Ciencia y Sociedad, Vol. 43, No. 3, julio-septiembre, 2018 • ISSN: 0378-7680 • ISSN: 2613-8751 (en línea) • Sitio web: https://revistas.intec.edu.do/

FILOSOFÍA PARA NIÑOS Y NIÑAS (F P NN): UNA OPORTUNIDAD DIFERENTE PARA PENSAR EN LA ESCUELA

Philosophy for children and girls (FPNN): an opportunity different to think at school

DOI: http://dx.doi.org/10.22206/cys.2018.v43i3.pp25-38

Profesora investigadora del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC), República Dominicana. Correo-e: mabel.artidiello@intec.edu.do

Recibido: Aprobado:

INTEC Jurnals - Open Access

Cómo citar: Artidiello Moreno, M. (2018). Filosofía para Niños y Niñas (F p NN): una oportunidad diferente para pensar en la escuela. Ciencia y Sociedad, 43(3), 25-38. doi: http://dx.doi.org/10.22206/cys.2018.v43i3.pp25-38

Resumen

El propósito de este artículo consiste en destacar la importancia y los beneficios del programa Filosofía para Niños y Niñas (F p NN), a través de la presentación de las novelas que constituyen el apoyo y la guía que comprende el programa, el papel del profesor y el método de la Comunidad de indagación. El estudio ha sido posible en virtud de un modelo que describe y evalúa de forma sistemática a partir de la lectura de textos de Matthew Lipman y de algunas investigaciones consultadas con relación al tema. Se concluye que la comunidad de indagación y el diálogo filosófico favorecen la condición para que se produzca el interés por la curiosidad, la reflexión, el pensamiento crítico, la autonomía y el respeto para pensar en la escuela.


Palabras clave

Programa Filosofía para Niños y Niñas; Comunidad de indagación; pensar y escuela.

Abstract

The purpose of this article is to highlight the importance and benefits of the Philosophy for Boys and Girls program (F p NN), through the presentation of the novels that are the support and guide that comprises the program, the role of the teacher and the method of Community of inquiry. The study has been possible by virtue of a model that describes and evaluates, in a systematic way, from the reading of texts by Matthew Lipman and some researches consulted in relation to the topic. It is concluded that the community of inquiry and philosophical dialogue favors the condition for interest to be produced by curiosity, reflection, critical thinking, autonomy and respect for thinking about school.


Keywords

Philosophy Program for Boys and Girls; Community of inquiry; thinking and school.

Introducción

Enseñar filosofía y a filosofar en este siglo no es tarea fácil. Muchos han planteado que existe en la época actual una crisis en las Humanidades, ante el creciente imperio de la frivolidad, la levedad y el pragmatismo de las presentes generaciones. Parece imponerse de forma única la construcción de una humanidad “deshumanizada”, como una nueva fase de la racionalidad en la que prima el dominio de lo tecnológico en cuanto a utilidad inmediata.

Se plantea una infranqueable disyuntiva entre humanismo y tecnificación, que pretende la automatización de la especie humana, un consumismo y un afán individualista de sostenimiento del yo por encima del otro y de cualquier cosa. No es que se pretenda redimir al género humano o salvar a la humanidad con la enseñanza de más humanidades; mas bien se trata de proseguir la búsqueda de la socialización mediante propuestas holísticas y visiones colectivas que enaltezcan la condición crítica y reflexiva del espíritu y la cultura del ser humano.

En los actuales planes de estudio se incorporan asignaturas que no tienen un real acercamiento a la cotidianidad de los estudiantes y muchas de ellas no están comprometidas con el desarrollo de la crítica, la reflexión y la autonomía. Hemos dejado a un lado el reto de que los niños y los adolescentes en el ciclo básico secundario, a través de la filosofía, obtengan un desarrollo de su racionalidad, su pensamiento crítico y autónomo. La escuela tiene la necesidad de recrear sus planes de estudio en correspondencia con los programas y los planes que le exige la educación en la región.

El propósito de este artículo consiste en destacar la importancia, las ventajas y las desventajas del programa F p NN y sugerir algunas ideas generales sobre lo que puede llegar a ser, además de destacar lo que se está haciendo en algunos países y en República Dominicana en cuanto a este programa. A partir de estas ideas e informaciones podrá surgir un diálogo abierto y profundo acerca de cómo introducir la F p NN como una estrategia pedagógica que permita un espacio para pensar en la escuela mediante el método de la Comunidad de indagación.

La menos metódica de las observaciones de las actividades de un niño pequeño revela un incesante despliegue de actividad exploratoria y de comprobación. El niño chupa, manosea y golpea los objetos; los tira y los empuja, los manipula y los arroja. En resumen, los experimenta hasta que se dejan de producir nuevas cualidades. (...) ‘¿Qué es esto?’, ‘¿Por qué?’ Estas preguntas se convierten en signos infalibles de la presencia de un niño. (...) Pero esas preguntas no son prueba de una auténtica conciencia de conexiones racionales. El porqué del niño no es una demanda de explicación científica; el motivo que se oculta tras su pregunta no es más que anhelo de mayor conocimiento del misterioso mundo en que le toca vivir (...). Los niños se interesan a menudo más por el mero proceso de preguntar que por la respuesta que se les pueda dar (...). La pregunta y la respuesta inmediata liberan de la curiosidad. El problema central para el educador (...). consiste en utilizar con fines intelectuales la curiosidad orgánica de exploración física y la interrogación lingüística. (Dewey, 1998, p. 87)

Los niños no pierden la capacidad de asombrarse y son universalizadores de los problemas por excelencia. En esta época, por diversos motivos, les toca asumir con mayor compromiso y rapidez la madurez mental y emocional, constituyéndose así los elementos básicos para el filosofar.

