PREVALENCIA DE ALTERACIONES EN LA AGUDEZA VISUAL, DISCROMATOPSIA Y SIGNOS Y SÍNTOMAS ASOCIADOS EN UNA POBLACIÓN ESTUDIANTIL EN LA COMUNIDAD DE EL CARRETÓN, PERAVIA, REPÚBLICA DOMINICANA, DURANTE EL PERÍODO OCTUBRE-DICIEMBRE DEL AÑO 2019

Introducción

La visión es responsable de la mayor parte de la información sensorial que se percibe del medio externo. Desempeña un papel predominante en los primeros años de vida, al permitir la interacción social, el aprendizaje y la comunicación, de modo que los problemas visuales pueden ocasionar graves perjuicios en el aprendizaje y la socialización. Además, se le ha atribuido como una de las principales causas del fracaso escolar¹ . 

La mayoría de los escolares de la comunidad El Carretón, Peravia, no han tenido ningún tipo de acceso a servicios de salud oftalmológica, por lo cual muchos pueden poseer alteraciones de la agudeza visual sin diagnosticar, que no tratadas representan un riesgo elevado de consecuencias irreversibles para su visión¹ . Según la OMS, al nivel mundial existen aproximadamente 2.2 billones de personas con alteraciones visuales, donde 312 millones de estos corresponden a infantes y adolescentes.²

Así como la evaluación de signos vitales es parte de todo examen físico, el examen oftalmológico debe incluir la valoración de la función visual, sin importar si esta no se menciona como parte de la molestia principal³ . El examen oftalmológico es de suma importancia en la atención de pacientes con síntomas oculares, quienes requieren una evaluación completa y una descripción clínica adecuada⁴ .

Es pertinente realizar una anamnesis integral del paciente, indagando en aquellas enfermedades que padece o ha padecido el paciente, en búsqueda de historial de traumas oculares, antecedentes quirúrgicos e infecciosos, los cuales pueden ser de importancia para determinar el estado de salud oftalmológica actual de dicho paciente⁴ .

Muchas enfermedades oculares presentan cierto grado de predisposición familiar, por ejemplo, los defectos de refracción, como la miopía, cuyas primeras manifestaciones se pueden ver reflejadas desde temprana edad y se deben de tomar en cuenta por el médico general⁴ . La correcta exploración del ojo es la principal herramienta de diagnóstico en estas patologías.

Para que los estudiantes puedan adquirir el conocimiento de forma adecuada, deben tener una buena salud física y mental, esto hace necesario una correcta evaluación del escolar en lo que a su salud física compete, la agudeza visual no es excepción en este aspecto. La baja agudeza visual es un problema educativo de interés mundial, puede provocar un retraso en el aprendizaje del estudiante, haciéndolos más susceptibles a problemas con sus calificaciones.

Los defectos visuales no son solo asunto de la adultez y de la vejez, sino también compete a aquellos de cortas edades⁵ . La progresión de los defectos visuales es evitable con métodos de detección temprana y cooperación activa por parte de los padres y de la institución educativa, que debe velar por el bienestar, rendimiento y desempeño de sus estudiantes.

El presente estudio tiene como finalidad definir la cantidad de estudiantes de un centro educativo de El Carretón, Peravia, República Dominicana, que poseen algún tipo de condición que amerite atención oftalmológica especializada y recalcar la falta de importancia que se le da a la salud oftalmológica en dicha localidad.

Material y métodos

La presente investigación fue de carácter prospectivo, debido a que la información se obtuvo de fuentes primarias, recolectada de forma directa por los investigadores a partir de los sujetos a investigar. Además, fue transversal ya que las variables fueron medidas en una sola ocasión y no se les dio seguimiento a las mismas; también fue observacional debido a que los investigadores se limitaron a medir las variables sin ejercer control sobre el factor de estudio. Por último, esta investigación fue de tipo descriptivo debido a que evalúa la frecuencia y tendencias de la población con respecto a una enfermedad y a la vez describe un problema de salud en función a las características de persona, lugar y tiempo de aparición.

La población seleccionada fue de 487 estudiantes de una escuela de El Carretón, Peravia, República Dominicana. La muestra obtenida fue de 119 estudiantes, utilizando la siguiente fórmula para variable cualitativa con población conocida:

donde z= 1.96 (intervalo de confianza de 95 %), una prevalencia (p) de p= 27 % y un nivel de precisión o error que se pretende cometer (d) de d= 5 %. Se estratificó la muestra en función a los grados a que pertenecían los estudiantes de dicha escuela; donde luego se realizó una proporción para indicar cuántos estudiantes iban a ser seleccionados por grado.

