En la formación humana la lengua
tiene un papel protagonista.
María José Rincón
El dominicano tiene una forma peculiar para expresar de manera jocosa los azares de la vida; como ejemplo, tomo la expresión de una canción de Juan Luis Guerra, La guagua va en reversa; la reversa es una metáfora que tiene que ver con la orientación, hacia adelante es bueno, hacia atrás es malo, utilizada para representar el incumplimiento de las promesas.
Aunque pocos, existen escritos científicos que recogen las metáforas del dominicano desde la concepción de la lingüística cognitiva como parte de una construcción organizada y pensada de la lengua. Se puede citar a Mateo (2012) y Ramos (2018). En sus escritos aparecen metáforas como recurso lingüístico, utilizadas por distintos grupos sociales en el habla dominicana.
La relación entre la metáfora, el lenguaje y la construcción del pensamiento fue expuesta por Lakoff & Johnson (2009), en el libro Metáforas de la vida cotidiana. Con esta publicación se inicia una nueva corriente lingüística.
La lingüística cognitiva es un paradigma científico que reivindica la necesidad de una semántica que incluya la consideración del sujeto hablante y la integración del lenguaje con las demás habilidades cognitivas, además propugna por la relación de la gramática y los conocimientos enciclopédicos.
Es importante explorar las relaciones entre el lenguaje y otras facultades cognitivas como la percepción, la memoria o la categorización, que son formas de buscar explicaciones al funcionamiento del lenguaje, desde los aportes de otras áreas de conocimiento, como capacidad innata del ser humano.
La importancia de las metáforas en el lenguaje cotidiano viene dada por su función cognitiva y el lugar que ocupa en el sistema de pensamiento y lenguaje (Nubiola, 2000). Estas construyen y reorganizan la realidad desde las experiencias de los sujetos hablantes y los conceptos utilizados en cada contexto.
La lingüística cognitiva se rige por unos principios que detallaremos a continuación: la Teoría de los prototipos; el lenguaje basado en el uso; las metáforas; la semántica cognitiva; el significado es dinámico y experiencial.
Desde las imágenes mentales y las representaciones individuales y colectivas se puede expresar una lengua dinámica, en continuo movimiento. Esta es la razón de que la lingüística cognitiva se apoye en un sistema de representación para la comprensión del texto; se ve la metáfora como una herramienta de comprensión de la realidad.
Esa realidad debe ser comprendida desde los sujetos, sus relaciones, el momento, sus características y otras implicaciones que nos ayudarán a comprender la metáfora.
Sistematizando las metáforas
Es necesario explicar la concepción del mundo y la realidad de diversas formas; para esto, se recurre a la metáfora, que no necesita inventar nuevos términos, sino que, a través de transposición, modifica los significados existentes. Establece relaciones entre determinadas áreas del conocimiento que puedan explicar el significado de un término y dar una explicación a aspectos inexplicables para lograr la comprensión o dar respuestas a grandes interrogantes del ser humano.
La vida es una gran metáfora. Lo que hacemos, pensamos y la manera en que percibimos el mundo está condicionada por la realidad que vivimos y las experiencias cotidianas. El sistema conceptual dominicano no está exento de esta afirmación, es básicamente metafórico; para fijar aprendizajes en nuestro intelecto nos apoyamos en lo cotidiano, relacionamos las experiencias comunes con explicaciones simples para así poder formular ideas más complejas.
Las metáforas sirven para explicar relaciones en una oración, además de coherenciar la forma y el contenido de un concepto determinado. Los dominicanos utilizamos esta forma de expresión para ejemplificar, o para simplificar, sin reconocer que hacemos uso de un recurso lingüístico.
Las metáforas son un instrumento mediante el cual el ser humano es capaz de explicar conceptos inconceptualizables. Sería difícil responder a las preguntas resultantes de la reflexión acerca de la existencia, la muerte, el sentido, el absurdo, el ser o la nada, mediante el discurso conceptual; por esta razón recurrimos a las metáforas como recurso de expresión válida (Ros Velasco, 2012).
Pensadores como el filósofo alemán Ernst Cassirer, el napolitano Giambattista Vico o el filólogo alemán Johann Georg Hamann estudiaron las distintas formas simbólicas a través de las cuales la razón humana trata de establecer configuraciones totales que permiten obtener un discurso coherente de la realidad, incluyendo entre ellas la figura retórica de la metáfora.
Para explicar algunos conceptos hemos recurrido a la experiencia del ser humano; sin embargo, la lingüística cognitiva expresa que la gente categoriza los objetos por su parecido o similitud. Los conceptos, en cambio, pueden ser analizados en constituyentes primitivos que no se pueden descomponer.
A lo largo de la historia, hemos ido construyendo patrones para dar respuesta a preguntas existenciales de la vida del dominicano, hemos creado salidas jocosas a distintas situaciones que no podemos explicar a través de la ciencia o de conceptos elaborados. Al estudiar estas expresiones nos damos cuenta de que no solo son salidas jocosas, son metáforas con coherencia, explicaciones muy lógicas a fenómenos de la vida que responden a la lingüística cognitiva.
