el desarrollo de un movimiento anti-colonialista.
Una parte importante del movimiento se origina en el cuestionamiento de los postulados del conocimiento modemo occidental, en virtud de que silencia las voces marginales. Cabe destacar que el post-estructuralismo abre el espacio para estos cuestionamientos, por cuanto en sf mismo es una crítica a la epistemología de occidente a lo que conceptualiza como un sistema de exclusiones. En el "Manifiesto Inaugural" del Grupo Latinoamericano de Estudios Subalternos (Castro-Gomez, 1998), se asocia el problema principal de la post-colonialidad con lo referido por Guba con relacion a la incapacidad bistorica de las naciones para auto-realizarse, lo que se deriva del liderazgo inadecuado de sus elites gobernantes.
La teorizacion crítica post-colonial se centra en el cuestionamiento de la evidencia bistorica con el objetivo de presentar una vision mas compleja de la identidad, una vision que supere la dicotomfa dominador/dominado. Los academicos postcoloniales analizan las intersecciones de las teorías e instituciones occidentales como políticas de conocimiento y parten de la base de que nunca se ban realizado esfuerzos suficientes para distinguir la gran beterogeneidad del denominado tercer mundo (Paolini, 2000). En sus inicios, las propuestas post-coloniales se centraban en un enfasis en la subjetividad, una crítica a la modernidad, un debate sobre el concepto de Estado Nacion y el compromiso con lo marginal. Puede argumentarse que el post-colonialismo estuvo preocupado de generalizar, identificar temas amplios y patrones recurrentes sobre la base de recuentos especfícos de conducta personal, practica politica y formaciones culturales (Darby, 2000).
Posteriormente, ocurren algunos cambios sustanciales en la orientación del discurso, los cuales pueden ser resumidos en:
1 ro. Movimiento desde lo personal y lo particular hacia los analisis abstractos.
2do. Movimiento desde la resistencia y la recuperación hacia la ambivalencia y la hibridez.
3ro. Movimiento desde las experiencias y preocupaciones esencialmente tercermundistas hacia perspectivas globalizadas.
Es así como las críticas post-coloniales se extendieron tambien a narrativas sobre los orfgenes en las teorias occidentales, abordando el problema politico de la legitimidad de los argumentos actuales sobre la constitución de los grupos humanos y su segmentación (Scott, 1999), así como las identidades, las diasporas, la migración, la transnacionalidad, el localismo y la post-nacionalidad. A raíz de esto se presentan reconceptualizaciones que ponen en tela de juicio la base que define algunas categorias históricas; como por ejemplo, hablar de modernidad alternativa (Ong, 1996) mas que de modemidad tardia.
Un aspecto importante es que los analisis post-coloniales centran sus propuestas en la necesidad de enfatizar el fraccionalismo en el desarrollo politico e histórico de las regiones del denominado tercer mundo y el consecuente mosaico de construcciones diversas que deben considerarse a fin de teorizar sobre las formas en que se articula el conocimiento. Por ejemplo, lo global enmarca la identidad en muchos lugares del denominado tercer mundo; sin embargo, no contempla necesariamente la forma en que los discursos de globalización operan con relación al supuesto de la homogeneización que subyace a la occidentalización.
En este sentido, las heterogeneidades son un punto central de la condición post-colonial. La teoría occidental hegemónica ha creado contextos basados en un sentido unilateral de la historicidad, lo que, a partir de la crisis de conciencia desde donde emergen los analisis post-coloniales, ha generado esa necesidad que refiere Spivak (1988) de comprender los lfmites históricos y conceptuales de la invención colonial de la tradición.
El corpus teórico post-colonial hace uso de los analisis marxistas de narrativa, basandose en informaciones históricas y políticas que dan cuenta de los supuestos asumidos en relación a la colonialidad. Esto se relaciona con una crítica a la complicidad teórica entre diversas narrativas del estatus quo y el auto-examen de las supuestas formas de resistencias al interior de las estructuras de poder.
La intencionalidad de la teorización post-colonialista retrabaja en forma narrativa las fuerzas ideológicas que operan en la creación de imaginarios de mundo e identidad de las comunidades colonizadas y persigue desenmascarar las estrategias de desfamiliarización usadas para invisibilizar las representaciones diversas de las comunidades subaltemas. Esto es, la teorización de los procesos de tradición, resistencia, diferencia, hibridez, cambio y apropiación, en tanto intensos y ambiguos, son esencialmente diferenciadores de los contextos del denominado tercer mundo.
