Ciencia y Sociedad, Vol. 25, No. 4, 2000 • ISSN: 0378-7680 • ISSN: 2613-8751 (en línea) • Sitio web: https://revistas.intec.edu.do/

EL FASCINANTE MUNDO DE LOS LIBROS

DOI: https://doi.org/10.22206/cys.2000.v25i4.pp572-89

*Profesor del INTEC

INTEC Jurnals - Open Access

Cómo citar: Alcántara Almánzar, J. (2000). El fascinante mundo de los libros. Ciencia y Sociedad, 25(4), 572-89. https://doi.org/10.22206/cys.2000.v25i4.pp572-89

Resumen

Desde tiempos relativamente cercanos en la historia de la humanidad, el libro ha servido como instrumento privilegiado de difusión cultural, porque el recoge las ideas que han transformado al mundo en cada periodo crucial de su devenir. El libro ha sido uno de los mas utiles objetos en la acumulación de la cultura, un proceso que se inició a pasos lentos en la prehistoria del genero humano y que ha cobrado una celeridad vertiginosa en el utlimo siglo.

Un serio problema del proceso educativo nacional que se refleja en toda su crudeza durante los años universitarios, es la resistencia de los estudiantes a la lectura de textos de indole filosófica, histórica, sociolgica o literaria que resultan indispensables para una buena formación academica. Sin una sólida base humanistica, queda siem pretrunca y delormada la carrera del profesional de las ciencias y la tecnologia.

Cuesta mucho vencer la esclerosis mental de los alumnos que ingresan a las au las universitarias y es preciso un esfuerzo titanico para estimularlos a leer. La primera dificultad consiste en la falta de motivación, la ignorancia y el pauperrimo vocabulario, que en un estudiante de ultimo año de bachillerato se reduce a unos cuantos centenares de palabras.

A lo largo de este ensayo, el autor explica la importancia de la lectura en la formación estudiantil y los retos que tienen ante si la familia y la escuela para contribuir a la formación integral del ser humano. Ademas, ofrece una serie de recomendaciones de lectura para quienes se inician en el fascinante m undo de los libros.


Palabras clave:

i. EL MUNDO DE LOS LIBROS

Como todo el mundo, solo tengo a mi servicio tres medios para evaluar la existencia humana: el estudio de mi mismo. que es el mas dificil y peligroso, pero tambien el mas fecundo de los metodos, la observación de los hombres, que logran casi siempre ocultarnos sus secretos o hacernos creer que los tienen: y los libros, con los errores de perspectiva que nacen entre sus lineas.1 Estas certeras palabras, que Marguerite Yourcenar pone en boca del emperador Adriano en alguna pagina de su obra maestra Memorias de Adriano, revelan los prodigiosos atributos del libro como fuente de conocimiento ontológico.

Desde tiempos relativamente cercanos en la historia de la humanidad –hablo del siglo xv, cuando Guttenberg perfeccionó la imprenta con la invención de los caracteres móviles de metal, haciendo posible la multiplicación de la letra impresa–, el libro ha servido como instrumento privilegiado de difusión cultural, porque el recoge las ideas que han transformado al mundo en cada periodo crucial de su devenir. Como ha dicho nuestro Manuel Rueda en un articulo titulado "El libro: magia y realidad": "...todo lo que la humanidad ha pensado, creido y sentido se encuentra, como por arte de magia, en los libros: Y es cierto que en ellos se encuentra una magia particular que ningun otro objeto posee. Si vistos en sus anaqueles parecen momias polvorientas, basta el hecho de tomarlos y abrirlos en una pagina cualquiera para que surjan de inmediato, al calor de la vida, pueblos cnteros con sus culturas, sentimientos heroicos o delicados. todo el vórtice natural de las pasiones, la fuerza de la naturaleza y la intimidad del ser humano, mostrada en las fluctuaciones de la Lengua y en las peripecias del estilo."2

En los libros, pues, hallamos ese hermoso caos que constituyen las experiencias de millones de hombres y mujeres, el fervor doctrinario que anima a los creyentes, el resplandor filosófico que asoma en cada teoria, la incertidumbre del que duda, las convicciones del luchador, la descripción de todas las peripecias del explorador y el aventurero en regiones ignotas habitadas por pueblos de costumbres insó1itas, las vicisitudes padecidas en la guerra, las bondades y progresos de las epocas de paz. las grandezas de los heroes y los martires, las miserias de los oprimidos, la generosidad de los justos, las infamias de los viles, el vuelo de la imaginación y la fantasia proyectado hacia dimensiones desconocidas, y, en fin, el poder siempre creador de la palabra, multiple e infinita, que nos permite construir mundos insospechados e inventar nuevas realidades.