A través de las metáforas podemos nombrar un sinnúmero de situaciones que no podemos explicar de forma convencional. Hemos llegado incluso a metaforizar algunos conceptos, le hemos asignado cualidades, llegando a convertirlos en entidades vivas.
Las metáforas constituyen maneras sistémicas de hablar sobre algunos aspectos de la vida cotidiana de un grupo humano que posee unos valores y se desarrolla en un contexto situacional específico. Muchos utilizamos la metáfora el tiempo es dinero; tanto es así que en la escuela dominicana existe un programa al que le llaman “En mi escuela el tiempo es oro”. Se le asigna al tiempo el valor de un metal precioso que debe ser cuidado, guardado en un lugar seguro o canjeado por dinero.
Se utiliza la experiencia cotidiana con el dinero, o el valor del oro, para designar algo tan valioso como el tiempo. Asignarle un valor monetario al tiempo es metafórico, el tiempo no puede ser contabilizado como el dinero, el tiempo no se pierde, se utiliza para otras necesidades, no puede devolverse, ni tomarse prestado; asimismo, las horas de clases que se utilizan en otras actividades no se reponen.
Otro elemento del sistema metafórico dominicano son los colores para designar acuerdos, lo que está bien o no; lo verde, lo blanco, son positivos; el negro o el rojo designan puntos de desacuerdo. Así como decimos en rojo, cuando incumples alguna obligación, o tienes luz verde para decir que puedes continuar desarrollando algún proyecto; también para designar aspectos morales de la vida: lo blanco es bueno, puro, sacro, y lo negro es malo, impuro. La expresión ¡Que día tan negro! se usa para hacer referencia a un día con muchos pesares. El blanco también lo utilizamos como símbolo del vacío. Estar en blanco puede representar que no se sabe nada o ausencia de dinero.
Otra metáfora que se suele utilizar en los campos dominicanos es el árbol para representar fortaleza, dureza, valores morales. Es un tronco de hombre hace referencia al hombre probo, con carácter y temple; no andar por las ramas es ir directo al punto, sin divagar; ir directo al grano es otra forma de decir que la persona es directa, que habla sin rodeos. Suele decirse que es una tranca de mujer para designar la mujer trabajadora, con carácter y temple.
Lakoff & Johnson (2009) presentan las categorías que existen en el universo metafórico para cada situación de la vida. Estas serán utilizadas para representar las metáforas más comunes en el habla dominicana.
Metáforas de personificación
La personificación consiste en darle a un objeto físico una cualidad humana. Cada personificación es distinta, según los aspectos escogidos. Nos deja ver una forma muy específica de pensar y de actuar de un grupo humano.
Las metáforas de personificación son aquellas a través de las cuales hemos llegado a considerar como humano algo que no lo es; un ejemplo muy dominicano es la bebida lo mató.
También asociamos la mente a una máquina, es normal decir: estar enchivado, cuando no surgen las ideas; la mente está oxidada, para justificar algún error; a mil, cuando se tiene un montón de ideas fluyendo en la cabeza; acelerado, por tener mucha prisa.
Este tipo de metáforas suele representar los objetos como adversarios. En la metáfora la vida me ha tratado mal, la vida es un adversario, alguien que castiga y maltrata; las enfermedades son enemigos que hacen sufrir: ese cáncer se la está comiendo, para personificar una enfermedad en fase final. La pereza te está comiendo es otra metáfora muy utilizada en el sur dominicano para personificar la holgazanería.
Metáforas estructurales
Son las metáforas en las que un concepto está estructurado metafóricamente en términos de otro, es decir, una metáfora puede explicar otra. La discusión como un viaje es una metáfora muy común, en medio de una explicación que no se comprende solemos decir me perdí; cuando necesitamos retroalimentación decimos vuelve atrás; si pensamos que hay que explicar o detener el discurso usamos párate ahí, y finalmente, cuando no estamos de acuerdo con algún planteamiento o este nos afecta directamente utilizamos déjalo ahí. También se utiliza cuando no entendemos el tema que se explica y pedimos retomarlo o cuando queremos detener una explicación.
El dominicano es muy direccional en la forma de expresión. Utilizamos los términos sigue y dale como metáforas para indicar que estamos de acuerdo con algún planteamiento y queremos seguir escuchando más sobre el tema.
Metáforas orientacionales
Son las metáforas utilizadas para la orientación espacial y tienen una base en la experiencia física y cultural. En el contexto dominicano utilizamos los conceptos arriba y abajo; adentro y afuera para reflejar estados de ánimo, salud, estatus económico, poder, jerarquía, etc.
El concepto abajo se usa para expresar tristeza, melancolía, depresión, humillación, pobreza, atraso; decimos caíste muy bajo a quien se humilla; la salud está decayendo, para significar que esta no mejora.
En cambio, arriba significa fuerza, felicidad, poder, virilidad: levanta ese ánimo lo decimos para animar a alguien; tiene una alta posición; su carrera está en la cima; la pela levanta todo.
