Ciencia y Sociedad, Vol. 30, No. 1, 2005 • ISSN: 0378-7680 • ISSN: 2613-8751 (en línea) • Sitio web: https://revistas.intec.edu.do/

NOTAS, RESENAS Y EVENTOS

DOI: https://doi.org/10.22206/cys.2005.v30i1.pp168-189

INTEC Jurnals - Open Access

Cómo citar: James Figarola, J. (2005). Máximo Gómez : hombre de las Antillas.Ciencia y Sociedad, 30(1), 168-189. https://doi.org/10.22206/cys.2005.v30i1.pp168-189

Resumen

Desde hace mas de medio milenio el Caribe es una encrucijada del Planeta en la cual se miden fuerzas y se dirimen contradicciones. En donde, como dijera Jose Marti, se resuelven -se resolvía ayer y se con­ tinua resolviendo hoy- el equilibria del mundo.

Acertadamente el doctor Armando Hart ha definido el Caribe como ''sintesis de la humanidad". Esa sfntesis, construida con mucho sudor, sangre y dolor; con mucho despliegue de la injusticia, el abuso y la ex­ plotaci6n, ha dado a luz en estas "dolorosas islas del mar" que son las Antillas, un tipo humano portador de una cultura de libertad y de justi­ cia. De abnegaci6n y solidaridad. De voluntad de llegar a los alcances mas genuinos contenidos en la existencia. Maximo Gomez, a no dudar, pertenece a esta estirpe y propongo que la mejor manera de llegar a el es a traves de su Diario de Campana en el cual la identificaci6n de proposito y acciones entre los pueblos dominicano y cubano emerge coma un ejemplo, y un objetivo, de antillanismo.


Palabras clave:

sintesis de la humanidad. dolorosas islas del mar, equilihrio del mundo, cultura. Caribe, solidaridad.

Segun Grifian Peralta, quien se acerco con ojo penetrante a la Personalidad del Jefe del Ejercito Libertador cubano en la guerra del 95, no era precisamente el caracter de Maximo Gomez el de un hombre de accion. Resulta sorprendente que se haga tal afirmacion relativa a alguien que durante catorce afios peleo con las armas en la mano contra uno de los mas numerosos, fuertes y crueles ejercitos coloniales que haya disputado pedazo alguno de la tierra americana en cualquier momenta; pero si nos acercamos al Diario del Generalfsimo con cuidado nos daremos cuenta que la aseveracion de Grin.an no es el unico elemento contradictorio que puede ser encontrado y extraido del testimonio escrito por Gomez sabre su propia vida.

El Diario de Campana es, de principio a fin, un libro lleno de misterio; pero no de misterio en la connotacion mas inmediata que pueda tener el termino, sino de misterio en el sentido de que encierra toda la hondura de una vida perfectamente humana, pese a haber transcurrido en media de situaciones poco comunes; y de misterio ademas porque, sin abandonar los atributos del hombre natural, posee la cualidad excepcional de dar a traves de esa, su vida comun, igual a todas, las vidas de todos los que le rodeaban y aun diriamos que la vida de muchos de aquellos que hubieron de seguirle en el tiempo. Posee la vida de Gomez, encerrada en su Diario, el misterio de la union de la biografia con la historia.

Claro que esta peculiar coincidencia no puede realizarse facilmente; desea Gomez profundamente una existencia domestica y una y otra vez tiene que sacrificar la familia para guiar al pueblo; odia la guerra y tiene que construirla y dirigirla; a lo largo de su vida se teje una pesadisima urdimbre de dolorosos fracasos personales, grandes y pequefios, y finaliza conduciendo un ejercito a la victoria; centenares de combates en primera fila lo perdonan y muchedumbres que pugnan por saludarle le aceleran la enfermedad que lo conduce a la muerte. No conocemos otro testimonio autobiografico en la historia de nuestra literatura que se aproxime mas a la condicion de totalidad que el Diario de Campana del General en Jefe; comienza al inicio de su adultez y finaliza pocos anos antes de morir. En los treinta anos que abarca se contiene todo el proceso de independizacion de la isla con respecto a Espana y la consumacion de la asechanza imperialista sobre nuestros destinos; General del ejercito mambi desde los primeros momentos, Gomez seria actor principalisimo de la situacion coyuntural mas importante de toda nuestra historia.

Claro, que no era solo la lucha contra el dominio espanol; la concentracion de notables masas humanas, los soldados y las familias que buscaban a la sombra de las columnas insurrectas salvarse de la vesania espanola, lo escaso de la alimentacion y lo dificil de las medicinas, inauguraban en los campos de la isla epidemias en grado desconocido hasta entonces: "[ ...] el 20 se acampo desde Los Berros hasta Sama, alli permanecimos atacados del colera hasta el 28 [...]" Cerca de treinta anos mas tarde aun estaria fresca en su memoria la imagen de cientos de combatientes que iban marcando la marcha de la columna de Marmol hacia el norte, en espera de una expedicion que no llego, echados sobre el suelo presas de las convulsiones del vomito negro. Asi se lo contaria a Marti.

