Víctor Gómez-Valenzuela es un académico, antropólogo, de formación transdisciplinar cuya trayectoria como docente e investigador data de más de veinte años.
Ha sido autor y coautor de libros y artículos científicos asociados a la ciencia, la tecnología y la innovación. Además, ha publicado en torno a la valoración económica del medioambiente. Como profesor ha ejercido en grado y posgrado en diversas universidades nacionales e internacionales. Su desarrollo profesional ha estado estrechamente vinculado con la ciencia y tecnología, por lo que su condición de antropólogo le ha permitido desde la inter y transdisciplinariedad construir un diálogo permanente con su formación en Ciencias Básicas y Economía; realidad que se hace notoria a lo largo de la obra que se reseña, pues toda ella es no solo un recorrido por la evolución del ser humano —biológico-social y sus creaciones científicas, tecnológicas y culturales—, sino una reflexión y disertación de saberes, que procuran explicarla y proyectarla como un proceso de continua sinergia y transformación.
El Primate Alienado: Las claves tecnológicas del proceso de hominización y humanización es una obra publicada en el 2022, en España, bajo el sello de Caligrama Editorial, cuya mirada holística reflexiona sobre el ser humano en su sentido biológico y en su construcción sociotecnológica-cultural a través de los siglos. Esto es, acerca de los distintos procesos biológicos, medioambientales, espirituales, sociales, culturales, científicos y tecnológicos que lo han conducido a su desarrollo y transformación individual y colectiva a lo largo de la historia. A través de seis secciones, 21 capítulos, un epílogo y un post scriptum, el autor diserta en torno a los más variados conocimientos; ahonda desde lo espiritual y mítico-religioso hasta lo científico-tecnológico en el proceso de evolución de la humanidad y sus ‘creaciones-productos’, sean culturales, sociales, científicos o tecnológicos.
Con pluma académica y la óptica de un ensayista de la ciencia, Gómez-Valenzuela recurre a la multi y transdisciplinariedad de manera reiterada; la polifonía que se construye a través de las páginas de esta obra resalta la pluralidad de perspectivas que dialogan en el entramado de la humanidad. Reflexiona, fundamentado en diversas y nutridas referencias bibliográficas, sobre el desarrollo de la especie humana; hominización y humanización, dos términos que en su ensayo danzan alrededor del fuego. La transtextualidad es recurrente, pues las apreciaciones, cuestionamientos y argumentos del autor no solo se asientan en otros pensadores, investigadores y obras relevantes en el mundo académico, sino que recomienda, con frecuencia y para quienes deseen ahondar en las temáticas propuestas, multiplicidad de fuentes documentales, lo que acrecienta el valor educativo de su ensayo, pues se constituye como un repertorio bibliográfico y temático, condensado en un índice onomástico al final del libro.
En cuanto a su organización y como punto de partida e incitación al lector, utiliza el mito de Prometeo para resaltar la importancia que, en el imaginario olímpico y para el dominio del mundo, representaba el poder del fuego. La obtención de este le permitió al ser humano no solo calentarse o defenderse de las bestias, sino la cocción de los alimentos, contribuyendo así, de manera exponencial, en la transformación biológica de su cuerpo, con especial énfasis en el desarrollo cerebral y cognitivo, dada la absorción adecuada de los alimentos. Este factor, que parte del mito y que a la postre fuera uno de los descubrimientos más importantes de la historia, si no el más significativo de la especie humana, representa el punto de partida de la supremacía del género Homo sobre el resto de las especies animales, pues será el desarrollo de su inteligencia lo que le conduzca a procesos bases de la ciencia, como la observación, el cuestionamiento, el razonamiento, la experimentación y la aplicación. En conjunto, estas condiciones impulsaron al ser humano hacia la adquisición de habilidades y destrezas, a la creación de herramientas y recursos que le facilitaran la vida, que le permitieran resolver situaciones de sobrevivencia y que le garantizaran la preservación de la especie. Su búsqueda constante, según afirma el autor, ha permitido el desarrollo de la ciencia y la tecnología en pro de la colectividad, y ha sido de la mano de estas que la humanidad se ha transformado a sí misma y al mundo conocido.