Teoria actor-red
El planteamiento central de la teoría actor-red es que existen redes heterogeneas de intereses alineados (Callon & Latour, 1981); esto es, los individuos forman alianzas, atraen a otros actores, y usan artefactos para fortalecer tales alianzas y asegurar sus intereses, creando entonces redes de humanos y artefactos.
Se ha planteado (ver Latour citado en Stark, 2001) que la teoría actor-red surge del concepto de "rizoma" en el trabajo de Deleuze & Guattari 1 8 y que puede ser entendida como una semiótica de la materialidad. La perspectiva de actores en red emerge como una alternativa al episteme moderno y propone un cambio teórico en el enfasis, alejandolo de la centralidad y primacfa del sujeto humano (Somerville, 1999); esto es, trata al sujeto humano simplemente como un actor en una red. Es una teoría reflexiva que se concentra en el irreduccionismo y en la racionalidad, mas que en hechos y esencias.
Esta teoría fue concebida por Callon (1986), Callon & Latour (1981), Latour (1992) y Law (1992), quienes tambien la han desarrollado exhaustivamente. Apareció por primera vez en los estudios sociales de ciencia y tecnología, y sus orfgenes estan mezclados con otras ciencias que incluyen, entre otras, semiotica / estructuralismo, fenomenología y etnometodo logía.19 Esta teoría es un enfoque sociotecnico que, segun Kaghan & Bowker (2001), puede ser vista como una respuesta a la investigación racionalista / funcionalista de sistemas sociotecnicos grandes y como una extension y explicación de los marcos estructurales pragmaticos / culturalistas desarrollados en sociología y antropología.
El constructo central de la teoría es el actor, que puede ser humano o no-humano y que es reconocido como cualquier elemento que modela el espacio a su alrededor, hace a otros elementos dependientes de el y traduce sus deseos en un lenguaje propio. Varios conceptos sustentan esta dinamica; entre otros, la problematización, el interesamiento y el enrolamiento, los cuales explican la interacción de un actor focal con otros actores desde el primer momento de relación (problematización) hasta el momento concluyente (enrolamiento ). Simultaneamente con el desarrollo de la dinamica, operan otros procesos como el punto de paso obligatorio, la inscripción, la traición y la irreversibilidad.
podría resumirse el proceso planteado por la teoría actorred, mas o menos como sigue: un actor define identidades e intereses de otros actores, que son consistentes con sus propios intereses (problematización) y se establece como un punto de paso obligatorio en tanto se hace indispensable para la dinamica que genera para el resto. Luego procede a convencer a los actores a aceptar los intereses definidos por el para ellos (interesamiento ).20 Este convencimiento tiene una connotación de negociación, la cual puede llevarse a cabo entre ellos o entre el actor focal y representantes que son enviados por los otros actores para que negocien en su nombre. Si el interesamiento es exitoso, ocurre el enrolamiento, que involucra una definición de roles de cada uno de los actores en la recien creada red de actores. De lo anterior se deriva la creación de artefactos tecnicos que aseguren la protección de ciertos intereses comunes (inscripción).
Sin embargo, el proceso puede verse afectado si los actores no cumplen con los acuerdos logrados por sus representantes (traición), Io que puede llevar a un punto donde no sea factible retomar otras alternativas previamente existentes (irreversibilidad).
El enfoque actor-red supone que ningun actor es pasivo; sin embargo, aun cuando todos tienen cierto grado de injerencia, todos varfan en la forma e intensidad en que influyen a otras entidades y en que resisten la influencia de otras entidades. Tanto micro-actores como macro-actores deben ser vistos al interior de un mismo marco estructural, tanto conceptual como terminológicamente.
El espacio de la teoría actor-red como propuesta teórica se sustenta en el interes de los teóricos organizacionales de explicar la distribución y ejercicio del poder entre organizaciones y entidades al interior de esferas particulares o redes. En este sentido, este enfoque argumenta que centrarse en preguntas sobre identidad, particularmente sobre auto-identidad, depende de la aceptación y reproducción de un set moderno de presuposiciones y propone que la noción de agencia ofrece una perspectiva alternativa no moderna a partir de la cual explorar cómo las entidades o actores influyen en otros actores a traves del proceso de traducción.