Ante lo expuesto, se plantean varias interrogantes: ¿Por qué la importancia de dicha formación?, ¿qué concepto de filosofía se maneja en el Proyecto Filosofía para Niños?, ¿en qué consiste la comunidad de indagación y qué lugar tiene el profesor en ella?

La F p NN es un plan para incorporar la filosofía, desde los primeros años de la infancia, en la educación media, con un programa especial para motivar el filosofar con niños y niñas. El plan propone un mayor reconocimiento y fortalecimiento de las humanidades en la educación de los jóvenes, una verdadera proyección de los entes territoriales, en cuanto a la calidad de la educación que reciben sus generaciones.

La F p NN busca fomentar y conservar en los niños y las niñas la actitud que tienen en común los filósofos con la infancia: la curiosidad por todo lo que les rodea y el no dar nada por sentado. La inacabable cadena de preguntas “¿y por qué?, ¿y por qué?, ¿y por qué?” que caracteriza una determinada etapa del desarrollo del niño se convierte en un modo de vida para el filósofo y esa es la actitud que se busca salvaguardar.

A partir de la búsqueda, el análisis y la sistematización descriptiva de fuentes documentales y bibliográficas se presentan a continuación algunos de los antecedentes históricos, sus características, el rol del profesor, las Comunidades de indagación y las razones que justifican la F p NN; además se destacan las ventajas y las desventajas del programa, esto no tienen que ver con la enseñanza de la filosofía como disciplina histórica que conocemos de los programas de secundaria y bachillerato, pero sí están relacionados con el tipo de problemas que plantean, tratados tradicionalmente por la filosofía, y con las herramientas utilizadas para este fin: el lenguaje, el pensamiento lógico y la reflexión crítica.

Algunos antecedentes históricos

El Programa F p NN nace a finales de la década de los setenta de la mano de Matthew Lipman, en el Monclair State College de Nueva Jersey. Lipman, tras considerar las deficiencias en el ámbito cognitivo y de pensamiento con que llegaban los estudiantes a la universidad, se planteó la cuestión de por qué se daban tales lagunas y deficiencias. Reflexionando sobre el problema de la enseñanza, llegó a la conclusión de que la educación que se daba a los estudiantes tendía más a enseñarles a memorizar que a pensar. Descubrió que tal y como estaba diseñado el curriculum se incurría en el supuesto de que el estudiante aprendía por sí mismo a reflexionar, a pensar, sin que hiciera falta saber cómo hacerlo, que nadie le ayudase. Por esta razón, se planteó Lipman que, si “todas las materias presuponen que los estudiantes saben razonar, investigar y formar conceptos, pero si los estudiantes no consiguen hacer todo esto, ¿qué puede hacer el profesor para ayudarles?” (1987, p. 346).

En España, el programa de intervención educativa F p NN se introdujo por primera vez hace tres décadas, de la mano de un conjunto de docentes de Filosofía de Educación secundaria interesados en este método, que sirve para enseñar a los niños a pensar por sí mismos y a razonar de un modo correcto y coherente.

Lipman aboga por una ampliación o extensión de la filosofía a todos los niveles del sistema educativo. Es más, considera que la actividad filosófica –entendida como desarrollo de las capacidades cognitivas y del pensamiento correctono solo puede ampliar su campo de aplicación a los primeros niveles, sino que debe ser llevada a estos niveles, “ya que las técnicas que deben utilizarse en las demás disciplinas tienen que perfeccionarse con anterioridad, la filosofía tiene que dejar de ser exclusivamente una materia de los institutos y universidades para llegar a ser también un componente de la escuela elemental; la disciplina cuyo objetivo es fomentar el pensar en las demás disciplinas” (1987, p. 350).

Tras adquirir la formación adecuada en el programa, este grupo de profesores constituye en 1992 el Centro de Filosofía para Niños y Niñas en España para difundir el proyecto en los colegios e institutos del país. De forma paralela, durante estos años se han formado varias asociaciones de F p NN en diferentes comunidades autónomas. Aragón, Asturias, Cataluña, Extremadura, Galicia, La Rioja, Murcia y Valencia cuentan en la actualidad con centros propios en los que, entre otras actividades, se organizan distintos seminarios y cursos de capacitación para formar a los docentes en la orientación de esta metodología en el aula.

En el caso de Latinoamérica, el F p NN se ha desarrollado en Guadalajara, en donde el Centro de Filosofía para Niños tiene más de 10 años ofreciendo este programa a maestros y educadores. Los respalda el apego al espíritu y a la metodología impulsada por el Dr. Lipman, así como el compromiso académico de los profesores, reconocido dentro y fuera del país.