El libro ha sido uno de los mas utiles objetos en la acumulación de la cultura, un proceso que se inició a pasos lentos en la prehistoria del genero humano y que ha cobrado una celeridad vertiginosa en el ultimo siglo. Pensemos en el atraso de la humanidad sin el valioso auxilio de esa memoria colectiva estructurada con caracteres tipograficos tan diversos como los millares de idiomas y dialectos que inundan el planeta con la elocuencia de sus signos.

Los libros capitales que han marcado el curso de la historia no cesan de cambiar con el paso de los años. Cada lectura de esos libros esenciales es una lectura diferente. La Iliada y La Odisea. La Divina Comedia, El Ingenioso Hidalgo don Quijote de la Mancha, El doctor Fausto, Madame Bovary, Crimen y castigo. Guerray paz, En busca del tiempo perdido, La montaña magica. Contrapunto y La metamorfosis, por solo citar un pufiado de obras maestras desde Homero hasta Kafka, constituyen ejemplos cimeros de esta afirmación. En cada epoca se encuentran nuevas facetas en el multiple sentido que nos ofrecen las palabras ordenadas en un texto. Cada generación, con su sensibilidad particular, sus preocupaciones especificas y su manera de ver y asumir la vida, descubre dimensiones que otras no habian visto antes, o en las que no habian reparado.

El libro esta siempre aguardando al lector, discreto y silencioso en el estante, la mesa de noche, o el anaquel de la biblioteca, presto a satisfacer nuestras necesidades cognoscitivas en cualquier momenta, dispuesto a entregarnos sus secretos sin ponernos ninguna condición; ajeno por completo, en su aparente quietud y mansedumbre, a las motivaciones que nos empujan a tomarlo en nuestras manos y hojear cada pagina buscando lo que anhelamos encontrar, deteniendonos en el pasaje clave, en las ideas fundamentales, deleitandonos con los pri mores de un estilo o las genialidades de un escritor.

El libro se convierte asi en consejero prudente en el amor, el poder politico, las relaciones económicas, las creencias religiosas y el comportamiento moral. La Biblia ha sido, por ejemplo, el libro sagrado del pueblo hebreo y la obra fundamental del cristianismo durante milenios, guia de creyentes en cosas humanas y divinas. Pero hay casos en que el libro es un temible agitador, un incendiario que desencadena las enormes marejadas de la voluntad popular galvanizada en torno a unos cuantos ideales y aspiraciones. Recordemos los efectos politicos que tuvo el Manifiesto comunista de Marx y Engels sobre la sociedad europea en la segunda mitad del siglo pasado. Publicado en 1848, este breve panfleto dirigido a estimular la lucha obrera contra la burguesia en el poder, bajo el lema: "Proletarios de todo el mundo, unios", transformó por completo la configuración ideológica, politica y social del mundo en menos de un siglo.

A veces el libro se muestra como un sabio maestro, portador de todos los conocimientos y todas las soluciones, un salvador que viene a resolver los problemas apremiantes y a contestar las preguntas dificiles; es el caso de los libros escritos por esa amplia gama de seres providenciales, misticos o no, que pretenden sacarnos de las tinieblas para llevarnos a una zona luminosa.

En otras ocasiones, el libro cumple una función trastomadora, inquietante, provocativa. Hace tambalear nuestras creencias mas firmes y nos pone al borde de cataclismos espirituales que somos incapaces de evitar. En el instante menos esperado se produce un vuelco interior, el chispazo del alumbramiento, y el libro llega a provocar en el lector una portentosa mutación espiritual y mental. Y todo esto con palabras. ¿Cuantas personas han cambiado su modo de ver el mundo despues de la lectura de obras como El paraiso perdido de Milton, El Principe de Maquiavelo, o El arte de la prudencia de Gracian? ¿O, mas modernamente. La rebelión de las masas de Jose Ortega y Gasset, y Tiempo nublado de Octavio Paz?