Desde una mirada filosófica, en la primera parte, La rapsodia del fuego, el autor expone cómo el fuego, entendido como tecnología, ha sido un factor decisivo en la evolución de la especie y en el desarrollo tanto científico como tecnológico; sin su participación, la humanidad y el mundo no serían lo que hoy conocemos. Gómez-Valenzuela parte de la interrogante “¿De dónde viene nuestra capacidad para comprender y conocer y, en su sentido más amplio, de generar conocimiento y crear tecnología?” (2022, p. 25). A partir de ello realiza un recorrido en la evolución, cuyo trazo intenta responder a esta pregunta con la que encabeza la sección, pero también procura revisar la huella ancestral como recurso para explicar nuestro presente y, tal vez, nuestro futuro.
En la segunda sección, La humanización del mundo: implicaciones de la revolución neolítica, el autor discurre en el proceso de cómo el mundo se humanizó durante la Edad de Piedra, considerando la revolución neolítica1 como la gran transformación ante el abandono de la vida nómada y la instauración del sedentarismo; nueva condición que conllevó el establecimiento de relaciones económicas, sociales y culturales, de ahí la humanización. De modo que la revolución neolítica o fin de la Edad de Piedra marcó la evolución de la técnica y la tecnología, y con ello se transformó el mundo.
En cuanto a la tercera parte, Las semillas del conocimiento, “plantea una tipología operativa del conocimiento [que] define como una capacidad para comprender y aprender, al tiempo que se exploran algunas ideas sobre el conocimiento desde una perspectiva lingüística [generativo-transformacional]” (2022, p. 22). Asimismo, aborda la escritura y la notación matemática como resultado de la revolución neolítica, y profundiza sobre el impacto de estas en el desarrollo y transformación de la humanidad. Nos refiere el conocimiento como “un sistema dual” activo-pasivo: biológicamente podemos comprender-aprender y en el entorno social almacenar y transmitir. Partiendo de esto, reflexiona sobre la tipología del conocimiento para detenerse en el científico, inscrito en lo que denomina, sustentado en Mokyr (2002), como conocimiento propositivo u omega Ω, que “abarca los saberes tradicionales, el conocimiento formal e informal, así como las nociones intuitivas de las fuerzas que operan en la naturaleza…” (2022, p. 110); y en el conocimiento prescriptivo o lambda λ, que implica el uso y manipulación del conocimiento y fenómenos del mundo natural —conocimiento omega— para obtener, concretamente, algún resultado, es decir, la aplicabilidad; entonces, refiere el desarrollo tecnológico como la consecuencia del conocimiento prescriptivo (Mokyr, 2008[2002] citado por Gómez-Valenzuela, 2022, pp. 109-111).
Respecto a la parte cuatro del libro, El conocimiento científico y la transformación del mundo, el autor ahonda en torno a la relación entre la ciencia y la tecnología, la dinámica que se establece entre ellas y cómo su sinergia promueve de manera significativa el desarrollo, lo cual se refleja en la economía y en la sociedad. Sugiere que, de cierto modo, interpretamos el mundo a través de la ciencia, en tanto que lo transformamos desde y con la tecnología (2022, p. 161).
A partir de la pregunta “¿cómo nos afecta el mundo construido por la tecnología?”, nos introduce en el cuestionamiento sobre lo que denomina el nos individual y el nos colectivo, desarrollado en la quinta parte, Tecnología y alienación, en la que analiza a profundidad el sentido de la palabra alienación, aun cuando pudiera ser controvertida por sus implicaciones sociopolíticas en el contexto ideológico y de las relaciones del siglo xxi. De esta reflexión surge el título de la obra: El Primate Alienado; el nos natural que se distancia en apariencia del nos cultural, un nos que, en el proceso de hominización, es decir, de primates a humanos, desarrolló valores culturales, sociales, políticos y económicos, además de importantes conocimientos científicos y tecnológicos que le han permitido la propia evolución. En este tránsito, de miles de años, se ha creado la ilusión-sensación de que nos hemos desnaturalizado, cada vez más alejados de nuestra condición biológica, inherente y primigenia; sin embargo, tal como afirma el autor, nuestra vida depende, en esencia, de los recursos que la naturaleza nos provee. En su propuesta aborda la alienación fundamentándose en las nociones hegelianas y marxistas, pues ambas coinciden en un vínculo genético, aunque disímiles en términos políticos.