En la República Dominicana, los antecedentes en cuanto a filosofía para niños y niñas se inician gracias a los frutos del viaje realizado al Principado de Asturias por la primera dama de la República (actual vicepresidenta), Margarita Cedeño de Fernández, en octubre de 2008. El país tuvo la oportunidad de contar con el apoyo y la colaboración de una importante institución de Filosofía para Niños y Niñas del Principado de Asturias, España, lo cual permitirá beneficiar a las familias dominicanas en torno al tema de los valores (Gutiérrez, 2010).

El profesor José Manuel Gutiérrez, presidente del Centro de Filosofía para Niños del Principado de Asturias, agotó de manera voluntaria una intensa jornada de enseñanzas –cursos, conferencias, tallerescon educadores y facilitadores de los programas del Despacho de la primera dama y con organizaciones aliadas que trabajan con la niñez y la adolescencia.

Por otra parte, en el período junio-octubre de 2011 se desarrolló el Diplomado de Filosofía para Niños y Niñas en la Escuela de Filosofía de la Facultad de Humanidades, en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), coordinado por el maestro Francisco Acosta y el Dr. Andrés Merejo. En el año 2016, la Vicerrectoría de investigación y Postgrado aprobó el proyecto de Filosofía para Niños y Niñas bajo la coordinación de la Escuela de Filosofía de la Facultad de Humanidades de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD).

Asimismo, se desarrollaron los cursos del Programa de formación Filosofía para Niños-Niñas y Jóvenes, impartidos por la Dra. María Amalia León de Jorge, en abril de 2015, en el Centro Cultural Perelló.

En el mismo sentido, el tema de la filosofía para niños, niñas y adolescentes forma parte del programa de la asignatura Fundamentos Filosóficos e Históricos de la Educación CSH207, del plan de estudio de la Licenciatura en Educación (2017), correspondiente al área académica de Ciencias Sociales y Humanidades, del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC).

El objetivo central de F p NN es ayudar a que los niños piensen por sí mismos y que lo hagan bien, sobre aspectos que son significativos en su vida. Propone una metodología para generar en el salón de clases una comunidad de indagación donde los estudiantes, haciendo investigación filosófica, desarrollen un pensamiento crítico, cuidadoso y creativo que les permita construir, descubrir y reformular significados.

Generalidades sobre Filosofía para niños

De acuerdo con la literatura consultada, F p NN se presenta en dos sentidos que no son excluyentes entre sí. En primer lugar, se puede entender por F p NN, en un sentido amplio, toda actividad que propicia la investigación y el diálogo filosófico con niños de diversas edades, lo que ha dado lugar en los últimos años a numerosas e interesantes publicaciones, como son: los diálogos filosóficos de niños y adolescentes; además de diversas investigaciones, tanto teóricas como empíricas, sobre las habilidades y destrezas de razonamientos de niños y jóvenes en edad escolar en los diferentes niveles de formación. Esta actividad también ya se desarrolla en varios países del mundo, lo que llevó a personas de varias localidades a fundar en 1984 el Consejo Internacional para la Investigación Filosófica con niños (ICPIC).

En segundo lugar, se presenta también como F p NN, de manera restringida, como parte del programa curricular para trabajar problemas filosóficos con los niños y los jóvenes de la Escuela primaria y secundaria, elaborado por el Profesor Matthew Lipman y sus colaboradores del Instituto para el Desarrollo de la Filosofía para Niños y Niñas, en Montclair State College, New Jersey, EE. UU. Dicho currículo está compuesto por varias novelas filosóficas para niños (acompañada cada una de un manual para el profesor) y de varios libros en donde se discute la teoría y la práctica de la F p NN. Ha sido traducido, en todo o en parte, a dieciocho idiomas diferentes y adaptado a las características culturales de un gran número de países.

Es necesario tener presente ambos sentidos para mantener una reflexión teórico-filosófica con los niños y las niñas en cuestión.

La expresión F p NN se presta para muchos equívocos. En primer lugar, porque no se trata de dividir la filosofía por un criterio tan ajeno a ella como el de los estadios del desarrollo individual; y, en segundo término, porque tampoco se busca establecer una oposición cerrada entre una filosofía de los niños y una filosofía de los adultos, ni se busca decir que unos hagan una mejor o peor filosofía que los otros. La filosofía es una actividad viva que no se deja apresar y que no pertenece como propiedad a nadie: ni a un grupo social ni a un género particular de los seres humanos (Pineda, 1992, p. 107).

Lo antes expresado no pretende negar que los niños traten a su manera, con sus propios prejuicios y fantasías, con ciertos problemas filosóficos, lo cual se revela claramente para quienes tienen un trato frecuente con ellos a través de sus preguntas.

El Programa F p NN es una propuesta educativa que brinda a los niños unos instrumentos adecuados en el momento en que comienzan a interrogarse acerca del mundo y a insertarse en él. Es un programa sistemático y progresivo especialmente diseñado para niños y adolescentes desde los 3 hasta los 18 años.

A partir de temas tradicionales de la historia de la filosofía, mediante un conjunto de pautas metodológicas cuidadosamente planificadas y experimentadas, que rescatan la curiosidad y el asombro de los niños y las niñas, se propone estimular y desarrollar el pensamiento complejo del otro en el seno de una comunidad de indagación. En esta comunidad, en la que sus miembros trabajan para ser capaces de entender el punto de vista de los demás y se esfuerzan solidariamente por descubrir el sentido del mundo y de la sociedad en la que viven, es donde se lleva a cabo el programa.