Partiendo de la idea de que el conocimiento es interpretado, contingente y discutible (Fountain, 1999), esta teoría resalta dos temas importantes; por una parte, que el actor y la red no son solo cosas a ver o aprehender por el investigador, sino que en sf mismos son marcos conceptuales, una forma de entender procesos sociales y tecnicos; y por otra parte, que pensar en redes requiere concebir relaciones entre cosas en formas particulares.
La postura de la teoría actor-red podría resumirse como la resistencia a la deificación moderna de las limitaciones que evitan que el individuo vea las formas en las que lo "social" lo "tecnico" y lo "natural" se interrelacionan en una suerte de red no tejida. 24 A esto se agrega lo planteado por Michael (1996) en relación a que hay tres premisas teóricas a las cuales hay que adherirse a fin de producir una explicación del actor-red:
1ro. Un agnosticismo generalizado, que requiere una imparcialidad analftica sabre los actores involucrados;
2do. Una simetría generalizada, que involucra el uso de un vocabulario abstracto y neutral para entender los puntos de vista conflictivos de los actores; y 3ro. Una asociación libre, que demanda el repudio de distinciones a priori entre lo social, lo natural y lo tecnológico.
La perspectiva del actor-red enfatiza la contingencia de las redes25 y lo referido a sus cualidades emergentes; esto es, las redes no son de estabilidad prolongada e incluyen constantemente nuevos elementos que cambian las relaciones entre los actores. Por otra parte, la idea de las cualidades emergentes se refiere a evitar el requerimiento de imponer un marco teórico en la red.
Subyace la idea de exponer el trabajo realizado a fin de generar asociaciones y traducir mas que apelar a constructos analíticos generales que realizaran todas las explicaciones y que esten basados en supuestos asumidos sabre el episteme moderno y que pueden ser "develados" en una redescripción de la teoría actor-red.
Es indiscutible el profundo impacto ontológico y epistemológico que implica este cambio propuesto por la teoría actorred. Por una parte, el cuestionamiento central viola el pilar ontológico fundamental de que la realidad depende de las subjetividades colectivas de una comunidad humana y, por otra, cuestiona el axioma epistemológico de que lo que llamamos conocimiento es construido por una comunidad humana.
Esta teoría es un ensamblaje de historias modestas cuyas narrativas han cambiado de grandes historias con un orden cronológico a muchas historias pequeñas que forman un patron sin posible cronología (Calas & Smircich, 1999); lo que, ciertamente, la excluye del canon teórico modernista. Como Enfoques narrativos del conocimiento
Al hablar de lo narrativo, el termino ha sido usado en sentido amplio para referir el recuento de uno o mas eventos ficticios (Denning, 2000; Prince, 1990). El significado de lo narrativo se crea estableciendo que algo es parte de un todo y que, usualmente, ese algo es la causa de algo mas.
La idea que subyace a los enfoques narrativos es la renuncia a los modos ortodoxos de producción de conocimiento y la consideración de lugares alternativos a partir de los cuales se puede reconocer, investigar, analizar e interpretar el conocimiento. Esto, segtin Bacchilega (1997), responde a la noción tradicional que plantea que las perspectivas narrativas y la crítica intelectualmente rigurosa son yuxtaposiciones en contraste.
La narratividad es muchas veces asociada exclusivamente a la subjetividad y con ello se cuestiona su legitimidad en el marco del estricto rigor cientfíco. Sin embargo, es a partir de la narración donde pueden reconocerse formas de produccion que explican contextos (sociales, culturales, politicos y económicos) significativos operantes, at.in cuando no hayan tenido cabida en la teorizacion tradicional. Esto se relaciona con las formas de manipulación y construcción narrativa, las cuales contribuyen a la posibilidad de diversos efectos ideológicos al interior de contextos sociales e históricos específicos.
La idea del performance escrito se abre espacio en los enfoques narrativos, lo que puede implicar reportar desde un experimento o un cuestionario, hasta el relato de una historia; o realizar analisis narrativos de textos escritos y orales (documentos, emails, llamadas telefonicas, etc.). En los entomos organizacionales esto es importante porque muchos escritos de este tipo dan cuenta de problematicas silenciadas o encubiertas, no necesariamente en forma intencional, y cuyo recuento solo es posible desde el acto narrativo, porque la teoría formal tradicional rechaza la forma anecdotica con la que siempre se han vinculado.