El concepto entrar se emplea para representar lo bueno, algo cerca, un inicio; mientras que salir se usa para algo malo, un retroceso y un fin. Así, cuando decimos vamos a entrarle al negocio queremos expresar que vamos a iniciar; no me entra en la cabeza, para expresar el no estar de acuerdo o no comprender una explicación.
Una metáfora muy utilizada en el ámbito político dominicano es dentro para representar el poder, la jerarquía, la cercanía; por su parte, estar fuera es soledad, ausencia de recursos o exclusión.
Metáforas y coherencia cultural
Los valores fundamentales de una cultura serán coherentes con la estructura metafórica de esta. La elección de los valores que se priorizan depende de la cultura del individuo y del individuo mismo.
Los individuos y los grupos humanos se diferencian en sus prioridades y en la manera de definir lo que es bueno y virtuoso para ellos. Para un monje franciscano con voto de pobreza, menos es mejor; mientras para otros grupos humanos más es mejor.
En el corpus metafórico dominicano también existen metáforas para sembrar el miedo, el conformismo, la desesperanza en los pueblos. En la boca llena de moscas, las moscas representan la muerte, la pestilencia; la piña está agria, donde agrio es malo, dulce es bueno; los mangos bajitos, para representar lo fácil y la holgazanería.
Otra metáfora muy utilizada por los dominicanos es la del béisbol, pues relacionamos muchos aspectos de la vida con la pelota; así, cuando se recomienda a alguien, le pichamos un juego. También se usa con una connotación sexual: a esa le picho un juego; una bola, para referirse a llevar a algún lugar; mientras que cuando no podemos responder alguna pregunta decimos, me agarraste fuera de base.
Al ser nuestro país una isla, no puede quedarse la temperatura como metáfora: frío es descuido, cercanía al poder, inactividad, reposo; mientras que caliente se utiliza para denotar problemas, mala relación con alguien, algo que no es legal. Un ejemplo es me calenté, para denotar que hay problemas, o estar frío con el jefe, significando que todo está bien entre ellos.
Conclusiones
Las metáforas ayudan a representar y explicar el mundo a través de la lengua y a menudo permiten ir construyendo subliminalmente nuestra manera de ver la sociedad y el mundo. El lenguaje utilizado afecta el modo en que se percibe, se piensa y se actúa.
El conocimiento de las metáforas utilizadas permite reflexionar, ir construyendo una forma de pensar como pueblo, de dar respuestas colectivas a inquietudes que en su momento surtieron un efecto; además, es una manera de ir formando al pueblo en valores.
Según Nubiola (2000), las metáforas son una construcción del pensamiento y del lenguaje a partir de las experiencias cotidianas. Los dominicanos hemos construido todo un lenguaje metafórico propio, con elementos culturales, sociales y políticos.
En el momento en que surgen, las metáforas responden a unas necesidades de explicar conceptos a través de lo que se tenía en su momento, por eso muchas de ellas relacionan los aspectos morales del hombre y la mujer dominicana con el campo, el clima, la pelota, etc.
La forma metafórica en que nos expresamos es la manera en que culturalmente podemos conceptualizar la realidad desde nuestras experiencias, que son el referente por excelencia para comprender mejor. Cuando un pueblo utiliza metáforas para conceptualizar, esto implica un alto grado de abstracción, de pensamientos complejos, de interconexiones.
Las metáforas son un recurso lingüístico que se puede aprovechar desde las escuelas para fortalecer los aprendizajes de los estudiantes dominicanos, ampliar sus referentes y construir conceptos desde la realidad de cada contexto articulando las áreas de conocimientos.
Bibliografía
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Cuenca, M. & Hilferty, J. (1999). Introducción a la lingüística cognitiva. Barcelona: Ariel.
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Nubiola, J. (2000). El valor cognitivo de las metáforas. España: Universidad de Navarra.
Ros Velasco, J. (2012). Meteorología y Antropología en Hans Blumenberg. Universidad Complutense de Madrid.
Lakoff, G. & Johnson M. (2009). Metáforas de la vida cotidiana (8.ª edición). Estados Unidos: La editora University of Chicago.
Mateo, A. (2012 junio 6). Los mil usos del diablo en el habla dominicana. Hoy digital. Recuperado de: http://hoy.com.do/los-mil-usos-del-diablo-en-el-habla-dominicana-1
Quiroz, F. (2010 septiembre 13). Lenguaje de calle cambia forma de hablar en el país. Listín Diario.
Ramos, B. (2018). La metáfora en el discurso: vista desde el sistema metafórico de la República Dominicana. Recuperado 17 agosto 2018 de: http://www.eljaya.com/index.php/opinion/25708-la-metaforaen-el-discurso-vista-desde-el-sistema-metaforicode-la-republica-dominicana
Datos de filiación
Persi Raquel Cuevas. Técnico docente en el Ministerio de Educación de la República Dominicana. Estudiante del Doctorado en Estudios del Español: Lingüística y Literatura(PUCMM). rcuevas_27@hotmail.com