Con estos fines se propone:

• La organización y el fomento de experiencias pedagógicas, preferentemente en el campo del desarrollo cognitivo, moral y estético.

• La investigación educativa en el campo de la aplicación de procedimientos innovadores de enseñanza.

• La creación de nuevos materiales curriculares coherentes con un aprendizaje activo y significativo.

• La formación permanente del profesorado mediante la realización de cursos, seminarios, conferencias, coloquios, jornadas y otros cauces encaminados al intercambio y la aplicación de conocimientos y experiencias pedagógicas.

Objetivos del programa de F p NN

Entre los objetivos que persigue el programa de F p NN se encuentran los siguientes:

• Propiciar la actitud reflexiva, crítica y creativa de los niños, para lograr que sean personas autónomas, mejorar su rendimiento académico y sus actitudes de convivencia con los demás.

• Desarrollar destrezas de razonamiento, facilitándoles a los niños, las niñas y los/as adolescentes un ámbito para la expresión libre de sus puntos de vista, ayudándolos a encontrar significado en los objetos de conocimiento, así como al planteamiento y replanteamiento de nuevas teorías de significado a partir de las experiencias obtenidas.

• Familiarizar a los niños con la reflexión filosófica, entendida de modo amplio y como análisis crítico y discusión de sus experiencias e intereses; brindar importancia al trabajo con los materiales adecuados que propicien la reflexión y el desarrollo del pensamiento en forma lógica y coherente.

• Reforzar los aspectos emocionales y cognitivos de la experiencia educativa con base en la experiencia propia. Es importante sensibilizar al niño hacia las necesidades y problemas de los demás seres humanos, más allá del aula y de las disciplinas, y dotarlos de herramientas para enfrentar el adoctrinamiento.

• Crear un ambiente favorable para el aprendizaje compartido, convirtiendo el aula en una comunidad de trabajo creativo e investigación autocrítica y autorreflexiva.

• Destacar el papel del diálogo como portador de valores y como vehículo de reflexión en común, que contribuye al enriquecimiento personal y a la asunción de posiciones críticas ante la vida (Lipman, 1987).

El programa de F p NN posibilita un aprendizaje significativo, estimula la reflexión y ayuda al cuestionamiento y replanteamiento de aquellos temas que pueden ser de interés para los niños y los adolescentes según su edad, situación y contexto. Para esto, considera que el método adecuado es el diálogo realizado en una comunidad, la cual busca, trabaja e investiga conjuntamente.

Pretende pues, mediante el desarrollo de habilidades cognitivas, emotivas y sociales, que aprendan a pensar de modo crítico y creativo, que es la manera de preparar ciudadanos en una democracia. Esto conlleva un modo de entender la educación, una manera de trabajar y una determinada disposición y preparación del profesorado.

¿Qué significa que los niños piensen por sí mismos?

Tener la capacidad de reflexionar sobre su propia experiencia y de formular sus propias explicaciones e hipótesis sobre lo que su experiencia les presenta. No se trata de que el maestro aporte las respuestas concretas a temas específicos; se trata de que las niñas y los niños puedan transformar en preguntas las cuestiones que les son relevantes en su vida cotidiana y que al escuchar diferentes puntos de vista puedan asumir una postura propia.

¿Qué es pensar bien?

Cuando hablamos de que las niñas y los niños transformen su experiencia en preguntas y asuman una postura propia, estamos hablando del desarrollo de un pensamiento crítico, que consiste, de acuerdo a Lipman (1985), en poder elaborar juicios, fundamentados en criterios, con sensibilidad al contexto, y siguiendo un proceso de pensamiento autocorrectivo. A continuación, se expone a qué se refiere cada uno de estos aspectos del pensamiento crítico.

Elaborar juicios. En el lenguaje cotidiano, especialmente en el ámbito de la educación y de la práctica educativa, estamos acostumbrados a utilizar la palabra “juicio” con una connotación de rigidez, descalificación, severidad. De alguna manera nos hemos esforzado por realizar un trabajo “sin hacer juicios”, hemos tratado de “no poner etiquetas”. Sin embargo, tenemos que darnos cuenta de que es inevitable hacer juicios con respecto a nosotros mismos, a otras personas y a diferentes situaciones. De hecho, el elaborar juicios es parte importante en la construcción del conocimiento, así como también lo es el dar nombre a las cosas.

En el marco de F para NN, entendemos que estamos haciendo un juicio cuando afirmamos o negamos algo con respecto a cualquier cosa, persona o situación. Por ejemplo, si yo digo “esta es una niña”, estoy haciendo un juicio, estoy afirmando que esta persona es una niña y no es otra cosa. Si digo “esta es una buena persona”, estoy haciendo un juicio, si afirmo que es una buena persona estoy descartando el que sea un “mala persona”. Si digo “esta es una silla”, estoy elaborando un juicio. El problema con la construcción de juicios es que no estamos acostumbrados ni hemos sido educados para formular juicios pertinentes, cuidadosos y bien fundamentados. Nos es fácil afirmar o negar cosas sin detenernos a pensar en su origen ni en las implicaciones que estas afirmaciones o negaciones tienen. Muchas veces establecemos relaciones inadecuadas entre objetos y personas, llegando a conclusiones que no son pertinentes y que nos llevan a elaborar, consiguientemente, juicios equivocados.