Pero el libro tambien es fiesta, diversion y regocijo quc hace reir a carcajadas, o sonreir discretamentc mientras induce a pensar en las cosas mas graves que acontecen en nuestras vidas, como ocurre en las obras de Lewis Carroll o Mark Twain. El libro, en su sólida estructura de paginas y tapas ilustradas, tambien recrea el espiritu al tiempo que sondea y refleja la condición humana. Amigo silencioso, consejero fiel, soldado de las buenas causas, taumaturgo del saber, el libro es la mejor compañia en los momentos de soledad y de ocio bien empleado.

ii. EL PROBLEMA DE LA LECTURA

Un serio problema del proceso educativo nacional que se refleja en toda su crudeza durante los años universitarios, es la resistencia de los estudiantes a la lectura de textos de indole filosófica, histórica, sociológica o literaria que resultan indispensables para una buena formación academica. Sin una sólida base humanistica, queda siempre trunca y delormada la carrera del profesional de las ciencias y la tecnologia. Ese profesional obtiene su titulo al cabo de un lapso de cuatro o cinco años de esfuerzo, pero seguira siendo un analfabeto funcional en muchas dimensiones de su vida. Aunque maneje los instrumentos de trabajo de su especialidad, carece de vision para aplicar correctamente sus conocimientos, se muestra incapaz de relacionarse en forma adecuada con su medio social y cultural, y no puede retribuir a la sociedad lo que esta invirtio en su formacion. Se de muchos diplomados en la universidad que nunca leen un libro, ni siquiera revistas o periodicos para enterarse de lo que pasa en sus profesiones o en el mundo.

Cuesta mucho veneer la esclerosis mental de los alumnos que ingresan a las aulas universitarias y es preciso un esfuerzo titanico para estimularlos a leer. La primera dificultad consiste en la falta de motivación, la ignorancia y el pauperrimo vocabulario, que en un estudiante de último año de bachillerato se red uce a unos cuantos centenares de palabras. Los textos se convierten entonces en una abstrusa red en la que es imposible penetrar, un complicado amasijo de palabras de dificil comprension. El estudiante, desalentado ante tantos terminos raros, sin ninguna practica en el uso sistematico del diccionario, termina dejando la lectura en las primeras lineas del texto. Imaginemos la tortura que debe padecer un estudiante de literatura española cuando se cnfrenta con un poema de Gongora o un drama de Calderon de la Barca. Sin embargo, las dificultades lexicas del autor de las Soledades pueden ser vencidas con un buen procedimiento para acceder a la esencia de sus versos. De igual modo, la profundidad existencial de una obra como La vida es sueño puede llegar a convertirse en un desaño apasionante.

El segundo escollo es la incapacidad para determinar que es lo esencial, cuales son las ideas motrices, como se articulan con las secundarias. En este punto, lo mas complicado es precisamente aprehender lo fundamental donde todo parece importante. Esta barrera, mas que de simple logica, proviene del poco entrenamiento para seguir la linea tematica en un texto, poniendo cada cosa en su lugar hasta llegar a distinguir entre lo basico y lo complementario.

En tercer termino esta la extension de las lecturas. Hay un verdadero panico a cualquier texto que exceda un cierto numero de paginas, y la pregunta que de inmediato surge cuando un profesor asigna un texto no es sobre el contenido o los aspectos formales, sino acerca de su amplitud. En lugar de acudir al original de El Quijote – libro que muchos proclaman como fundamental sin haberlo leido nunca –, el estudiante se contenta con un resumen que degrada y traiciona el espiritu de la obra.

A proposito de ese libro verdaderamente prodigioso y fundacional que es El Quijote, deseo precisar algo sobre las obras maestras de los grandes clasicos universales. Cuando un libro tiene varios siglos de escrito (y Cervantes escribio su obra cumbre entre 1606 y 1616, es decir, hace casi cuatro siglos), nos enfrenta a dificultades de lectura particulares que de ningún modo resultan insalvables. Ha habido un cambio en el lenguaje, porque la lengua es dinamica y se transforma constantemente. Pero la grandeza de un libro como ese, e igual ocurre con los dramas de Shakespeare, llamense Hamlet, Otello. Macheth o El Rey Lear, reside precisamente en veneer las adversidades del tiempo. Hay valores universales inmanentes, como el bien, la justicia, la solidaridad, la libertad, que logran traspasar las fronteras epocales, deslizandose por encima de las huellas que dejan a su paso las mutaciones generacionales.