Tradicionalmente, la teorizacion organizacional ha sido criticada por su postura pretendidamente atemporal. Al abordar las problematicas al interior de los entomos organizacionales, ha cultivado una postura inmanentista a la cual ha sido difíil renunciar. Esto se evidencia en las dificultades que historicamente ha enfrentado la teorizacion que aborda la multidisciplinariedad desde las ciencias sociales o que ha explicitamente generado espacios de reflexion de lo organizacional desde la experiencia social.
Se han identificado y desarrollado multiples enfoques narrativos los que, de algun modo, incluyen no solo las perspectivas de teorizacion abordadas previamente en este escrito (feminismo post-estructuralista, actor-red y analisis post-coloniales), sino que tambien amplfan y subdividen otros grupos tematicos. Calas & Smircich (1999) refieren la existencia de escritos experimentales que desvanecen las fronteras entre teoría y metodo, así como otros que presentan ilusiones de multivocidad. 28 Otra agrupacion de los enfoques narrati vos existentes lleva a reconocer, al menos, siete aproximaciones diversas:
Enfoques estructuralistas y linguisticos. La narratología estructuralista pretende explicar la figuración narrativa en función de una gramatica textual percibida. Esta posición asume que lo narrativo expresa una 1ógica generica (poetica) o un código generico. Sin embargo, a fin de preservar este planteamiento se dio un giro importante, cambiando la estructura a favor de una descripción, lo que pretende abandonar la relación entre figuración y poetica. Es así como surge este enfoque, a partir de la idea de que un concepto puede no servir propósitos descriptivos o analfticos y que, por tanto, puede ser generalmente aceptable reemplazarlo con otro concepto que este mejor formulado.
En los teóricos de esta tendencia (Bal, 1997; Taker, 1993; Genette, 1988, 1997) resalta el planteamiento de la importancia del concepto de la estructura de las ideas, de una matriz teórica o un discurso. Sin embargo, se reconoce que la busqueda de un set definitivo de conceptos es ilimitada, por lo que se hace necesaria la constante re-descripción, reciclando viejos conceptos a traves del uso de nuevos lenguajes que reemplacen el vocabulario desgastado.
Subyace como central la interrelación entre el cómo y porque de la experiencia, y el cómo y porque de la forma en que se articula su descripción, porque el significado atribuido a la experiencia puede variar y, consecuentemente, debiera variar la forma en que lingi.ifsticamente se articula su descripción.
Recuentos retoricos, bakhtinianos y fenomenológicos. En el marco de la subjetividad, estos recuentos abordan el intercambio de enunciados como una forma dial6gica, donde el analisis de textos siempre es intertextual porque las formas de construcción del todo siempre son interdependientes de muchos textos. De ahí surge la porosidad y la flexibilidad entre los generos de construcción a fin de que pueda lograrse un dialogo entre generos literarios que permita construcciones de mayor complejidad (Aczel, 1998; Boardman, 1992; Pelan, 1989, 1996).
Resaltan los argumentos fenomenológicos de Bakhtin, los denominados postulados sobre filosofía de la cultu ra.29 En estos aborda la condición de la lucha de la vida histórica de la cultura, la persona y la humanidad, centrandose en las relaciones sujeto/objeto, sujeto/otro sujeto, los problemas de la intersubjetividad, la conciencia subjetiva y la subjetividad ontológica. Estos postulados son importantes para la teorización narrativa ya que persiguen encontrar alternativas a los enfoques estructuralistas que ven la teorización como un todo hermetico, auto-suficiente, en un sistema cerrado sin nada mas alla de s{ mismo.
Enfoques interdisciplinarios. Estos enfoques persiguen discutir los fenómenos operantes y las implicaciones que estos revisten en la comprensión de la representación, la semantica, el lenguaje, la ciencia cognitiva y la vida artificial, la teoría de los mundos posibles, y el estudio de los hipertextos.
En materia de teoría de los mundos posibles, resalta el trabajo de Dolezel (1990, 1995), que explora la posibilidad de aplicación de la teoría de los mundos posibles a la semantica literaria. Al revisar el trabajo de Dolezel, Ryan (1998) sostiene que los mundos ficcionales son mundos posibles construidos por el lenguaje a traves de una fuerza performativa y que estos mundos difieren ontológicamente del mundo real en su naturaleza incompleta, aun cuando sean realidades autonomas creadas mediante el poder del lenguaje de la ficcion.