Los contradictorios elementos sociales y politicos desencadenados en Yara se baten y entrechocan con una furia desconocida, y no vuelta a repetirse, con ribetes casi de movimientos teluricos. Luego, como si el turbion insurrecto encontrara al fin un curso estable, apunta: "[...] me ocupo de organizar las tropas para invadir Guantanamo una parte se encuentra ya en la Loma de la Galleta". Y esa porcion del ejercito que se encontraba alli, en la zona montanosa al Este de la Gran Piedra, al mando de Maceo y antes de que Gomez terminara la concentracion planeada, venceria al batallon de San Quintin

encabezado por Martinez Campos. Era el seis de julio; en los mamarrachos de Santiago de los días veinte, los relacioneros representarfan en plena calle, a la vista de las autoridades espafiolas, con el primitivo lenguaje teatral que posefan, la singular victoria insurrecta.

Del ocho de junio del 72 al once de junio del 73, permanece un afio sin mando y se mueve por el territorio oriental apenas con 16 hombres pero sin abandonar el enfrentamiento directo con el espafiol, a veces con unicamente su maltrecha tropa y en otras ocasiones acompafiando a diferentes jefes, en particular a Calixto Garcia, en movimientos y combinaciones de mucha importancia como el ataque a Holguin en diciembre del 72: "Fui un tiempo -dice- como el cacique indio, duefio y sefior de mis montafias".

Como Secretario de la Guerra durante el Gobiemo que sustituy6 a la interinatura de Spotormo, se entrega primero a la tarea de atajar la creciente fragmentación del campo insurrecto y resulta luego testigo angustiado de las negociaciones que conducen al Zanj6n. A ratos parece que se desconcierta, que no sabe hasta d6nde realmente debe o puede hacer sentir su ascendencia y autoridad; el conflicto de su nacimiento y su naturalización, su doble oriundez, lo arrincona y lo inmoviliza

Desde el 78 al afio 84, hay dos momentos distintos en esa su primera parte del exilio; uno espantosamente cruel en Jamaica: mi situación era tristisima; no cuento aquf con ningun amigo y antes por el contrario, la inmigración cubana residente me acusa de que yo soy el causante del Convenio del Zanjón -y como acontece siempre, pues asf es la humanidad- toda esta gente en su mayorfa es incapaz de hacer nada grande por su Patria, y solamente por haber contribuido con algunos chelines y gritar desde playas extranjeras jMuera Espafia! se han creido con derecho a que unos pocos le dieramos a Cuba Libre [...] De aqui que yo sea en estos momentos el blanco de sus iras y desprecio, porque ha terminado la lucha Sacrificando mi familia y mis mejores afios de juventud. He salido pobre de la guerra, un miserable, hoy no tengo ni un pedazo de pan para los mfos y ni salud para poder trabajar con esperanzas.

día 25, salgo a pie Sixto Toro[...] con la hamaca al hornbro nos dirigimos a Morgan, para ver si encontramos por allf una estancia que arrendar.

Unos pocos días despues una nota que aun estremece leerla: "Entro a trabajar el día catorce de mayo a un real diario y la comida.,.

De enero del 84 a mayo del 86, durante afio y medio, se empefia en encender nuevamente la guerra en la Isla. Al principio parece que todo se va a resolver favorablemente; la inmigracion obrera de Cayo Hueso reune en poco tiempo veinticinco mil pesos; se acopian cuantiosos recursos de guerra que embarca a traves de su primo, Consul dominicano en Nueva York, hacia Santo Domingo donde su otro primo Billini es Presidente de la Republica, y recibira oficialmente el cargamento de armas para luego remitirlo a Cuba. Nunca hubiese comenzado una accion insurrecta con mejores augurios; sin embargo, Billini es depuesto, Luperon y Lilis devienen en los personajes politicos decisorios en la isla y cuando Gomez se traslada a su pafs de origen a procurar rescatar las armas cubanas guardadas en los mismos arsenales del ejercito dominicano, uno de los dos o los dos probablemente temen que sean utilizadas en la polftica quisqueyana en lugar de aplicarse a la independencia de Cuba y el Generalfsimo terminara en la carcel.

De junio del 86 a septiembre del 92, la familia, al comienzo, vive nuevamente en Jamaica y el busca empleo en las obras de la construccion del canal de Panama por la compafifa de Lesseps.

Tiene mas de cincuenta afios y no es buena su salud ni suficiente el dinero que obtiene. En noviembre del 86 logra establecerse precariamente con su familia coma plantador de tabaco en las cercanfas de Montecristi. Allf el once de septiembre del 92, D'msospacerun: recibe una visita:

Llega aquf a "La Reforma el sefior Jose Marti, Delegado del Partido Revolucionario Cubano, que viene a conferenciar conmigo sabre asuntos de la misma Revolucion que se organiza. Le he ofrecido mi concurso, en todo y para todo lo que se me considere util, prometiendo servir a esa Revolución, con el mismo desprendimiento, desinteres personal y lealtad con que la servf en el 68.