No es cierto que un clasico antiguo, por el hecho de haber escrito un libro o haber compuesto musica hace cientos de años, pierda su atractivo para el lector o el oyente contemporaneos. Si nos trasladamos al campo de la musica encontramos, por ejemplo, que Johann Sebastian Bach es hoy mas moderno que nunca, e incluso algunos criticos han llegado a considerarlo como un romantico, habiendo sido, con toda propiedad, el gran maestro del barroco. Bastaria solo con mecionar El clave bien temperado, autentico producto de su genio, para colocarlo entre los padres de la musica universal. El caso de Beethoven es otro ejemplo contundente de actualidad. Fue un revolucionario en su tiempo y sigue siendo un modelo para cuantos acuden a su obra en busca de rigor, perfección e innovación constante. Sus sinfonias, sus sonatas para piano, y en especial sus cuartetos para cuerdas, prueban con creces la actualidad de su legado musical.

En lo que a la literatura se refiere, una obra debe explorarse con ojos nuevos y prestos a descubrir los secretos que ella encierra. Si la maestra o el profesor son buenos guias y saben motivar y conquistar, porque son tambien buenos lectores y aman los libros y las palabras, no habra quien se resista a la pasión de leer.

Sin embargo, desalentados por su incapacidad para enfrentarse a cualquier tipo de lectura, el estudiante vive atormentado y la frustración no tarda en aparecer, conduciendolo no pocas veces a la deserción y al fracaso.

Me he preguntado muchas veces si la causa de esta indisposición y desinteres es provocada por la invasion de los medios televisivos en los hogares y en el creciente uso de juegos que envician al espectador, encadenandolo a un aparato, sin darle tregua para dedicarse a la lectura, actividad que requiere una postura nada pasiva. No descarto que, en algunos casos, la distracción causada por la television y los juegos electrónicos sea la causante de los bajos rendimientos escolares, no sólo de niños, sino tambien de jóvenes y adultos. Pero creo que la causa fundamental de este rechazo hay que buscarla en la educación basica y los niveles siguientes, que es donde se forman los habitos y se estructura la disciplina que debe poseer todo estudiante para conducir sus asuntos con un minimo de eficiencia.

Durante sus primeros cursos, el niño lo unico que hace es copiar y memorizar. Alli aprende a recitar muy mal los resumenes y las tareas, sin penetrar demasiado en el nucleo del conocimiento. Es un saber fragmentario, atomizado, que el infante es incapaz de aplicar debidamente en el desarrollo de un habito de lectura que le ayude a consolidar su formación. En los cursos que van de quinto a octavo (segundo ciclo del nivel basico) continua la situación, coloreada de anecdotarios, moralejas y simples recuentos, sin que el joven sepa que lo verdaderamente importante es amar las palabras, aprender a manejarlas, adquirir fluidez en la lectura y la escritura, que constituyen instrumentos primordiales en el proceso de comunicación. Nunca llega a hacerse realidad la bella frase de Marguerite Yourcenar: "El verdadero lugar de nacimiento es aquel donde por primera vez nos miramos con una mirada inteligente: mis primeras patrias fueron los libros."3

Asi llega el joven al bachillerato (nivel medio), donde se las arregla con los tristemente famosos temarios, que van convirtiendo su mente en un depósito atiborrado de informaciones y datos aislados, sin ninguna relación ni concierto. En bachillerato –lapso en que los jóvenes deberian redondear sus conocimientos con lecturas profusas, con analisis y explicaciones que se deriven de lo leido–, el alumno, en cambio, se adiestra en la memorización de fechas, nombres, titulos de libros que no le sirven luego para nada y que olvida rapidamente.