Los datos fueron recolectados a través de la aplicación de un cuestionario virtual (véase anexo 1), el cual fue elaborado por los autores de la presente investigación y fue aplicado a cada uno de los estudiantes por parte de los mismos investigadores, a la vez, se realizó un consentimiento informado y fue dirigido a cada padre de dichos estudiantes (véase anexo #2) donde se explicó la total confidencialidad de la información. También se aplicó una tabla de Snellen (para alfabetizados) y una tabla de optotipos pediátricos (para no alfabetizados) con la finalidad de evaluar la agudeza visual y a la vez se aplicó el test de Ishihara de 38 láminas para detectar si había presencia de discromatopsia.

El programa utilizado para la tabulación y análisis estadístico de los datos recolectados fue Microsoft Excel versión Office 2016.

Resultados

Fuente: Bisonó, García, Hernández y Loubeau. Trabajo de grado, 2019.

En esta gráfica, se pueden apreciar los resultados de los valores de la agudeza visual del ojo derecho de los estudiantes de la escuela de El Carretón. De los 119 estudiantes evaluados, 35 %, correspondiente a 42 casos, obtuvo una visión de 20/16; 43 %, equivalente a 53 casos, presentó una visión de 20/20; 13 %, correspondiente a 15 estudiantes, obtuvo una visión de 20/25; además, 3 estudiantes, representado por el 3 % de la muestra, poseían una visión de 20/30 y otros 3 obtuvieron una visión de 20/40, también 1 %, equivalente a 1 estudiante, obtuvo una visión de 20/50; y 2 %, correspondiente a 2 estudiantes, obtuvo una visión de 20/60. Por último, ninguno de los estudiantes presentó una visión de 20/100

Fuente: Bisonó et al., 2019.

Esta gráfica muestra los resultados de los valores de la agudeza visual del ojo izquierdo de los estudiantes de la escuela de El Carretón. De los 119 estudiantes evaluados, 37 %, que fue equivalente a 46 casos, presentó una visión de 20/16; 47 %, representado por 56 casos, obtuvo una visión 20/20; 8 %, correspondiente a 9 casos, evidenció una visión de 20/25; mientras que 3 %, equivalente a 3 casos, presentó una visión 20/30; y otro 3 % una visión de 20/40. También hubo un 1 % representado por 1 estudiante que obtuvo una visión de 20/50 y otro 1 % poseía 20/60; en cambio, ninguno de los estudiantes obtuvo una visión 20/100.

De acuerdo con los resultados mostrados en la tabla anterior, se llegó a la conclusión de que, según la edad de los estudiantes, aquellos que tenían ocho (8) años predominaron con la alteración de la agudeza visual del ojo derecho; de 23 estudiantes, tres presentaron una agudeza visual de 20/25, y dos una agudeza visual de 20/30.

De acuerdo con los resultados mostrados en la tabla anterior, se llegó a la conclusión de que, según la edad de los estudiantes, aquellos que tenían 12 años predominaron con la alteración de la agudeza visual del ojo izquierdo; cuatro estudiantes presentaron una agudeza visual de 20/25, uno presentó una agudeza visual de 20/30, y uno, una agudeza visual de 20/60. 

De acuerdo con los resultados mostrados en la tabla anterior, se demuestran los signos y síntomas asociados a las alteraciones de la agudeza visual de los estudiantes de la escuela de El Carretón. Con base en los 31 estudiantes que presentaron alguna alteración de la agudeza visual, 77 % padeció cefalea, siendo el mayor porcentaje, mientras que el 35 % presentó fotofobia. Once (11) de los estudiantes, equivalente al 26 %, refirieron haber padecido de lagrimeo, y otros once (11) estudiantes, prurito ocular. Hubo un 3 %, equivalente a un (1) caso, que presentó sequedad ocular, y 65 % de los estudiantes presentó visión borrosa; 6 %, equivalente a dos (2) casos, tuvieron visión doble, y ninguno de las pacientes presentó pterigium. Por último, 10 % de los pacientes no presentó signos ni síntomas oculares. Cabe aclarar que varios de estos estudiantes presentaron más de un síntoma asociado a alteraciones de la agudeza visual.

De acuerdo con los resultados presentados anteriormente, se observó que el 77 % de la muestra no ha asistido durante los últimos 3 años a una consulta oftalmológica representando 92 estudiantes, en cambio el 23 % de la muestra restante correspondiente a 27 estudiantes, admitieron haber recibido una consulta oftalmológica en los últimos 3 años.

De acuerdo con los resultados que se mostraron anteriormente, se observó que el 13 % de la muestra, equivalente a 16 estudiantes, no mejoró su visión al colocarles el agujero estenopeico, en cambio, el 7 % de la muestra restante, representado por 8 estudiantes, sí mejoró su visión al colocarle el mismo.