[ ...] Martf viene a nombre de Cuba, anda predicando los dolores de la Patria, ensefia sus cadenas, pide dinero para comprar armas y solicita compafieros que le ayuden a libertar, y coma no hay un motivo, uno solo, por que dudar de la honradez polftica de Martf, yo sin tener que hacer el menor esfuerzo, sin tener que ahogar en mi corazon el menor sentimiento de queja contra Martf, me he sentido definidamente inclinado a ponerme a su lado y acompafiarlo en la empresa que acomete. Asf pues Martf ha encontrado mis brazos abiertos para el, y mi coraz6n, coma siempre, dispuesto para Cuba.

Este es, con toda seguridad, el momenta mas importante del Diario coma historia y coma literatura. El acto de union de Gomez y Marti, constituye la fusion definitiva de los elementos integrantes de la nacionalidad cubana; el proceso jalonado durante los Diez Afios alcanza su mas alta cristalizacion ese día de septiembre del afio 92.

Gomez, que aun tiene fresco el recuerdo de las injustas imputaciones posteriores al Zanjon, que apenas ayer ha fracasado en una renovada intentona, siente que Marti es portador del reinicio, pero de un reinicio diferente que lo lleva a el, a Gomez, no a tomar en sus manos la direccion del esfuerzo sino "a ponerse a su lado, a acompafiarlo en la empresa que acomete". Ya desde ese primer momento el Generalfsimo penetra el profundo significado de aquel hombre que ha venido a visitarlo en su campo dominicano, para la historia de Cuba. De alguna manera la facil identificacion entre uno y otro es posible porque ambos participan de la condicion de que sus biograffas y la historia de Cuba coinciden; solo que las lfneas excepcionalmente clams en este caso del Diario de Gomez nos dejan entrever que el piensa en termino de relevo, de sustitucion, de que ha venido a quedar, por asi decirlo, en un plano de subordinacion.

Esta dispuesto a acompafiarlo en una empresa que hasta ese momento era a el, a Gomez, a quien se vefa como el conductor y ejecutor natural; no hay pesadumbre ni amargura en ello, sino por el contrario, complacencia tranquila y seguridad. "Esta guerra, General, -le escribe Gomez a Maceo- la haremos usted y yo, pero sera la guerra de Marti".

De septiembre del 92 a abril del 95, todo se sucede con una velocidad caleidoscopica; los contactos con los jefes de la guerra anterior en el extranjero, las ordenes a los que residen en Cuba, las comisiones que entran y salen de la isla, el viaje a Nueva York, la entrega del hijo Panchito a Marti y que profundo sentido el que luego este muchacho fuese entregado a Maceo y muriese con el Lugarteniente en Punta Brava. El fracaso de Fernandina, la busca final de la tierra cubana.

Entonces la prosa cortante se hace fluida, casi virtuosa: Son las ocho de la noche, nos encontramos a tres millas de la costa sur de Cuba, no muy lejos del puerto de Guantanamo. La noche es tenebrosa, el mar se siente agitado, la oscuridad es tal que el mar parece un negro manto funerario donde nos debemos envolver para siempre. Ni una estrella alumbra el firmamento. El chubasco se afirma. El vapor se detiene un momento y rapidamente se descuelga un bote, se carga de armas y pertrechos y caen dentro de el seis hombres que cualquiera dirfa que eran seis locos.

Se va en el acto el vapory quedamos desamparados, envueltos en aquella pavura atroz. Ninguno de los seis somos marinos, y con todo echamos manos a los remos. Marti y Cesar a proa reman muy mal, pero a la desesperada; los demas al centro, yo he agarrado el tim6n que apenas lo entiendo que al fin se zafa y se pierde.

La oscuridad es profunda y el chubasco arrecia. Hemos perdido el rumbo y no podemos divisar bien la tierra. Dos hombres en tierra, que nos figuramos pueden ser guardias espafioles, nos marcan nuestro rumbo, y para alli con trabajos y fatigas inauditas nos dirigimos. La Providencia no nos desampara; el chubasco calma, la noche se aclara y la luna empieza a alzarse por oriente.

Ya seguimos bogando con mas maestrfa. Yo y el Brigadier Borrero de un remo hemos hecho tim6n y ayudamos, empujando, a dirigir la embarcación con muy buenos resultados.

Ya son las diez de la noche y nos hemos podido pegar a tierra -pero el desembarco no nos fue posible, pues son pefias cortadas a cantos que se elevan de manera brusca y donde el mar combate con furia- y seguimos costeando un poco. La fortuna nos depara un recodo. "La layita".

Allf dirigimos nuestra embarcación y como por encanto nos encontramos en tierra; casi de la misma embarcación pasamos a la orilla de Cuba a las 10 y media de la noche del día 11 de abril.

Luego en mayo de ese afio:

[...] el 19, a la Vuelta Grande, en donde encuentro al General Bartola Maso con mas de 300 jinetes y Martf y mis ayudantes. Pasamos un rato de verdadero entusiasmo.