La enseñanza de la literatura, a mi entender, no constituye en muchos casos un ejercicio de aventura y descubrimiento de otros mundos a traves de los libros, sino la odiosa memorización y repetición de esos directorios telefónicos que son los mammies de historia literaria. El estudiante es condenado a aprender, siguiendo una secuencia inflexible, los movimientos, escuelas, tendencias, figuras y obras, pero no lee de principio a fin una sola novela, un solo poema. Conoce todos los titulos sin haber leido el contenido de ninguno. Ahora existen las versiones simplificadas de obras, que traen en unas cuantas pagi nas lo que deseamos saber del argumento, el estilo del autor, las caracteristicas de los personajes y otras cosas, pero dejan al estudiante tan ignaro como estaba antes de consultarlos. Eso si, la tarea escolar se cumple y el muchacho obtiene una nota. Creo que la enseñanza de la literatura siempre ha tenido la delormación de abarcar demasiado –todo superficialmente–, cuando lo importante es leer un pufiado de obras capitales que nunca olvidaremos, que ampliaran nuestro vocabulario y van a enseñarnos cómo resolver las dificultades de la lectura.

Pero tambien ocurre que los propios profesores de literatura desconocen las obras y se protegen obligando al estudiante a embotellarse una serie de informaciones inutiles. En consecuencia, se aprende a detestar la literatura y la lectura se convierte en una pesadilla. El estudiante vive preguntando para que le servira todo eso que lo fuerzan a leer, porque no sabe todavia que la literatura es un modo de conocimiento unico, maravilloso, una forma de enriquecer el intelecto y adquirir una apreciable capacidad analitica y habilidad en el manejo del lenguaje.

Asi, un dia, huerfanos de lecturas, los jóvenes ingresan a la universidad. Comienzan entonces a "pasar trabajo" con sus cursos de historia, sociologia o letras, para desesperación de sus profesores. A los dieciocho años, sin embargo, se esta a tiempo todavia para cambiar el rumbo. Lo unico que se necesita es un poco de orientación para encontrar el valioso significado de los libros, voluntad para hacer habito de lectura, tesón para continuarlo y libros. En este proceso, el hogar y la escuela tienen mucho que aportar a la formación integral de las nuevas generaciones.

iii. RECOMENDACIONES PARA LA BIBLIOTECA PERSONAL BASICA

Han sido muchos los esfuerzos educativos realizados a traves de nuestra historia contemporanea para estructurar bibliografias esenciales que contribuyan a una formación personal amplia, independientemente del rumbo profesional que cada individuo decida tomar. Entre nuestros pensadores y maestros, el mas ambicioso intento corresponde a Pedro Henriquez Ureña, quien emprendió la ingente tarea, cuando vivia en la Argentina, de reunir, por encargo de una prestigiosa casa editoria, las cien obras clasicas de la literatura universal destinadas a estudiantes de segunda enseñanza, con prólogos y notas escritos por el. Dicha colección abarcó buena parte de los clasicos de siempre, pero quedó incompleta. En materia editoriaL el pais ha contado con esfuerzos loables para reunir y difundir los valores de nuestras letras, desde la Colección Pensamiento Dominicano; que llenó una epoca inolvidable, cuando los libros cran baratos y leer constituia una actividad basica en el hogar, hasta la Biblioteca de Clasicos Dominicanos, en la que se pretende recoger nuestras obras fundamentales a partir del siglo xix.

Para cualquier educador es un verdadero rompecabezas tener gue realizar una lista, limitada o extensa, de autores y obras que deben ser leidos y estudiados, para que los educandos adquieran una formación adecuada en materia literaria y otras disciplinas, que luego les permita acceder a niveles profesionales satisfactorios. En el mundo tecnológico de hoy, la formación humanistica adquiere una indiscutible validez: no se puede ser buen profesional, si no se tiene una vision global del mundo y sus conquistas culturales; si no se posee un instrumental minimo con el que podamos trascender los limites de la especialización. Para preparar de manera integral a quienes cursan niveles intermedios de la educación, deberia crearse un plan de lecturas gradual es y supervisadas que vayan echando la zapata de ese edificio inmenso que constituye el conocimiento humano.