Cuando el Dr. Lipman (1985) se refiere a la construcción de los juicios como parte importante del desarrollo de un pensamiento crítico, expresa la necesidad que tenemos de facilitar un trabajo con nuestros estudiantes para que sean cuidadosos en sus afirmaciones y que puedan desarrollar la capacidad para distinguir aquellas situaciones en las cuales elaborar un juicio puede o no ser pertinente. Esto nos lleva al siguiente elemento del pensamiento crítico:

• Fundamentar juicios en criterios. Si partimos de que el objetivo de hacer Filosofía, mas que alcanzar la verdad, es entender mejor, es importante que especifiquemos a qué nos referimos o cuáles cosas estamos tomando en cuenta cuando decimos que una cosa es lo que es. Retomando los ejemplos anteriores, si digo “esta es una niña”, “esta es una buena persona” o “esta es una silla”, es importante que seamos capaces de responder a la pregunta “¿por qué?”; es decir, es importante poder explicar, con la mayor claridad posible, los criterios en función de los cuales yo puedo hacer tal afirmación.

Tenemos también, por lo tanto, que facilitar el desarrollo de las habilidades necesarias para identificar si los criterios que yo tengo para afirmar o negar algo son pertinentes, relevantes, sostenibles con evidencia, y si facilitan o no una mejor comprensión de aquello sobre lo cual estamos emitiendo un juicio. De aquí, partimos al siguiente elemento del pensamiento crítico:

• La sensibilidad al contexto. Dada la diversidad y complejidad de la experiencia humana, para una afirmación “x” no siempre son pertinentes los mismos criterios. Es necesario tomar en cuenta el contexto en el cual estamos emitiendo un juicio. Lo que podemos considerar como “un buen lugar para comer” se fundamenta en diferentes criterios, de acuerdo al contexto en el que nos encontremos: un campo abierto, una playa, un pequeño pueblo o una gran ciudad. También podrían variar los criterios según el estado en que nos encontremos o en función del servicio que se ofrece en el lugar.

Realizar un proceso de pensamiento sobre los juicios que emitimos, tratar de determinar los criterios en que se fundamentan, someter las ideas a un riguroso análisis y tener la disposición para modificarlas como resultado de este proceso de discernimiento es lo que favorece el desarrollo de un pensamiento autocorrectivo y de la capacidad para modificar nuestra apreciación de las cosas y nuestros propios juicios, así como lograr una mayor comprensión de la experiencia.

Materiales de apoyo al programa de F p NN

La idea principal del Programa de F para NN es la de ir trabajando con el niño desde una temprana edad. La primera novela está pensada para niños de cuatro a cinco años, para luego ir poco a poco potenciando sus capacidades y destrezas, al mismo tiempo que se va introduciendo progresivamente, novela a novela, en discusiones y reflexiones más complejas y más profundas. El método está pensado para fomentar un desarrollo completo de la educación del estudiante, comenzando a los cuatro o cinco años y llegando hasta sus dieciséis o diecisiete.

El currículo creado por Lipman (2000), entre 1969 y 1980, está formado por las siguientes siete novelas, por edades, en sus títulos originales: Elfie, Kio y Agus, Pixie, El descubrimiento de Harry Stottlemeier, Lisa, Suki y Mark. A continuación, se describe cada una brevemente:

Programa Filosofía para Niños y Niñas


*La autora es Ann Sharp, estrecha colaboradora de Watthew Lipman.

Clínica de muñecas. Ann Sharp y Laurence Splitter (2006). En esta novela conocemos a Jess y a su muñeca Soller. Son inseparables. Hasta que un día Soller cae al suelo de la cesta del triciclo y hay que ponerle una cabeza nueva. Con este incidente Jess comienza a pensar en la diferencia entre ser persona y ser una muñeca.

Elfie. Matthew Lipman y Anne Gazard (2000). Los niños están abriéndose al mundo, están descubriéndose y esto los lleva a plantearse preguntas en su vida cotidiana. El objetivo es estimular esa reflexión para que puedan aclarar y precisar sus pensamientos e ideas; ayudarles a afrontar, reconocer y explorar los aspectos problemáticos de su experiencia. Está pensada para niños entre 5 y 6 años.

Pixie. Matthew Lipman (2006). Se pretende estimular la curiosidad innata de los niños, haciéndoles ver que toda respuesta es tanto más valiosa e interesante cuantas más nuevas preguntas suscita. Pensada para un nivel ligeramente superior, específicamente para niños entre 6 y 7 años. Esta novela vuelve a plantear el tema del lenguaje y de la comunicación. Por esta razón, insistiendo en la misma línea de las anteriores novelas, pretende potenciar la capacidad para detectar ambigüedades y vaguedades para establecer símiles, metáforas y analogías, etc.

Nous. “He inventado un nuevo cuento”. Matthew Lipman (2000). Pixie, la curiosa e inteligente niña que ya nos encantará en la novela que lleva su nombre, nos cuenta ahora una nueva historia con seres maravillosos... que nos obliga a todos a pensar y nos ayuda a decidir. Orientada a niños entre 7 y 8 años.

Kio y Gus. Matthew Lipman (2006). Los protagonistas narran su propio proceso de asombro y descubrimiento, con la peculiaridad de que Gus es una niña ciega que nos muestra lo diferente que puede ser todo lo que consideramos evidente. La novela está prevista para niños entre 9 y 10 años.