Se arengo a la tropa y Martf; hablo con verdadero ardor y espfritu guerrero [...] Dos horas despues, nos batimos a la desesperada con una columna de mas de 800 hombres, a una legua del campamento de Dos Rfos. Jamas me he visto en lance mas comprometido - pues en la primera arremetida se barrio la vanguardia enemiga, pero enseguida se aflojo, y desde luego el enemigo se hizo firme con un fuego nutridísimo; y Martf, que no se puso a mi lado, cayo herido o muerto en lugar donde no se pudo recoger, y quedo en poder del enemigo. Cuando supe eso avance solo hasta donde pudiera verlo. Esta perdida sensible del amigo, del compafiero y del patriota; la flojera y poco brfo de la gente, todo eso abrumo mi espfritu a tal termino, que dejando algunos tiradores sobre un enemigo que ya de seguro no podía derrotar, me retire con el alma entristecida.

No hay en todo el Diario un momenta en que se sienta a Gomez tan desconcertado, tan inseguro al dar - y esta dando para sf una version coherente de lo que sucede. En la misma pagina alega diferentes explicaciones de la muerte del Delegado del PRC: "Nose puso a mi lado","me habfa abandonado y se encontraba solo con un nifio que jamas se habfa batido", "le ordene que se quedase atras pero no quiso obedecer mi orden". Es la amargura del hombre que vuelve de pronto a sentirse solo; antes, a lo largo de la marcha de Playitas a Dos Rfos, han atravesado las montafias como jugando; Gomez se asombra de la presencia de animo de Martf y la identidad de Montecristi se corrobora en la manigua: "Nos admiramos, los viejos guerreros acostumbrados a estas rudezas, de la resistencia de Martf que nos acompafia sin flojeras de ninguna especie, por estas escarpadísimas montafias". El 18, grado a Martf de Mayor General", "Martf al que suponfamos mas debil por lo poco acostumbrado a las fatigas de estas marchas, sigue fuerte y sin miedo".

De Dos Rfos sigue Gomez hacia el Camagliey; detras deja miles de hombres en una franca operacion ofensiva contra Espana; apenas le acompafian una veintena de soldados bisofios, luchando contra una primavera que se presenta este afio con una frondosidad de aguas poco acostumbrada. Delante, al final de la marcha, en el Camagliey, no hay todavfa ninguna seguridad de respaldo; en realidad el va a alzarlo. La etapa la abre la muerte de Martf y la cierra la de Paquito Borrero frente a Altagracia. A dos meses apenas por Playitas ya han muerto dos de los seis expedicionarios; a la guerra, en definitiva, solo la sobreviviran dos: el propio Gomez y el negro dominicano Marcos del Rosario.

Los apenas 22 días que abarca el perfodo que se inicia el 19 de mayo, estan prefiados de adversidad; tal parece como si con la muerte de Martf se hubieran desatado las fuerzas de todos los designios contrarios a Gomez y a la independencia. Del 19 al 23 de mayo el Generalf simo se mantiene rondando al enemigo que lleva consigo el cuerpo del Delegado del Partido Revolucionario Cubano sobre cuya suerte todavfa Gomez no tiene una clara confirmacion. Despues la marcha hacia el Camagliey tiene todos los colores del tormento: "apenas me acompafian 25 hombres, que ya, por dos ocasiones, han querido abandonarme'', "voy enfermo, apenas puedo mantenerme a caballo, sufro un catarro terrible, y con fiebre; mi vieja capa rafda apenas me salva de las aguas torrenciales que nos azotan", "el 28, ha la Tranquera, me siento muy mal. El 29 he tenido que hacer un gran esfuerzo para montar, y para mayor fatalidad el Salado hondo, y es preciso pasar hombre por hombre en una canoa y los caballos a nado; esta operacion que nos ha hecho consumir tres horns, ha sido un martirio para mf, pues vamos marchando con el agua en el estribo"; "día 30, he pasado la noche mas cruel de mi vida".

Porque esos 22 días son recibidos por nosotros en una doble dimension, como enlazamiento del curso personal quebrantado en el 78 y como cumplimiento de las obligaciones contrafdas con el que acaba de caer abatido. Va hacia Camagliey, pese a la oposicion de la fortuna masque de las combinaciones militares de Martinez Campos, a ponerse al frente de la Revolucion de manera real y a convocar la Asamblea Constituyente, tal cual era el proposito de Marti.

El hecho de que Gomez sea el unico militar del 68 y uno de los pocos del 95 capaz de pelear en territorios no reconocidos a priori, no es solo el resultado de su acabada experiencia profesional, sino tambien el reflejo de toda una concepcion suya sobre la existencia; de igual forma en la narracion del Diario lo conocido y lo desconocido se acercan hasta el punto de borrar sus diferencias; lo desconocido se equivale a lo no conocido aun; a lo que espera por el acto del conocimiento y nunca se entiende como lo no susceptible de ser reducido por el conocimiento. Esta asimilacion de opuestos no implica la inexistencia de asombro, todo lo contrario; en las mil peripecias de las dos guerras, en el prolongado deambular por el Caribe durante el exilio, el Diario nos da muchas veces a Gomez en actitud de asombro tal como sucede con el combate de Palo Seco en el 74-, pero este asombro no se traduce en desconcierto ni es tampoco susceptible de entenderse como sorpresa, sino debe recibirse solo como admiracion o deslumbramiento, con lo cual el asombro no es hacia lo desconocido como concepto relativo al futuro, sino hacia lo que sucede en el presente sin elemento referencial antecedente.