Respecto de la ciencia cognitiva, se abordan topicos cuya emergencia responde a la necesidad actual de interdisciplinariedad que enfrentan las ciencias como resultado de la ruptura teorica que representa la postmodernidad. Entre estos topicos se encuentran los enfoques de la cognicion basados en sistemas teoricos y neurociencia computacional, los enfoques cognitivos evolutivos y basados en inteligencia artificial (Hayles, 1999; Cook, 1994; Ryan, 1991 ), las implicaciones (epistemologicas) de la percepcion y la representacion, el problema de la representacion del conocimiento, la autopoiesis, las implicaciones para la epistemología y la filosofía de la ciencia (Manfred, 1997; Spolsky, 1993; Bizzell, 1982).
Finalmente, una de las tendencias de mayor controversia es el estudio de los hipertextos (Hayles, 1997; December, 1996; Thomas, 1993), ya que su emergencia viene de la mano de la creacion de la cultura del cyborg, y sus implicaciones respecto de las formas tradicionales de escritura. Esto se relaciona con el posicionamiento de la narracion y el narrador, ya que el lugar del enunciador se vuelve difuso y responde a espacialidades y temporalidades ambiguas que traicionan la distincion entre el autor y su obra.
Narratolog{a postmodernista. A partir de las preguntas que se plantea la teorizacion postmodernista, la actual evolucion y desarrollo de la teorizacion que aborda lo narrativo se ha visto cuestionada por no poder enmarcarse dentro de una unica historia continua. En este sentido, los teoricos (Richardson, 1997, 2000a; Heise, 1997; Brooke-Rose, 1991) tratan de dar sentido y espacio a figuras olvidadas, cabos sueltos e hilos conductores inconexos.
Esta corriente de teorizacion se centra en la retencion del rigor analftico de los enfoques tradicionales, pero igualmente se desplaza lejos de los parametros relativamente limitados del estructuralismo y aborda nuevas preguntas que surgen de los textos y posturas postmodemistas. Esto, segun Richardson (2000b)30 , ha llevado a re-pensar radicalmente los conceptos fundacionales de la teoría narrativa.
Enfoques ideologicos. Estos enfoques quiebran la teorización tradicional a partir de la generación de una forma de teorización altemativa que incluye, principalmente, el cruce de variables que descubren estadios en las formas y espacios en que se articulan los discursos del conocimiento y las segregaciones que estos generan a partir de los sujetos que los articulan y a quienes estos discursos representan y excluyen. Entre estos enfoques se incluyen los escritos sobre teoría feminista y de genero (ltzin, 1995; Homans, 1994; Winnett, 1990; Hite, 1989), teoría gay, lesbiana y queer (Roof, 1996; Farwell, 1996; Bersani, 1995; Lanser, 1995;), etnicidad y raza (Frable, 1997; Warhol, 1995; Stepto, 1991), los enfoques históricos marxistas y el nuevo historicismo (Ginsburg, 1996; Quint, 1993), y los analisis post-coloniales (Ashcroft, Grifíths & Tifín, 1998; Spurr, 1993).
Enfoques psicologicos. Un espacio significativo se les ha otorgado a los enfoques que utilizan la psicología como base conceptual para abordar la construcción del conocimiento. Esto, principalmente, por la naturaleza anarquica con la que ha sido asociado el movimiento conceptual postmodernista. En este sentido, uno de los grandes aportes de la psicología a la teorización postmodemista se enmarca en la re-conceptualización de la "desviación"; que incluye las formas en ue se teoriza respecto de lo normal y lo anormal (Ferrell & Websdale, 1999; Bronfen, 1998), especialmente a partir de un cuestionamiento de las explicaciones biológicas y fisiológicas • de la desviación, así como su construcción psicológica 3 1 Por otra parte, esta teorización ha sido una de las bases principales para los debates respecto de los mecanismos de interacción, socialización y control social (Adler & Adler, 2002; McWhorter, 1999; Trew & Kremer, 1998; Nicolson, 1996), que tanto preocupan a los teóricos postmodernistas.