Mientras se van asimilando las lecturas de los grandes maestros universales de todos los tiempos, en ediciones comentadas y prologadas por autoridades en la materia existen colecciones de todos conocidas en la actualidad, como Catedra, por ejemplo, que hace enfasis en los clasicos españoles, a partir de los misticos del Siglo de Oro-, conviene ir penetrando en esa riquisima cantera de autores y obras de Hispanoamerica y la Republica Dominicaua. Junto a la impresionante obra de Jose Marti y Ruben Dario, dos maestros fundacionales de la poesia en lengua española, cuya impronta modernista se impuso en todo el ambito del idioma, es necesario conocer tambien los mejores libros de Gabriela Mistral, Pablo Neruda y Cesar Vallejo, tres grandes poetas hispanoamericanos del siglo veinte que toda persona que se precie de instruida debe leer. A traves de sus poemas no solo accederemos a una nueva vision de nuestro hemisferio, sino tambien a una sensibilidad y un decir completamente distintos de los que prevalecieron durante el romanticismo decimononico, epoca de autores importantes que buscaban nuestras esencias por caminos distintos, como Jose Hernandez, Domingo Faustino Sarmiento, Jorge Isaacs, Manuel de Jesus Galvan y Juan Zorrilla de San Martin.

Y como la poesia es el area fuerte de las letras dominicanas, es preciso que los planes de lectura contengan las obras cimeras de nuestros vates principales. Tenemos por lo menos una docena de figuras muy solidas cuya poesia es el mejor camino para conocernos a fondo. No es cierto que la poesia sea incomprensible ni este pasada de moda, pues mientras haya imaginacion y sentimiento habra poesia, sino que nos faltan estimulos para penetrar en sus secretos, y seguramente tiempo para sentarnos con calma a disfrutar de ella.

Como he dicho en otra parte, nuestra poesia recorre el siglo que ahora termina y deja un perdurable legado de voces y obras. Hecha de palabras y de ritmo, de imagenes y metaforas, ella es la interpretacion, oral o escrita, grande o pequeña, de nuestras esencias. Todo lo que somos y hemos sido; las verdades sofiadas y las vividas; el mito, la fe, las creencias; el deseo, el amor, y la muerte; las palpitaciones del ser y los laberintos de la conciencia; las conmociones sociales y las incognitas del porvenir; todo, en fin, se encuentra en nuestra poesia. Creadores de la talla de Salome Ureña, Domingo Moreno Jimenes, Manuel del Cabral, Pedro Mir, Tomas Hernandez Franco, Hector Inchaustegui Cabral, Franklin Mieses Burgos, Freddy Gaton Arce y Manuel Rueda, para solo citar a unos cuantos, constituyen el punto de partida de cualquier indagación sabre nuestra idiosincrasia. Elias han dicho sobre nuestro pueblo, en unos cuantos libros indispensables, lo que ha requerido miles de paginas de historia nacional.

Vivimos en la epoca de los apresuramientos, y se dice que no hay tiempo ni "juicio" para leer. Me parece que una magnifica entrada al universo de la literatura podria real izarse a traves del cuento, genera breve, intenso, maravilloso, capaz de conmovernos y llevarnos a reflexiones profundas. Surgen de inrnediato los nombres de Horacio Quiroga, Juan Bosch, Juan Rulfo, Jorge Luis Borges, Adolfo Bioy Casares y Julio Cortazar, grandes maestros del genero en este siglo, a los que afiadiria los nombres de Mario Benedetti, Augusto Monterroso, Julio Ramon Ribeyro y Jose Luis Gonzalez.

La lectura de una novela corta puedc convertirse tambien en una autentica aventura. Hay novelas que, precisamente por ser obras maestras, no tienen ningun desperdicio, La invención de Morel de Boiy Casares, El tunel de Ernesto Sabato, El acoso de Alejo Carpentier, El astillero de Juan Carlos Onetti, Pedro Paramo de Rulfo, Casas muertas de Miguel Otero Silva, Papeles de Sara de Manuel Rueda, Cronica de una muerte anunciada de Gabriel Garcia Marquez, Coronocicón de Jose Donoso, Aura de Carlos Fuentes, y La ciudad y los perros de Mario Vargas Llosa, forman una selección de la mejor narrativa hispanoamericana de este siglo que ningun universitario deberia desconocer.

La formación literaria no estaria completa sin la lectura de ensayistas que han marcado el rumbo en diferentes momentos de nuestro devenir histórico. Asi, de la mano de Marti conoceremos el fervor del poeta que tambien fue un gran pat riota, ofrendando su vida por la independencia de Cuba, su amada patria, y que dejó semblanzas de otros heroes, como Bolivar y San Martin, que estan llenas de vida y amenidad. En la lectura del Ariel de Jose Enrique Rodó seremos alertados del peligro que rcpresentaba el avance norteamericano en America Latina en las primeras decadas del siglo.