Este principio de asimilacion de lo desconocido por lo cotidiano conforma una determinada posicion ante la muerte, no ya hacia el riesgo de su muerte, que no aparece en ningun momento en toda la extension del Diario, sino hacia la muerte de los seres queridos: "Naci6 Andres, a las 2 de la mafiana del 1 de Febrero de 1872" nos dice en una ocasión y mas adelante nos sefialara:

"Falleci6 Andresito el día 4 de enero de 1873". Ya en Honduras en 1882, nos dira: "Mi hijo Andresito ha muerto, y cuando menos esperaba yo [...] en mi casa un acontecimiento de esta clase [...] El nifio se sinti6 indispuesto el 15 y el 16 expir6. Se supone que fue un ataque a causa de las lombrices".

No es insensibilidad lo que el laconismo de estas brevisimas lineas evidencian; si nos fijamos en algunos indicios el dolor tuvo que ser muy profundo; el que nace es Andres, no un simple nifio sino un ser al que no se le concede con el nombre un sentido de existencia, de adultez anticipada; el que muere en el 73 -apenas un afio despues de haber nacido- ya es Andresito y Andresito volvera a nombrar al vastago que viene como a llenar la ausencia de desaparecido en la manigua pero tambien desaparecera el, s6lo que en la hostil selva hondurefia. Recien desembarcado en Cuba en abril del 95, al reunirse con la tropa de Jose Maceo, le refieren el encuentro sostenido días antes y apunta: "En cambio un claro sensible se ha abierto en nuestras filas en la sangrientas jornadas del día 25. El valiente Alcid Douverge, uno de los Jefes mas intrepidos de los naturales de Guantanamo, fue muerto en tan rudo combate" Tanto la muerte de Jose como de Marti, como lo vimos, lo sacudiran rudamente, en medida tal que el mismo se percatara de lo poco acostumbrado a la violencia, pero es solamente la muerte de Panchito junto a Maceo la que lo removera en los cimientos, la que es recibida por nosotros como si se fuera por encima de su capacidad de asimilación, de su estatura; sin embargo, no sucede esto porque fuese el hijo; el mismo nos dira la raz6n claramente:

j Un machetazo! Sf, ese golpe tajante, sobre el cadaver de; aquel nifio valeroso, tendido sobre el campo de Punta Brava, no lo olvidare yo nunca. Ese destrozo infame, esa mutilacion del cadaver de aquel heroe, tendido en los brazos del otro heroe muerto tambien, no lo puedo yo olvidar nunca. Esa profanacion sangrienta con aquellos restos que merecfan respeto, no la puedo yo perdonar jamas [...] Contrasta aqui de manera tristisima para los espafioles, la figura alta del Coronel Jimenez de Sandoval, en Boca de Dos Rios, en Santiago de Cuba, al descubrirse ante el cadaver de Jose Marti y la talla de Cirujeda en Punta Brava, mutilando el cadaver de Francisco Gomez [...] No me pesa, no, haber sido en esta guerra siempre clemente con los espafioles que han caido en nuestro poder y asf seguire siendolo pues yo no puedo imitar a los asesinos de nuestros hijos. Pero siento en mi pecho palpitar un sentimiento de venganza, no por la muerte de mi hijo, pues a la guerra se viene a morir, sino por la mutilacion, por la profanacion de SU cadaver.

Maximo Gomez tenia la curiosa cualidad de abarcar a un tiempo el ejercito y los soldados. La direccion de tropas numerosas, las combinaciones dificiles, las tenacidad de la persecucion enemiga e incluso la inexpresa oposicion de sus subordinados a iniciativas o medidas cuyo alcance no lograban comprender, no le impiden que siempre tenga presente al soldado singularmente considerado y que ese soldado, a quien habfa que tratar con la inflexibilidad de una disciplina templada al rojo, porque al rojo vivo era la guerra aquella, en ultima instancia era un hombre.

Puede aducirse en contra de lo que argumentamos que no hubo jefes en ninguna de las dos guerras que tuviese una fama mas extendida de severo y riguroso y serfa cierto. Pero no se puede perder de vista que el sistema de exigencia por el establecido lo tenfan a el mismo como punto inicial y la severidad que conduce incluso al castigo por faltas que pudieran considerarse de menor importancia, se revertfa en un menos y mas certero sentido de la accion colectiva, en una mas expedita relacion entre los medios y los subordinados, cosas todas que se traducfan en una mayor seguridad de los soldados en la campafia.

