Ciencia y Salud, Vol. 9, No. 2, abril-junio, 2025 • ISSN (impreso): 0378-7680 • ISSN (en línea): 2613-8751

EDITORIAL
EL DESAFÍO ÉTICO DE LA BRECHA DE IMPLEMENTACIÓN EN LA INVESTIGACIÓN EN SALUD Y EL ROL DE LA IA EN LA REPÚBLICA DOMINICANA

The ethical challenge of the implementation gap in health research and the role of AI in the Dominican Republic

DOI: https://doi.org/10.22206/cysa.2025.v9i2.3438

Manuel Colomé-Hidalgo1, Demian A. Herrera Morban2

INTEC Jurnals - Open Access

Cómo citar: Colomé-Hidalgo, M. & Herrera Morban, D. A. (2025). Editorial. El desafío ético de la brecha de implementación en la investigación en salud y el rol de la IA en la República Dominicana. Ciencia y Salud, 9(2), 1-3. https://doi.org/10.22206/cysa.2025.v9i2.3438

La investigación es la columna vertebral de los sistemas de salud eficaces y eficientes, ya que permite generar evidencia para la toma de decisiones. Entre sus principales áreas de acción se encuentran: (a) Medir la magnitud y distribución del problema de salud; (b) Comprender las diversas causas o los determinantes del problema, ya sea debido a factores biológicos, conductuales, sociales o ambientales, (c) Desarrollar soluciones o intervenciones que ayuden a prevenir o mitigar el problema, (d) Implementación o la entrega de soluciones a través de políticas y programas; y (e) Evaluar el impacto de estas soluciones en el nivel y la distribución del problema. Si bien estas áreas representan los principales ejes de la investigación en salud, no están restringidas, ya que los problemas de salud son dinámicos y requieren de una amplia gama de enfoques y metodologías para abordar los desafíos existentes [1].

Es imperativo que los nuevos conocimientos se apliquen y se traduzcan en una mejor salud para la población. Sin embargo, la realidad es que existe la llamada “brecha de implementación”, donde los avances científicos no se traducen de inmediato en las mejoras en los sistemas y servicios de salud. Las barreras en la transferencia de conocimiento, el tiempo de validación y adopción, la resistencia al cambio y factores políticos, son algunas de las barreras que limitan la práctica basada en evidencia, lo que se traduce en peores resultados de salud para la población. En este contexto, la Inteligencia Artificial (IA) ofrece oportunidades para acelerar la traducción del conocimiento en intervenciones prácticas, optimizando el análisis de grandes volúmenes de datos, mejorando la toma de decisiones en salud y facilitando la implementación de estrategias basadas en evidencia.

En la República Dominicana, en el 2021, la inversión del gasto público en salud representó apenas un 3.2% del Producto Interno Bruto (PIB), por debajo del 6% recomendado por la Organización Panamericana de la Salud [2] [3]. Esto sugiere que la inversión del PIB en investigación en salud es probablemente aún menor, lo que limita la producción científica. La baja inversión en ciencia y tecnología repercute directamente en la capacidad de desarrollar soluciones locales para los desafíos sanitarios y en la competitividad científica a nivel internacional. En contraste, países que destinan un mayor porcentaje de su PIB a la investigación en salud han logrado avances significativos en el desarrollo de políticas basadas en evidencia y en la implementación de tecnologías innovadoras [4]. Esto podría explicar en parte, los resultados de salud de nuestro país.

Superar el desafío del financiamiento es tan solo una de las aristas del problema, ya que luego habría que trabajar en el apoyo institucional, que implica: (a) el reconocimiento y la estabilización de la figura de investigador dentro del sistema de salud; (b) garantizar el acceso sin restricciones a revistas científicas; (c) la adopción de políticas de datos abiertos y de transparencia reales; (d) el desarrollo de competencias en investigación en salud y (e) la implementación de incentivos de para la producción científica. Todo esto, sumado a evaluaciones periódicas del desempeño, la productividad y auditorias técnicas y financieras, realizadas por organismos de investigación autónomos y descentralizados.

Finalmente, es necesario realizar una evaluación critica del rol de la comunidad científica y académica en torno a la brecha de implementación. En muchas ocasiones, lo que se enseña en las aulas difiere de lo que los estudiantes experimentan en la práctica hospitalaria. Esta disociación puede generar deficiencias en la formación profesional y afectar la adopción de las prácticas basadas en evidencia. Hoy en día existen numerosas herramientas de IA que pueden ayudar a los profesionales de la salud separar el “trigo de la paja”. Sin embargo, se requiere de un uso responsable y ético para obtener los mejores resultados, ya que, de alguna manera, le estamos confiando a una IA la capacidad de influir sobre la toma de decisiones de nuestra vida y la de los pacientes. Este Editorial recomienda adoptar los principios éticos de la IA establecidos por la Organización Mundial de la Salud, de cara al uso de IA para superar la brecha de implementación en prácticas basadas en evidencia (Tabla 1) [5].

Tabla 1. Principios éticos de la inteligencia artificial en Salud

Autonomía

“Proteger la autonomía humana”

Bienestar

Promover el bienestar y la seguridad de las personas y el interés público”

Transparencia

“Garantizar la transparencia, la claridad y la inteligibilidad.”

Responsabilidad

“Promover la responsabilidad y la rendición de cuentas”

Equidad

“Garantizar la inclusividad y la equidad.”

Sostenibilidad

“Promover una IA con capacidad de respuesta y sostenible”

Fuente: Organización Mundial de la Salud [5].

Referencias

1. Organización Panamericana de la Salud. Investigaciones [Internet]. Washington, D.C.: OPS; [18-01-2025]. Disponible en: https://www.paho.org/es/temas/investigaciones

2. Organización Panamericana de la Salud. República Dominicana: Perfil de país [Internet]. Washington, D.C.: OPS; [18-01-25]. Disponible en: https://hia.paho.org/es/perfiles-de-pais/republica-dominicana

3. Organización Panamericana de la Salud. Espacio fiscal para la salud en América Latina y el Caribe [Internet]. Washington, D.C.: OPS; 2018. Disponible en: https://iris.paho.org/handle/10665.2/34947

4. Aali-Bujari A, Venegas-Martínez F. Evaluación del impacto de la inversión en investigación y desarrollo y el número de investigadores en el crecimiento económico. Rev Met Cuant Econ Emp. 2023;35:3-15. doi:10.46661/revmetodoscuanteconempresa.5479

5. Organización Mundial de la Salud. Ética y gobernanza de la inteligencia artificial en el ámbito de la salud: orientaciones de la OMS. Resumen [Internet]. Ginebra: OMS; 2021. Disponible en: https://iris.who.int/handle/10665/350263

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1 MD, PhD, Editor-in-Chief Ciencia & Salud, Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC), Dominican Republic, ORCID: https://orcid.org/0000-0002-4562-6491, email: manuel.colome@intec.edu.do

2 Médico Pediatra, Centro de Investigación Dr. Hugo Mendoza, Hospital Pediátrico Dr. Hugo Mendoza, Santo Domingo Norte, República Dominicana, ORCID: https://orcid.org/0000-0002-6678-6064, email: herreramorbanmd@gmail.com