Esto es de especial importancia porque la forma en que se entienden la invisibilización, la exclusion, la subordinación, entre otros, ha pasado a convertirse en algo que no se centra exclusivamente en el debate sabre el poder y su relación con la propiedad material, sino que tambien considera las formas de poder que son definidas desde lo conceptual.
Enfoques post-estructuralistas. Estos enfoques se centran en el uso de la tropología en tanto teoría y practica de interpretación del significado figurativo (Mellard, 1987).
Como ya fue sugerido al hablar de teorización feminista post-estructuralista, el post-estructuralismo utiliza la invención y desarrollo de críticas de la metafíica de la presencia y el logocentrismo que fundamenta el proyecto filosófico-cientfíco tradicional, basandose principalmente en el lenguaje como sistema material-semiótico de diferencias que simultaneamente esta sujeto a fuertes limitaciones y posibilidades cuasi-infinitas de afirmación, experimentación e invención. En este sentido, la idea de los enfoques post-estructuralistas es el quiebre de lo que reconoce como un historicismo radical para dar espacio a formas mas flexibles que reconocen que el juicio y la verdad no pueden ser universales (Grumley, 1989).
Reflexiones Iniciales
La teorización organizacional postmodernista representa esfuerzos por trascender las limitaciones metodológicas del positivismo, ya que centra su preocupación en comprender las formas en que los sujetos adscriben significados a sus actividades diarias ya la vida organizacional en sí misma, sin invalidar el locus enunciativo ni la forma de enunciación utilizada.
Sin embargo, el hecho de que uno de los problemas atribuidos a la condición postmodernista es la ambigiiedad de su terminología, ha provocado queen la administración yen los estudios organizacionales no haya tenido tanto protagonismo (Cooper & Burrell, 1988) y recien se este debatiendo en los espacios legitimados de teorización. Lo anterior podría ser el resultado del juego postmodernista de los multiples significados.
Prior-Miller (1989) ha sugerido que hay cuatro perspectivas cientfícas sociales importantes que constituyen el marco estructural para la mayoría de la teoría e investigación organizacional contemporanea: el interaccionismo simbólico, las teorías de intercambio, las teorías de conflicto y las teorías estructurales-funcionales. Sin embargo, estos cuatro enfoques comparten presuposiciones fundacionales similares, como el hecho de no identificar sujetos y entidades organizacionales individuales con distintos lfmites, lo que se relaciona con el episteme modemo, que homogeneiza la teoría a partir de una homogeneizacion de la teorizacion. A partir de lo anterior, se pueden reconocer, al menos, tres problematicas:
1ro. Una preferencia por el pensamiento, en detrimento de otras formas de conocimiento.
2do. Una distorsion que favorece la logica binaria.
3ro. La desestimacion del sentimiento (emociones y moral) en la comprension, razonamiento y toma de decisiones.
Hancock & Tyler (2001) plantean que, la naturaleza de la realidad organizacional ha sido comprendida, administrada y dirigida sobre la base de proposiciones filosoficas positivistas, combinadas con los imperativos sistemicos del analisis funcionalista. Esto ha significado una vision restringida, ya que no solo no se consideran los aspectos informales del comportamiento organizacional, sino que estos son tratados como aspectos irracionales que deben ser erradicados mediante la imposicion de mecanismos regulatorios formulados racionalmente.
Los estudios organizacionales postmodemistas ilustran las consecuencias para las ciencias sociales del cuestionamiento de valores y el relativismo, llevando a una crítica mas que a una construccion (Rosenau, 1992). La idea central de la teorizacion postmodemista es que, si bien esta se constituye en funcion del modemismo, no es su intencion que la ciencia busque conocimiento o verdad, sino que explique los fenomenos operantes en el marco de los contextos culturales.
Resulta fundamental comprender que aun cuando esta teorizacion postula la muerte de la razon, no asume el nacimiento de la sinrazon, sino mas bien el reconocimiento de las ambigiiedades y las incertidumbres que permiten dar cuenta de que el conocimiento no puede ni debe ser universalizado y que, por el contrario, resulta mas enriquecedor celebrar las diferencias.
El argumento de Gergen (1992), que sostiene que los modelos tradicionales de organizacion deben ser entendidos como el resultado de una combinacion de dos cuerpos hegemonicos de discurso (romanticismo y modemismo), es coherente con el quiebre planteado por el postmodemismo que, segun este autor, se centra en tres proposiciones interrelacionadas sobre la naturaleza del conocimiento (el reemplazo de lo real por lo representacional, la comprension de la representacion como un "artefacto comunal" y la necesidad de una auto-reflexion ironica).