Los juicios que el diario nos ofrece sobre el doctor Luases las paginas que dedica Gomez en su hermoso relato sobre Edua, pobre negro esclavo para quien la libertad parecfa haber llegado demasiado tarde y que en medio del bosque, olvidado de todos, incluso del propio Gomez, cumplfa la orden -sin echar a ver el tiempo transcurrido- que el General le habfa dado en un momento de la marcha, y luego resultarfa un utilfsimo colaborador; la narracion de Palo Seco en la cual la penetrante pupila humana del Generalisimo involuntariamente se impone al ojo del jefe militar en medio de la batalla, y dentro del herofsmo y la magnitud gloriosa del combate comprende, se da cuenta en toda su callada pero formidable dimension, el papel jugado por el gufa cubano prisionero de los espafioles, que engafiaban al Coronel Vilche tentandole con el cebo del botfn capturado por Vicente Garcia en La Zanja y trasladandolo luego a un lugar en el cual el sabfa que las armas ya no estaban; todos esos lugares de su prosa de campafia nos revelan la capacidad de conocer al hombre dentro del soldado y revela tambien que hasta la lucha que encabeza la comprende solo en tanto que realizacion para esos hombres. En el retrato del hombre por excelencia, los heroes son hombres corrientes que probablemente de ser otro el narrador hubieran quedado desconocidos para la historia.

Luego del Zanjon sus ayudantes Polo y Simon le diran: "nosotros somos solos en el mundo, nos vamos con usted", y serfan de los pocos que lo acompafiaran en el cruel inicio del exilio en Jamaica. De hombres como Polo y Simon, "solos en el mundo", sin ninguna referencia patronfmica, negros cimarrones, fugitivos o apalencados, pobres campesinos en otras ocasiones, mujeres casi nifias que sabe asesinadas por el espafiol, una muchacha que ve un día en Guisa en los inicios de la guerra grande y se le prende del recuerdo durante veinticinco afios y la vuelve aver ya anciana en Cayo Hueso, rodeada ella de hijos que el pone a cabalgar sobre sus rodillas; de seres asf, productos naturales de nuestro pueblo, estan llenas las paginas del Diario de Campana de Gomez. El testimonio total de nuestra marcha independentista, esta construido con relatos sobre hombres corrientes y la hazafia de la formación de un pueblo se cuenta a traves de las vidas comunes, an6nimas, de la generalidad de sus integrantes.

En noviembre del 74, luego de las grandes batallas en el Camagi.iey, nos dice el Diario: "[ ...] viene el Teniente Coronel espafiol Virue que con objeto de querer saber de los restos de un hijo suyo muerto en Las Guasimas, se ha confiado a nosotros. Se le recibe bien y se le trata como a caballero".No es solamente hacia el Coronel espafiol las consideraciones, sino hacia el padre que busca el cadaver del hijo y todavfa mas hacia el propio enemigo muerto. Si comparamos estas notas con las de diciembre del 96 comprenderemos como el machetazo en el craneo de Panchito debi6 herir a Gomez profundamente.

Ahora bien, esta concepción del hombre como prop6sito ultimo de todos los esfuerzos no esta solamente dada en el contenido humano de una ferrea disciplina militar, ni en su capacidad para apreciar y valorar los hombres sencillos en medio de las situaciones magnas, ni en su respeto al enemigo muerto. Esta dada, sobre todo, en su sentido de la acción callada. En vano se buscaron a lo largo de todo el Diario y de los escritos paralelos a este, referencias que entrafien autoevaluación o, siquiera, satisfacción por lo hecho. Apenas algunos trazos sefialan el lugar y la fecha de las situaciones que lo cubrfan de gloria; cuando el relato se hace amplio, otros y no el aparecen como los mas merecedores del reconocimiento. Aun cuando este sentido de la acción callada puede resultar en alguna medida de la tendencia a reducir a la cotidianidad que alcanza tanto las derrotas como las victorias, tiene dentro de la prosa de Gomez personalidad propia como uno de los conceptos basicos que sostienen su relato. Este sentido de la acción callada encierra la idea del pueblo como destinatario final de todo lo que se realiza y al mismo tiempo contiene un concepto del deber. Pero tanto lo uno como lo otro no se concilian ni se resuelven en una composicion maniquefsta del mundo, tanto mas notable cuanto el que suscribe es un guerrero en media de una de las mas crueles contiendas que haya conocido el mundo moderno. Hay compatriotas y enemigos, pero el bien y el mal no estan distribuidos polarizadamente; al enemigo se le combate y se le combate con las maneras mas eficaces posible e incluso se le combate sin cuartel, a muerte; porque sin cuartel, a muerte, sin esperanzas de prisioneros, combatfan los espafioles y los cubanos necesitaban contestar al terror con el terror como una forma de autodefensa. Pero tambien se combate sin cuartel y a muerte las miserias que existen dentro del propio campo insurrecto y cuando hay que fusilar a un General como Roberto Bermudez, punta de vanguardia de la invasion, no por traidor, que no lo fue, ni por cobarde que no lo habfa sido nunca, sino por asesino, se le fusila. 

Al comienzo de estas consideraciones sabre la prosa de campafia de Maximo Gomez decfamos que hay mas de un punto en el Diario que se presenta como contradictorio con el conocimiento que tenemos de la vida del Generalfsimo.