Pedro Henriquez Ureña y Alfonso Reyes, las voces mas altas en el Mexico posterior a la revolucion, nos ponen en contacto con un ideal humanistico que exalta los ideales de justicia y belleza en una epoca de convulsiones sociales y politicas. No olvidemos tampoco a Borges, paradigma de perfeccion en sus cuentos y ensayos, pero ante todo duefio de una mirada aguda y de un decir inigualable que le permite fabular y pensar, habiendo dejado una serie de ensayos literarios que descubren valores ocultos y descifran claves.

Pero de todos los ensayistas de nuestra América en los tiempos que corren, debo señalar la importancia de Octavio Paz, excelente poeta y grandioso pensador que ha sabido esclarecer los enigmas del mundo actual en una prosa que impacta por su claridad y su belleza, su hondura conceptual y su diversidad de enfoques. Puede convencer al lector, haciéndolo partidario de sus posiciones; o logra provocar en él una reacción de desconcierto y escándalo, pero jamás lo deja indiferente. Sabe ser polémico y seductor a un tiempo, introduciéndonos con sutileza en los vericuetos de sus demostraciones, o convirtiendo en apasionada discusión un tema que sólo él sabe reiterar con palabras cada vez distintas. Es un disidente consumado y ha hecho de la controversia su principal instrumento analítico. Desde hace muchos años, Octavio Paz es el escritor hispanoamericano de mayor resonancia continental, no sólo por la vastedad de su obra, sino por sus decisivas contribuciones a la clarificación de los problemas de nuestro tiempo, a partir de la publicación de su obra inicial El laberinto de la soledad.

Por ultimo, hay un campo lleno de atractivos para quien se inicia en la lectura, Se trata de las biografias y memorias, que nos ponen en contacto con la vida y experiencias de autores diversos, dejando en nosotros una serie de enseñanzas. Cuando era un muchacho, ese constituia para mi un filon de motivaciones y estimulos intelectivos. Recuerdo haber leido con gran interes algunos tomos de las Vidas paralelas de Plutarco, unas cuantas biografias de Emil Ludwig, de quien no olvido la de Miguel Angel: y luego, en una sucesión interminable, las de Jesus, Leonardo da Vinci, Napoleon, Tomas Alva Edison, R uben Dario, o la serie de los grandes musicos, entre muchos otros, y, ya mas adulto, haberme deleitado con las memorias de Graham Greene, Tennessee Williams, Marguerite Yourcenar, Alberto Moravia. En cada uno de esos libros esta de cuerpo entero la figura del artista, el pensador o el heme, con sus luces y sombras, dejando en los lectores un sedimento de vivencias e ideas que serviran para guiarnos en nuestro camino por el mundo.

Finalmente, si me piden recomendar algunos libros de este tipo para los lectores de hoy, no podria omitir cuatro o cinco libros que me parecen esenciales. Me refiero a Confieso que he vivido de Pablo Neruda, casi un poema en prosa sobre su vida; el desgarrador testimonio de Isabel Allende contenido en Paula, libro autobiografico que puede considerarse su mejor obra hasta el momento; El pez en el agua de Mario Vargas Llosa, en el que establece un contrapunto entre su vida y sus ideales politicos: y Adiós, poeta de Jorge Edwards, lleno de nostalgia y sin las espinas de su Persona no grata.

Deseo concluir con una cita Gianni Rodari, de su libro Gramcitica de la fantasia, incluida por Fernando Savater en un libro sobre la educación: "El encuentro decisivo entre los chicos y los libros se produce en los pupitres del colegio. Si se produce en una situación creativa, donde cuenta la vida y no el ejercicio, podra surgir ese gusto por la lectura con el cual no se nace, porque no es un instinto. Si se produce en una situación burocratica, si al libro se lo maltrata como instrumento de ejercitaciones (copias, resumenes, analisis gramatical, etc.), sofocado por el mccanismo tradicional 'examen-juicio', podra nacer la tecnica de la lectura, pero no el gusto, Los chicos sabre leer, pero leeran solo si se les obliga. Y fuera de la obligación. se refugiaran en las historietas –aun cuando sean capaces de lecturas mas complejas y mas ricas–, tal vez solo porque las historietas se han salvado de la "contaminación" de la escuela."4

BIBLIOGRAFÍA CITADA

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