Sobre la base de estos pensadores, el autor propone y caracteriza diversas formas de alienación del ser humano. El “hombre”, para constituirse a sí mismo como ser cultural y social, se separa, en un primer momento, de este estado natural, de la sustancia universal, punto en el que se rompe el orden y se emprende el camino hacia la civilización. Luego, y basándose en el mismo Hegel, propone una segunda alienación, cuando el ser humano se separa de lo tribal para dar paso a lo individual “en un nuevo constructo o matriz socio-tecno-cultural representada en la emergencia del Estado moderno derivado de la Ilustración” (2022, p. 202).
Más adelante, el autor advierte de una tercera alienación, que se presenta como una reinterpretación del ser humano, esta vez cosificado por una sociedad fetichista en la que el individuo es una mercancía; de este modo el trabajador queda invisibilizado, deja de ser sujeto para convertirse en objeto. Alrededor de esta idea, de la tercera alienación, se evidencia su trayectoria académica y profesional —una visión antropológica, económica, científica y medioambiental—, pues se expone cómo la industrialización, la tecnología y el mercado han invisibilizado o disimulado el efecto e impacto que tienen en el entorno y en el medio ambiente, y cómo el capitalismo de datos y la mediatización, en conjunto con las redes sociales, han contribuido en el surgimiento de una cuarta alienación: los datos son comerciables. Al respecto, esboza algunas cuestiones asociadas a esta nueva alienación, donde convergen los comportamientos y hábitos de los consumidores, y las capacidades para generar conocimiento y tecnología en medio de aspectos legales, financieros y económicos, que permiten “alienar no solo los datos, sino la experiencia humana individual, modificarla, empaquetarla y transformarla en un activo financiero” (Gómez-Valenzuela, 2022, p. 206).
Huelga decir, que su postulado es un llamado de atención ante el capitalismo de datos, asunto que afirma va más allá del hecho político ideológico de derecha o izquierda.
Por último, en la sección de cierre, El futuro de la tecnología, el autor, desde un enfoque futurista —aunque no predictivo de tecnologías—, analiza el probable cambio tecnológico que cursará en los próximos años. Centra especial atención en la importancia que tienen y tendrán las políticas de ciencia, tecnología e innovación en el mundo luego de la pandemia COVID-19, y nos anticipa su tratamiento de la tecnología como “téchne que transforma el mundo, que al mismo tiempo es un producto social”. (2022, p. 233)
Así, el autor se aventura alrededor de la idea cíclica de la evolución, cuyo comportamiento se ha basado en lo que denomina, en cuanto al cambio tecnológico, como “ciclos de expansión y contención”.
En cuanto al Epílogo, Gómez-Valenzuela regresa sobre la tecnología y su complejidad a lo largo de la historia —pasado, presente y futuro— y enfatiza que el fuego, como tecnología —asunto que sostiene y desarrolla a lo largo de toda la obra—, impulsó la evolución de los primates a especie humana «hominización», y que ese “complejo mente-cerebro”, consecuencia de dicho proceso, dio paso a la «humanización», en el entendido de su sociedad, su desarrollo científico-tecnológico y cultural, tal como lo conocemos —y yo agregaría, representamos y significamos—.
En este sentido, hace un llamamiento en cuanto a la importancia de la ciencia y la tecnología como herramientas de desarrollo y bienestar de la humanidad, lo que implica que, en contraste con la Primera, Segunda y Tercera Revolución Industrial, la Cuarta —ya en curso— o la Quinta —por venir— se asocien más a una transformación de la humanidad-sociedad, mucho más conectada con el planeta, cuyos modos de producción y desarrollo sean sostenibles; esto es, “la reconciliación de nuestro nos biológico y social” (2022, p. 262).