Dentro de este contexto pudiera apuntarse el pesimismo que transpiran las paginas del documento desde las primeras anotaciones en octubre del 60 hasta las ultimas en enero del 99.

No nos presenta el Diario la imagen de un hombre que sostenga, digamos, una vision alegre de la vida, sino por el contrario nos proporciona la figura de alguien vuelto sobre sf, incisivo en sus relaciones con los demas, inclinado siempre a valorar preferentemente los aspectos desfavorables de las situaciones que los favorables.

Decimos que este pesimismo es contradictorio en Gomez, porque Gomez es fundamentalmente un triunfador. l,Donde puede estar la clave que descubra la razon de este pesimismo? Marti, al invitarlo a encender de nuevo la llama de la guerra en Cuba, le habla como retribucion a sus servicios de "la ingratitud probable de los hombres".

Es Gomez un triunfador, pero tambien es alguien que ha visto como los triunfos mas altos pueden venir a tierra por intereses personales, egofsmo, ambiciones, mezquindades de toda laya: ''Cada día me convenzo mas -nos dice- de que hasta el amor cantado por la madre, meciendo a su hijo en la cuna, con ese amor santo, puede tener mucho de interes y de egofsmo".

Su pesimismo nace de su sentido de la accion callada y de su idea del hombre como razon suprema de todos los esfuerzos; es pesimista porque alla, en el fondo de sus intenciones mas fntimas, aspira a modificar al hombre mismo, a humanizarlo. Es pesimista porque no se conforma con el hombre tal cual es y tal cual el lo conoce. Resulta de un significado peculiar que quien quiera humanizar al hombre, recurra como procedimiento a la guerra; para cambiar al hombre tiene que cambiar las condiciones en que el hombre vive y este cambio obliga a la guerra. Quien por piedad prolonga los males humanos -entendía Marti- porno llegar a la guerra cuando unicamente la guerra puede ayudar a aliviar los males humanos, no es un hombre piadoso. Pero ademas la guerra posee por si misma la cualidad de mejorar al hombre, cuando es una guerra justa y necesaria" como fueron las dos guerras de independencia cubanas:

Nadie mas que nosotros mismos que sobrellevamos la vida azarosa de una guerra como la que hace cinco afios venimos sosteniendo, puede formarse una idea de c6mo se regeneran las costumbres de un pueblo, por medio de una guerra que lo haga independiente. Como se nota que cada individuo se respeta a sf mismo y el orden y la moralidad que reina en el seno de las familias [...]

La idea del destino o finalidad se corresponde con la de compromiso por selección propia, pero un compromiso tal que no es susceptible de ser abandonado sin que lesione la naturaleza misma de lo personal. Es decir, la selección se hace a partir del ejercicio de la propia libertad, pero una vez realizada no puede abandonarse sin que tal abandono conlleve la mudanza de la identidad personal misma

El compromiso por otra parte, equivale al concepto de misión que se entiende claramente como la independencia de Cuba: "[...] como yo no he venido -nos dice- aquf masque a ayudar a la guerra, creo cumplida mi misión cuando esta ha terminado por parte de los cubanos", con lo cual el compromiso -concebido como misión-, adquiere una caracterfstica nueva de un compromiso con la independencia de Cuba en tanto que los cubanos luchen por la independencia de su pafs, con lo cual se traduce como compromiso con el pueblo o como misión de servicio al pueblo.

Tomando no las referencias textuales del Diario a este asunto, sino lo que el Diario en su conjunto, por sf mismo significa, la idea de destino o finalidad trasciende como compromiso con la historia, como inevitabilidad de actuar en el sentido de lo que se considera que tiene que suceder por raz6n de justicia. El compromiso de Gomez pertenece entonces a lo que el en algtin momenta denominarfa "lo grandemente misterioso de las revoluciones que libertan a los pueblos" y expresandose como compromiso con la historia de Cuba, a traves de un compromiso con el pueblo cubano, retorna hacia la forma mas simple pero que al mismo tiempo constituye su forma mas esenciaL de compromiso de Gomez con el propio Gomez.

Probablemente pueda hablarse de una voluntad teleologica, empefio en darle a la independencia de Cuba rango de finalidad a ultranza, no expresa sino inferible en el Diario. No puede pasar inadvertido que Gomez es el veterano del 68 que menos estabilidad o arraigo obtiene en todo el transcurso del exilio entre las dos guerras; en cierta forma su permanente poca fortuna lo situa como desasido de cualquier proposito o lugar con algun perfil de durabilidad, lo mantiene como trashumante, como nomada en espera o busqueda de su verdadera y unica zona de estar: la guerra por la causa cubana.

Asf visto, "lo misterioso de las revoluciones que liberan a los pueblos" que sefiala Gomez, resulta en lo misterioso de la union de su biograffa con la historia de Cuba, que a su vez se traduce en lo complejo de la formacion del tejido historico.