El descubrimiento de Harry. Matthew Lipman (2006). Proporciona instrumentos de razonamiento básicos y técnicas de pensamiento crítico y de lógica formal e informal que el niño podrá aplicar después en otras áreas como matemáticas, ciencias sociales o lenguaje. Está pensada, sobre todo, para niños con edades comprendidas entre los 11 y los 12 años.

Lisa. Matthew Lipman (2006). Expone los conceptos y prerrequisitos básicos del razonamiento necesarios para un pensamiento independiente en los problemas éticos. Está dirigida a estudiantes de doce a catorce 12 a 14 años).

Suki. Matthew Lipman (2006). Es un relato escrito para provocar la reflexión de los alumnos y abrir un diálogo filosófico en el marco de la comunidad de investigación. Los protagonistas son estudiantes en la última etapa de la adolescencia, entre 16 y 18 años. En este caso, el hilo conductor es la literatura, en general, y la poesía, en particular. Harry, a quien se le da bien el pensamiento reflexivo, tiene dificultades con su nuevo profesor de literatura, pues les exige escribir una poesía. La tarea se le hace imposible, pues se considera incapaz. La novela ayuda a dominar la escritura a través del estudio gramatical, elemento indisoluble de la lengua y medio de expresión universal. Se desarrolla para estudiantes a partir de los 15 o 16 años.

Mark. Matthew Lipman (2006). Se compone de reflexiones sobre los temas centrales de filosofía social y política; constituye una valoración seria y rigurosa de lo que hace que una sociedad sea democrática. Está pensada para estudiantes entre 16 y 17 años.

Todas las novelas que se utilizan “a modo de libro de texto” vienen con su correspondiente “manual”, de aproximadamente 500 páginas cada uno, donde el profesor encuentra la ayuda necesaria para poder llevar a cabo la “investigación filosófica” con sus estudiantes. Así, los manuales contienen una explicación de los distintos temas y conceptos filosóficos que aparecen en la novela, una serie de cuestiones y sugerencias para entablar las discusiones, un sinfín de ejercicios y de problemas tanto lógicos como filosóficos, adaptados al nivel de los niños y los jóvenes, para así poder aclarar mediante una labor práctica los temas, las ideas y los conceptos, entre otros.

Apoyando lo anterior, afirma Lipman que “la novela de niños debe ir acompañada de un manual de instrucciones para el profesor, porque es necesario saber las cuestiones filosóficas que hay que preguntar a los niños cuando ellos exponen en las discusiones de clase las perplejidades que les han producido los cuentos. El plan de estudios de la F p NN contiene un amplio compendio de cuestionarios y discusiones, y estas prosiguen y desarrollan los temas filosóficos que abundan en las novelas. Si, por ejemplo, en una novela una chica se asombra de que quizás ha sido tratada por su amigo más como una cosa que como una persona, los ejercicios que apoyan y refuerzan este tema están extraídos de Emmanuel Kant y de otros escritores que han reflexionado sobre el carácter ético de utilizar a otras personas para nuestros propios fines” (1985, p. 9).

La existencia de estos manuales y de estos cursillos es una de las exigencias más importantes de Matthew Lipman y de sus colaboradores. La razón es muy simple: solo así se puede garantizar la “calidad” filosófica de la enseñanza. Por tanto, se hace hincapié en la necesidad de una cierta formación filosófica, o al menos un interés real, y una “creencia” en la filosofía como la disciplina adecuada y correcta para llevar a cabo una educación de las destrezas y capacidades del razonamiento y del conocimiento. Por esto, nos da “una advertencia más: algunas veces se propone que se pueden enseñar las técnicas que son especialidad de la filosofía, pero por sí mismas, no en el contexto de la filosofía. Esto puede parecer eficaz a corto plazo; pero es seguramente contra productivo a largo plazo. Las técnicas cognitivas deben enseñarse en el contexto humanista de la filosofía; separadas de este contexto, se convierten en instrumentales y amorales” (Lipman, 1985).

Formación del docente y comunidad de indagación

Otro punto a favor del programa de F p NN es el énfasis en la formación del profesorado, pues, como señala Félix García Moriyón (2011), uno de los pioneros del programa en España, “sería incoherente proponer un programa cuyo objetivo es conseguir que los niños piensen por sí mismos en el seno de una comunidad de investigación o cuestionamiento, pero que redujera el papel del profesor al de un mero aplicador técnico del programa”.

En F p NN el profesor recibe el nombre de facilitador, pues su función es ayudar a los niños a expresar sus ideas, pidiéndoles que las formulen aportando razones y ejemplos. Es una verdadera inversión del papel tradicional del profesor, al abandonar cualquier actitud expositiva para convertirse en un animador del discurso de los niños: les invita a considerar un problema desde otra perspectiva o a construir sus ideas a partir de las aportaciones de los demás, además de llevar a cabo la importante tarea de traducir lo que los niños están diciendo y ayudarles a que expresen con claridad y de manera razonada sus ideas. Por tanto, el facilitador no expone sus propias ideas, sino que ayuda a los niños a construir las suyas. Es por esto que el programa de F p NN se apoya de manera fundamental en la formación del profesorado a través de cursos periódicos, mediante los cuales los profesores adquieren las directrices básicas y las técnicas fundamentales para su correcta y provechosa aplicación.