El libro finaliza con lo que el autor intitula “Post scriptum: La guerra del siglo xxi como expresión de la sociedad de riesgo”. Partiendo del contexto de la guerra entre Rusia y Ucrania, reflexiona sobre lo propuesto por Ulrich Beck (1986) en torno a los riesgos y a su vinculación con la modernidad, entendidos estos como “políticos, sociales, económicos, ambientales, tecnológicos o biológicos [y que] dependen de las decisiones que se tomen y tienen una causalidad industrial” (2022, p. 272). Señala que, “plagas, guerra y urbanización” (2022 p. 273), los «tres jinetes de la riqueza» (Voigtänder y Voth, 2012, citado por Gómez-Valenzuela, 2022, p. 273), no solo continúan, sino que tienen una presencia vigorosa en medio del siglo xxi, potenciado, además, por otros aspectos de la posmodernidad, como la desinformación —añadiría, manipulación o distorsión— crisis medioambiental, terrorismo y retroceso ideológico, —vacío e insatisfacción del sujeto, relaciones líquidas, cultura al cuerpo y a la imagen, virtualización del individuo y sus vínculos—, y un largo etcétera que agravaría la situación. No obstante, Gómez-Valenzuela es claro en su propuesta: “Considero que la posibilidad de primero reconocer y luego de tratar políticamente el riesgo mediante mecanismos como el diálogo serio, comprometido y estructurado […] es nuestra mejor baza para dejar sin efecto la maldición de Zeus” (2022, pp. 273-274).2
Es indiscutible, que las múltiples temáticas de esta obra, ya sobre estudiadas en distintas épocas, y desde enfoques y propósitos diversos como el sociohistórico, el antropológico o el de la biología evolutiva, constituyen aspectos esenciales para comprender la dinámica de las transformaciones del ser humano y su vida en sociedad, así como de sus creaciones tecnológicas y científicas. Al respecto, no son pocos los autores que se han dedicado a su abordaje sistemático o a reflexionar respecto a la incidencia de la tecnología en la determinación y comportamiento de los mercados o el rol que ejerce la evolución científico-tecnológica en la educación; incluso, el mismo Gómez-Valenzuela hace alusión a muchos de ellos, tomando como referencia y fundamento sus aportes en esta línea, lo que, de primera mano, y desde una lectura inadvertida, podría considerarse redundante. Sin embargo, lo anterior no resulta en menoscabo de este ensayo, porque a pesar de su recurrencia temática y de la amplísima bibliografía existente en torno a estos tópicos, el enfoque de El Primate Alienado es una apuesta filosófica por el saber, ya no entendido como parcelas de conocimiento, bien definidas, con sus propios intereses, perspectivas, métodos y fines, sino como un ‘universo’ que explica la evolución en su sentido integral y en dos dimensiones que interactúan y se alimentan recíprocamente: la biológica y la sociocultural. Significa que se correlacionan eventos de ambas naturalezas con el conocimiento multidisciplinar y se reflexiona sobre el curso de la humanidad, sus creaciones y sus relaciones; hecho que el Dr. Rolando Guzmán ya nos advierte en el acápite que precede a la Introducción, “A modo de exordio”, cuando afirma: “Se engaña quien piensa que esta obra es un libro. Es, en realidad, un conjunto de libros.” (citado de Gómez-Valenzuela, 2022, p. 13). Ergo, más que una nueva revisión de asuntos consabidos, es una construcción y aproximación dialéctica sobre las diversas relaciones que, en un doble sentido, han interactuado entre ser humano-sociedad y ciencia-tecnología, esta última entendida como “una expresión que define nuestra forma de ser y estar en este mundo” (Gómez-Valenzuela, 2022, p. 15).
En este sentido, un aspecto común de análisis en las diversas secciones que componen esta obra es la tecnología como creación humana predominante en la hominización y en la humanización; esto es, la tecnología como un fenómeno no casual, sino complejo y causal, recíproco y determinante, entre la hominización y la humanización, partiendo del fuego como invención o descubrimiento tecnológico. Y a través de estos postulados, responder —o al menos aproximarse— a las variadas interrogantes que propone en su Introducción.