De esta suerte el Diario adquiere una dimension de intemporalidad, de ausencia de diferenciaciones temporales trascendentes, de presencia en un momento o piano unico: el de la fundacion, que se equivale a decir el de la definicion de la futuridad y del dibujamiento del elemento referencial del pasado, todo ello en un acto inequf voco de presente. Este sentido de intemporalidad, perfila mejor el caracter de totalidad del Diario. Si tenemos en cuenta que la posesion de referencias vitales anteriores y la seguridad de destinos venideros son ingredientes indispensables en la existencia de un pueblo, el caracter de totalidad del Diario se traduce entonces como la cronica mas acabada de nuestra formacion nacional.

Este alcance del acto de fundacion es irrecusable e irreversible: toda emboscada del imperialismo y las corrientes desnaturalizadas intemas por absorber la isla en el transcurso de la republica, procuraran despojar al pueblo previamente de sus propositos de realizacion y de su recuerdo heroico; toda renovada acometida revolucionaria en cambio, conlleva una readquisicion de objetivos por alcanzar y un revivamiento de la memoria separatista.

El Diario de Campana, en otra dimension dramatica. es el relato del reconocimiento de Cuba por los cubanos; de Cuba en el aspecto ffsico y en el aspecto humano. En el aspecto ffsico la isla es reconocida, a pie y a caballo, en las penosas jomadas de las dos guerras en fases sucesivas que se superan unas a las otras hasta culminar con la Invasion del 96, reconocimiento este de un grado solo comparable al realizado por los conquistadores iniciales, por Velazquez y Narvaez. Este conocimiento provee a los cubanos de un sentido de la totalidad insular no posefdo hasta entonces, que se enriquece adicionalmente por el conocimiento referencial que se tiene de la isla con relación a los demas paf ses cercanos del Cari be y el Continente, producto del prolongado deambular en el exilio de los patriotas mas distinguidos. En el aspecto humano los cubanos se reconocen por el nivelamiento social que imponen las guerras, por la comunicacion e intercambio de colectividades hasta entonces vueltas hacia sus propias regiones; por el dibujamiento, en el campo de batalla y en hostil tierra extranjera, de las especificidades diferenciantes con el espafiol y con el norteamericano. Ambos conocimientos, el ffsico y el humano, se traducen entonces en un sentido de totalidad nacional tanto mas profundo cuando que en el proceso de independización se fusionan dos generaciones distintas de cubanos. Se produce asf el singularfsimo hecho de que en presencia de los portadores de la tradicion consagrada por la guerra anterior, la tradición vuelve a hacerse materia factual en la guerra nueva; el mito mambf recobra vida en el 95 con los mismos que dieron nacimiento en el 68. Esta curiosa concurrencia obrara sociologicamente fortaleciendo la mas genuina personalidad de independentismo y sera, en definitiva, una de las principales razones actuando en contra de la pretension norteamericana de absorcion durante el primer cuarto del siglo actual.

Gomez, su Diario, seran los unicos testimonios conque hasta ahora contamos de tal salvadora circunstancia. Si nos fijamos con cuidado, sucede como si todo este proceso de reconocimiento en lo fisico y en lo humano se materializase, obtuviese expresion corporea, en la propia existencia del Generalisimo. En una secuencia interrumpida, Gomez se va consustanciando con la naturaleza y con el pueblo de Cuba. Es, por una parte, como sf el escenario ffsico de sus batallas se inscribiera en su cuerpo mismo; como sf el sol, la vegetacion, la lluvia, el suelo de la isla tantas veces recorrido de uno a otro punto cardinal, desbordase el lfmite de sus sentidos para convertirse en su propio ser:

He vivido 34 meses encima del caballo, mi sueno por la noche se reduce de cuatro a cinco horas y las mas de las veces a menos. Mi alimentacion es la misma cosa todos los días, cames sin condimentos y viandas cuando se encuentran. Hace tres días que acompano la came con miel de abeja. Siento mi pobre cuerpo cansado de las fatigas y hace muchos días que con el pretexto del frfo, mi cama es el duro suelo, suavizado con pajas del potrero donde pastan los ganados. La hamaca no me es ya comoda, como lo era antes y es que la tierra quizas me llame a su seno.

Es, por otra parte, como si todas las inquietudes, sufrimientos, anhelos y propositos de todos los hombres comunes del pueblo encontrasen en el una vibracion equivalente, compafiera:

Aquf se me ha reunido todo un pueblo hambriento y desnudo. La situación es por demas aflictiva [...] la evacuación por parte de los espanoles, se hara despacio y c6modamente para despues ocuparla los americanos. Mientras tanto a los cubanos

nos ha tocado el descampado y por premio de nuestros servi­cios, de nuestro cruento sacrificio, el hambre y la desnudez, que hubieran sido mas soportable en plena guerra que en esta paz donde no se nos es permitido ostentar nuestros laureles tan bien conquistados [...] no puede haber en Cuba verdadera paz moral [...] mientras dure el gobiemo transitorio impuesto por la fuerza dimanante de un poder extranjero y por tanto ilegitimo, e incompatible con los principios que el pais entero ha venido sustentado tanto tiempo en defensa de los cuales se ha sacrificado la mitad de sus hijos [...]

En efecto; no habrfa en Cuba paz ni sosiego mientras durase la tutela norteamericana sobre nuestros destinos.