Cada uno de los enfoques analizados ofrece contribuciones especfícas a la teorizacion organizacional en tanto, como paradigmas, se centran en acciones reflexivas que pretenden comprender la construccion de conocimiento en la teorizacion organizacional; esto es, no determinan si un paradigma es correcto o no, sino cuan bueno es en explicar o delimitar la experiencia a partir de la cual se construye la realidad organizacional. Por otra parte, es importante el potencial reconocido por esta teorizacion en las intertextualidades y las intersecciones con las que se realizan transformaciones re-interpretativas y re-creativas del conocimiento.
Este estudio de la naturaleza de lo que consideramos conocimiento a partir de la textualidad resulta fundamental al hablar de la coherencia de la teorizacion. La tradicion academica hegemonica ha negado un espacio significativo a subaltemos y marginados; sin embargo, todos son parte del discurso globalista y operan en organizaciones que en ningun caso son ajenas al fenomeno.
Ahora bien, si bien esto podría sugerir que a partir del desarrollo de estos paradigmas es cuando recien puede iniciarse el debate sobre cómo afecta la temporalidad y espacialidad a las dinamicas organizacionales, un cuestionamiento mas fundamental se centra en las formas en que la globalizacion, como fenomeno discursivo, aborda la integracion y caracteriza la condicion global.
Esa "naturaleza de nuestro presente" que refiere Foucault (1984:34-37) se logra a partir del cuestionamiento que coloca los supuestos bajo escrutinio. Se reconoce en el postmodemismo la apertura de una forma audaz de enfrentar el conocimiento, un atreverse a saber que esta permitiendo aproximarse a los lfmites de lo que se es y se construye organizacionalmente y a la posibilidad de ser y construirse en forma distinta.
En este sentido, las tendencias descritas mantienen el foco en la heterogeneidad del pensamiento y plantean un importante punto de partida en la necesaria evolucion de la teorizacion organizacional hacia espacios que permitan ampliar el espectro analftico para incluir experiencias silenciadas, obviadas e inadvertidas, y para centrarse en un enfoque que complementa lo descriptivo con lo crítico y se pregunta no solo respecto de lo que se ve, sino a que responde centrarse en la busqueda especifica de ciertos fenómenos.: i7 Su importancia tambien radica en el imperativo de recodificar la sustancia que otorga sentido a la experiencia de las personas en las organizaciones y cómo esta convive en medio de la experiencia colectiva.
Paolini (2000) plantea que la postmodernidad es con frecuencia utilizada para describir condiciones de dislocación y flujo, "un desenmascaramiento de espacio y tiempo" (p. 42) que genera una suerte de incertidumbre y contingencia. Evidentemente, los códigos estructurales de la teorización organizacional postmodernista responden a una necesidad de desenmascarar el canon teórico establecido, lo que llevarfa a un cuestionamiento con relación a que corresponde hacer con las categorfas y sistemas con que han operado históricamente y que han regulado y definido la construcción de teoría y acción organizacional.
Interesantemente, estas propuestas no han sido articuladas propiamente en el campo de los estudios organizacionales tradicionales, sino que surgen principalmente de las tendencias teóricas críticas de la postmodernidad en los campos de la literatura, los estudios culturales, y los estudios alternativos. Esto es importante para reconocer la inminente transición desde la multi e interdisciplinariedad hacia la transdisciplinariedad, que resulta tan necesana a fin de enriquecer los analisis.
Una reflexion final importante llamarfa a desarrollar un espacio de debate significativo en materia de estudios críticos de la administración en tanto eje fundamental de las dinamicas organizacionales. Los niveles de micro y macro analisis que históricamente se han desarrollado sirven a un propósito mayormente de funcionalidad empírica; sin embargo, no resuelven el problema de que las categorizaciones operantes resultan obsoletas frente al cambio paradigmatico de la teorización filosófica sobre el origen y funcionalidad de las ideas. Lo importante no es el posicionamiento acomodado de explicaciones relativas a las dinamicas operantes en las organizaciones, sino el estudio de la experiencia y funcionalidad a partir de posturas y posibles categorizaciones críticas no condescendientes.
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