Este acompañamiento del profesor a través del manual y de los cursos de formación ha sido siempre una prioridad para Lipman, quien entiende que solo así se puede garantizar la “calidad” filosófica de la enseñanza.

En este momento surge la interrogante: ¿cómo puede realizarse tal proyecto?, ¿qué propone Matthew Lipman para hacer filosofía con los niños? Evidentemente, no se trata, como ya comentamos, de volver a caer en los tópicos de la enseñanza de la filosofía en los institutos o primeros años de la universidad. Pero, tampoco se trata de reducir o rebajar la filosofía a una simple charla de café. La principal aportación de Lipman consiste en la elaboración de un programa que, basado en una serie de novelas y de manuales de apoyo para el profesor, permite al mismo tiempo un desarrollo de las capacidades cognitivas y una reflexión seria y profunda, es decir, filosófica, sobre una sucesión de temas y conceptos fundamentales, tanto para los niños como para los adultos. Lo que pretende Lipman es elaborar un método para enseñar a pensar, pero no solo a pensar bien, sino a pensar bien por sí mismos y a razonar correcta y coherentemente, tanto en su significación lógica como en su sentido ético o moral.

La base de este método será el diálogo, la investigación en cooperación, el intercambio de ideas y de pensamientos; todo esto a partir de las sugerencias personales provocadas por la lectura de tales novelas. Se puede decir que la finalidad de este método es, además de enseñar a pensar por uno mismo y de forma coherente, llegar a formar lo que Lipman (1994) llama una “comunidad de investigación”, una comunidad de personas dedicadas a la búsqueda de la «verdad», entendida no como un absoluto, sino como ideas y como búsqueda de “coherencia” entre el pensamiento correcto y la actuación adecuada. La comunidad de investigación se caracterizará, por tanto, por su intercambio, por su capacidad de comunicación, por el saber dialogar y saber escuchar, por compartir tanto unos valores e ideales como un método y una actitud concreta de respeto a los demás y a la libertad.

Razones para utilizar el programa F p NN

1. Por el valor intrínseco del programa: posibilita el desarrollo de las capacidades y destrezas cognitivas, así como de comprensión y análisis de los problemas que presenta tanto la realidad natural como el entorno social y familiar en que viven los niños. Asimismo, el programa dota a los niños de un vocabulario y de unos conocimientos filosóficos (adecuados a su nivel de desarrollo) que suponen un notable enriquecimiento cultural y conceptual para ellos.

2. Por las teorías e ideas filosóficas, psicológicas y pedagógicas en que se fundamenta. Por una parte, tenemos los planteamientos acerca del desarrollo de las capacidades cognitivas y de las funciones superiores de Vygotski, posteriormente reelaboradas por Bruner. Planteamientos que tienen gran importancia en el campo pedagógico. Así, por ejemplo, las aportaciones acerca de la relación dialéctica entre “desarrollo” y “aprendizaje”, y la crítica a una supeditación del aprendizaje al nivel actual del desarrollo, tal y como propuso Piaget, sin tener en cuenta el “desarrollo potencial”, han permitido comprender cómo los límites que se imponen en la educación son restrictivos y no tienen en cuenta que, con cierta ayuda, el niño puede desarrollar capacidades y destrezas que en un principio parecerían estar más allá de su etapa actual de madurez. Por otra parte, sus aportaciones con respecto al origen social del pensamiento permiten apoyar y desarrollar un método basado en el diálogo y en el perfeccionamiento del lenguaje. De ahí que se haga tanto énfasis en la idea de que para pensar bien y con claridad hay que saber hablar bien y expresarse claramente.

Con respecto a las ideas filosóficas y pedagógicas, el Programa de F p NN se reconoce heredero fundamentalmente de las corrientes americanas del pragmatismo, sobre todo del pensamiento filosófico pedagógico de J. Dewey; y, por otra parte, del análisis del lenguaje, en concreto de los planteamientos de Wittgenstein. En este sentido, cabe recordar la importancia que el uso del lenguaje recibe en este método.

Por otro lado, el pensamiento de Dewey no solo es importante por sus aportaciones en el orden filosófico y político –primacía de lo práctico, de la experiencia y preocupación por un orden moral y cívico democrático–, sino también por sus planteamientos pedagógicos –democratización de la escuela, cambios en la relación estudianteprofesor, el diálogo como método, la experiencia y la investigación en grupo, etc.–, que conducen a Lipman a plantear el concepto central de su Programa de F p NN: “la comunidad de investigación”.

3. Por razones prácticas, es decir, por el resultado que produce el programa está funcionando ya desde hace tiempo en EE. UU., con resultados muy positivos y alentadores, y en muchos países hispanoamericanos y europeos, tales como: Brasil, Chile, México, Francia, Inglaterra y, cómo no, en España, donde, aparte de Cataluña que tiene su centro autónomo, existe un Centro de Filosofía para Niños que está actualmente trabajando en numerosas ciudades. En este sentido, Lipman nos dice que “la evidencia empírica de que la F p NN mejora dramáticamente la capacidad de razonamiento, y esto a su vez mejora la comprensión en matemáticas y en lectura, ha provocado ya el que muchas autoridades académicas pasen del escepticismo al apoyo” (1985, p. 11).