De acuerdo con los resultados que se mostraron anteriormente, se observó que el 9 % de la muestra, equivalente a 11 estudiantes, no mejoró su visión al colocarles el agujero estenopeico, en cambio, el 5 % de la muestra restante, conformado por seis (6) estudiantes, sí mejoró su visión al colocarle el mismo.

Discusión y conclusiones

Esta investigación mostró la prevalencia de alteración en la agudeza visual, discromatopsia y signos y síntomas asociados en una población estudiantil en la comunidad de El Carretón, Peravia, República Dominicana, revelando que la mayoría de los escolares no han asistido a alguna consulta oftalmológica previa, y que muchos de estos necesitan la misma. Según el presente estudio, el 77 % de los estudiantes no han asistido a una consulta oftalmológica en los últimos tres años. De acuerdo a un artículo publicado por la American Academy of Ophthalmology en el 2015, los niños en edad escolar necesitan una evaluación de la agudeza visual cada año¹⁰. La realización de este tamizaje es difícil debido a que, en la Unidad de Atención Primaria de el Carretón, los médicos carecen de los materiales básicos para hacer un examen oftalmológico simple. Existen programas del Gobierno como “Ver para aprender” y “Programa visual de INABIE” que tiene como uno de sus objetivos realizar el tamizaje de la visión de los niños de escuela pública en República Dominicana. Entre ambos proyectos, lograron a evaluar 258.000 estudiantes en el país. Desafortunadamente, estos programas se restringieron a regiones específicas, y el sector de el Carretón fue apartado del proyecto¹¹,¹². A la vez, de acuerdo con los datos arrojados por la investigación y la clasificación de la discapacidad de la OMS se exhibe que en la evaluación de la agudeza visual de ojo derecho de los estudiantes: 78 % de los estudiantes tienen una visión normal y 28 % una alteración de la agudeza visual. Dentro de este 28 %, 19 % tiene una discapacidad visual leve y 9 % tiene una discapacidad moderada. En la evaluación del ojo izquierdo de los estudiantes, 84 % de los estudiantes presenta una visión normal y 16 % una alteración de la agudeza visual. Dentro de los 16 %, 14 % tiene una alteración leve de la agudeza visual y 2 % tiene una alteración moderada de la visión. Estos datos difieren de los encontrados en un estudio titulado Prevalencia de Defectos de Refracción en Escolares de Primero a Sexto Grado en el Municipio de Cane, La Paz, Honduras, en el año 2015 de Jorge Meléndez, donde se comprobó que aproximadamente 92 % de los escolares evaluados tienen agudeza visual normal en ambos ojos, 6 % poseen una agudeza visual levemente alterada y un 2 % una alteración moderada de la agudeza visual¹³. Por otra parte, en las tablas 1 y 2 se puede apreciar que el rango de edad con más alteraciones de la vista del ojo derecho fueron los estudiantes de 12 años, mientras que los escolares de 8 años fueron los que más alteraciones de la vista presentaron en el ojo izquierdo. Estos valores difieren con los recolectados de una tesis titulada Valoración de la Disminución Agudeza Visual relacionada con alteraciones de la refracción en niños de 6-13 años en la Unidad Educativa Tres de Noviembre en el periodo 2016 realizado en Ecuador, donde el rango de edad más afectado en ambos ojos correspondió a los estudiantes de 7 años¹⁴. A la vez, según las respuestas del cuestionario y plasmado en la tabla 3, se demuestra que dentro de los signos y síntomas la cefalea fue el síntoma más frecuente, representando un 77 % de los casos, seguido de visión borrosa con un 65%. Lo anterior concuerda con los resultados de la investigación realizada en Honduras, donde se encontró que, del total de escolares con defectos de refracción, el síntoma principal fue la cefalea con un 32 %, seguido por prurito ocular con un 6 %¹³. Por último, con la utilización del agujero estenopeico se obtuvo una mejoría de un 7 % en el ojo derecho en comparación con la del ojo izquierdo que fue un 5 %, predominó en ambos ojos la no mejoría de la visión con la utilización del instrumento en cuestión, puesto que se obtuvo que el 9 % no mejoró en el ojo derecho y un 13 % no mejoró en el izquierdo. Estos resultados discrepan de los de una investigación realizada en Ecuador, donde se observó que el 11.1 % mejora su visión con el uso del agujero estenopeico en su ojo derecho mientras que solo un 2.0 % no mejora con el uso del mismo y el 5.6 % de los estudiantes mejora su déficit visual y solo el 1.5 % del grupo de estudio no mejora con el empleo del agujero estenopeico¹⁴.

Se necesitan más investigaciones cualitativas para evaluar los determinantes clave con fin de aumentar la efectividad de los programas de atención ocular entre los escolares, así como para determinar el impacto que tiene la corrección de los errores de refracción causados por la discapacidad visual en el rendimiento escolar y la calidad de vida de los niños¹⁵.