Así pues, El Primate Alienado: Las claves tecnológicas del proceso de hominización y humanización se conforma como una obra amplia, integral, debidamente fundamentada; una invitación, por una parte, para que los intelectuales, científicos, académicos e investigadores reflexionen sobre el rol de la ciencia y la tecnología en la evolución de la especie Homo; por la otra, como un llamado al replanteamiento de nuestras sociedades, modos de producción y convivencia, así como de los fundamentos ideológicos e intereses individuales de los líderes mundiales y de las instituciones de poder que gobiernan nuestro destino.
Un ensayo que nos convoca al cuestionamiento de las visiones restringidas, cada vez menos vigentes en medio de la globalización y del advenimiento de una nueva época tecnológica que se plantea problemáticas de orden ético, económico, político, ambiental y social. Una etapa signada por los acontecimientos de los dos últimos años, en los que la sobrevivencia de la humanidad a la pandemia estuvo supeditada al desarrollo científico y tecnológico, pero también a la posibilidad de compartir información, y de hacer un uso globalizado y libre del conocimiento. El autor nos propone así, una ciencia y una tecnología cada vez más inclusivas, al servicio de la humanidad, orientadas sobre la consciencia de la preservación y del bienestar colectivo.
La evolución ha sido y seguirá siendo indetenible, como la vida; la transformación biológica, ecológica, cultural y social del mundo, de la humanidad y de sus productos viene a ser el resultado de las dinámicas multifactoriales, en donde el elemento o factor común es la participación de la ciencia-tecnología desde sus inagotables manifestaciones. Sin embargo, esta dinámica no se sucede de manera espontánea o aleatoria, es el cúmulo y suma de conocimientos, experiencias, circunstancias y decisiones lo que la hace posible. De ahí que la humanidad deba responsabilizarse del presente y del futuro, no solo en el sentido medioambiental, político o económico, sino tomando las riendas de su propio destino como especie y como ente sociocultural.
Sin duda, un libro que nos llama a repensarnos y a orientar esfuerzos conjuntos en pro de la especie humana —en su nos individual y su nos social— de la mano de la ciencia y la tecnología en la época de la cultura digital. Sobre la palestra, y a pesar de los esfuerzos del autor, aún muchas preguntas sin respuestas, en especial aquellas que se asocian al futuro y sus retos; más allá de la propia evolución, se trata de la sostenibilidad y sobrevivencia, del equilibrio ecológico y de la preservación de la propia condición humana, susceptible a ser vulnerada si se persiste en reducirla a datos, “imagen” e información.
A modo de cierre, podemos referir que El Primate Alienado: Las claves tecnológicas del proceso de hominización y humanización es una provocación al conocimiento integral, un reto para el lector en términos de la convergencia de saberes y las posibilidades de correlación de las distintas áreas del conocimiento. Una evidencia de que las ciencias “duras”, sociales y humanas, así como la tecnología, la cultura y el arte no se encuentran disgregadas, por el contrario, se hallan en diálogo permanente, se construyen y deconstruyen entre sí. Son ellas las que edifican el saber, la evolución y transformación del mundo y la sociedad, y permiten, además, distanciarse de las miradas reduccionistas que pretenden delimitar y circunscribir el universo y sus infinitas posibilidades.
En ese mismo orden, la obra de Gómez-Valenzuela es una reflexión que exige el detenimiento, la pausa, la introspección del lector, uno que requiere de importantes habilidades cognitivas y lingüísticas para correlacionar contenidos e ir más allá del propio discurso. Es un libro para degustarlo y cuestionarlo, para abordarlo desde, por un lado, la luz del pensamiento y de la lectura crítica, en su sentido más epistémico; por el otro, desde la apertura y la transversalidad, pues más allá de los fundamentos teóricos que la sostienen, existe en ella un retorno al Mŷthos, en su definición más originaria, primigenia, marcada por Krónos y Kairós… El tiempo exacto del fuego, momento en que Prometeo subvierte la voluntad olímpica; y el tiempo de la evolución: el primate hecho hombre3, que signa su propio destino.