4. La idea de Matthew Lipman es que la educación debe cumplir con su meta de liberar a los estudiantes de estructuras tradicionales y mentales que no favorecen la criticidad, no cuestionan, no aportan con nuevos conocimientos; la enseñanza de la filosofía fortalecerá la habilidad de pensar por sí mismos; la filosofía hace al estudiante un ente activo y participativo. De modo que “los niños deben ejercitarse en la discusión de conceptos que ellos se toman en serio. Hacerles discutir de temas que les interesa” (Lipman, 1998, p. 33).

5. Los niños y las niñas aprenden de una manera que deja bastante espacio para que sean ellos mismos los constructores de su pensamiento y, por lo tanto, sean ellos los que resignifiquen los conceptos y valores entregados. Fue notable ver la calidad de los cuentos, las reflexiones, las creaciones artísticas, las opiniones y el diálogo entre los estudiantes que recibieron orientaciones en el marco del programa “Filosofía para niños y niñas”, recalcando la necesidad de abordar la interdisciplina como elemento esencial para una formación integral, además del hecho de que es imprescindible una comunicación con los profesores que acompañan al niño durante años determinantes en su escolaridad (González et al., 2006, p. 46).

6. La filosofía para niños permite una educación activa, involucra a los estudiantes en su proceso de aprendizaje, los alienta a discutir y compartir ideas, genera nuevos pensamientos, favorece una educación en la que los niños son los protagonistas del proceso; una educación dinámica y activa y, fundamentalmente, una educación lúdica y recreativa. Por eso, la Filosofía de la infancia significa hacer filosofía de un fenómeno, concepto idea o dispositivo histórica y socialmente localizado; la infancia” (Kohan & Waksman, 2000, p. 21). Su gran beneficio es mejorar la inteligencia, el razonamiento; se busca el desarrollo de un pensamiento de alto nivel o pensamiento complejo. Esto incluye, como es evidente, el prestar atención a lo que se llama pensamiento divergente o, con un término más común, creatividad, por lo que se está desbordando ya una cierta comprensión restringida de la cognición, el 27 razonamiento o la inteligencia. En realidad, se trata de un “filosofar con niños”, en tanto se los hace coparticipes de una práctica basada en el cuestionamiento y la investigación filosófica (Kohan & Waksman, 2000, p. 21).

Por esta razón, la filosofía para niños no solo se queda en el puro razonamiento, está unida a la vida, a los valores; un estudiante que razona y piensa tiene la capacidad de elevar su autoestima, autocontrol, tolerancia. Otro de los beneficios que se rescata de la formación filosófica tiene una clara propuesta de educación en valores, que incluye amar su identidad y su país, aborda las dimensiones cognitivas, afectivas y creativas de la personalidad, razón por la cual “las escuelas han de dedicarse principalmente a ayudar a los niños a encontrar significados apropiados para la vida” (Arbonés, 2005, p. 26).

Esta es la finalidad de la filosofía: aportar a la educación la formación de estudiantes analíticos que interroguen a la sociedad y sean generadores de propuestas, para hacer un mundo más humano, tolerante y respetuoso de la diversidad.

Conclusiones

Con la aplicación del programa de F p NN en la escuela, la filosofía se convierte en una herramienta conceptual, metodológica y vivencial al servicio del saber humano y, por consiguiente, de la formación humana. Filosofía y educación son un binomio que trae usufructos no solo académicos, sino humanos, sociales y políticos. Poder conjugar estas dos disciplinas del conocimiento humano trae como consecuencia seres más razonables, más conscientes de su mundo, con una actitud abierta y sujeta a la razón, más democráticos, con cuidado del otro como ser que merece respeto, apertura y escucha de su pensamiento y de su sentir.

Filosofía para Niños y Niñas favorece que el estudiante edifique sus propias ideas, argumentos y conclusiones, a través de un proceso de indagación al estilo de Sócrates; permite interrogarse la vida, encontrar sentido y realización personal. Desde esta perspectiva tendrá la posibilidad de analizar y discernir para crear conocimientos. De esta manera, la enseñanza de filosofía desde los primeros años de la infancia formará un pensador, un investigador y un transformador creativo de la realidad en que vive.

El Programa de F p NN no parte de meros contenidos, trata de un hecho, una experiencia, un acontecimiento; en síntesis, nos capacita para aprender a pensar y vivir mejor, de ahí que los niños son filosóficos por naturaleza, con capacidad y derecho de pensar por sí mismos. En definitiva, la educación es un proceso libre donde el educador es un guía que indaga y crece junto a los educandos.

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Datos de filiación

Mabel Marta Artidiello Moreno. Profesora investigadora. Estudió Filosofía en la Universidad de la Habana, Cuba, cursó una Maestría en Epistemología y Ciencias Sociales en la Universidad Autónoma de Santo Domingo, UASD y un Doctorado en Historia de la Filosofía en la Humboldt Universität, Berlín, Alemania. Es coordinadora de la Cátedra y de Postgrado en la Universidad Autónoma de Santo Domingo e INTEC. Sus líneas de investigación son: Pensamiento filosófico dominicano; pensamiento creativo; guías de metodología; estudios generales transdisciplinariedad. Correo electrónico: mabel.artidiello@intec.edu.do