Ciencia y Educación, Vol. 9, No. 2, septiembre, 2025 • ISSN (impreso): 2613-8794 • ISSN (en línea): 2613-8808
Hundertwasser's Five Skins: a proposal linking art, environment, and pedagogy
DOI: https://doi.org/10.22206/ciened.2025.v9i2.3454
Recibido: 07/02/2025 ● Aceptado: 24/03/2025
Cómo citar: Moctezuma Pérez, S. y González Pérez, D. (2025). Las cinco pieles de Hundertwasser: una propuesta que vincula arte, ambiente y pedagogía. Ciencia y Educación, 9(2), 199-209. https://doi.org/10.22206/ciened.2025.v9i2.3454
Resumen
El objetivo del presente artículo es abordar el dibujo “Las cinco pieles” en conjunto con otras teorizaciones propias de la ciudad, para reflexionar sobre el entramado de postulados con los que Hundertwasser creó su obra y que fueron guía para su estilo de vida. A través de su teoría, el artículo subraya cuestiones antropológicas como la personalización del entorno y la construcción de la identidad mediante el espacio habitado, oponiéndose a la mercantilización de las ciudades y la pérdida de sentido en espacios “desterritorializados.” Esta visión antropológica destaca la necesidad de una relación activa con el ambiente que permita a los individuos reconfigurar sus identidades y el significado de sus vidas en el espacio urbano.
Palabras clave: Hundertwasser, habitar, identidad, arquitectura, espiral.
Abstract
The objective of this article is to address the drawing "The Five Skins" in conjunction with other theoretical approaches to the city, to reflect on the framework of postulates with which Hundertwasser created his work and which were a guide for his lifestyle. Through his theory, the article emphasizes anthropological issues such as the personalization of the environment and the construction of identity through inhabited space, opposing the commodification of cities and the loss of meaning in "deterritorialized" spaces. This anthropological vision highlights the need for an active relationship with the environment that allows individuals to reconfigure their identities and the meaning of their lives in urban space.
Keywords: Hundertwasser, to inhabit, identity, architecture, spiral.
La vida y obra del artista vienés Friedensreich Hundertwasser fue muy prolífica. Durante su vida se dedicó a la pintura, la arquitectura y a redactar manifiestos en donde fijaba su postura sobre su concepción del arte y el ambientalismo. De hecho, es difícil demarcar dónde comienza y termina cada una de sus facetas artísticas y arquitectónicas porque la obra que legó a la humanidad sólo puede analizarse en su conjunto y, sin disociarse de una postura ambientalista firme y comprometida. Para Würfel (2020), el artista vienés jugó en su época el mismo papel que representa en la actualidad Greta Thunberg.
En 1997 Hundertwasser dibujó una obra que intituló Las cinco pieles. Ese dibujo fue hecho especialmente para el libro que escribió el crítico de arte Pierre Restany sobre la vida y obra de Hundertwasser (Restany, 2003). Las cinco pieles es una de las obras más importantes de Hundertwasser porque resume el pensamiento del artista sobre la armonía que debe alcanzar el ser humano a través de su relación con la naturaleza, el arte y la arquitectura, así como con el mundo y los seres humanos. En la actualidad es posible pensar en las cinco pieles como un modelo de ambientalismo.
En este artículo, el arte y la pedagogía se complementan para generar una postura crítica ante las consecuencias de la contaminación, las industrias, la arquitectura hostil y contra los espacios uniformes. Por lo anterior, el objetivo del presente artículo es utilizar el dibujo “Las cinco pieles” de Friedensreich Hundertwassser como un modelo conceptual que integra arte y ambiente para ser aplicable a contextos pedagógicos. El modelo conceptual es interdisciplinario porque se desarrolla desde la antropología, ecología, arquitectura, urbanismo y examina la relación entre el ser humano, su entorno natural y la construcción de significados en el espacio habitado.
Friedensreich Hundertwasser nació el 15 de diciembre de 1928, en la ciudad de Viena, Austria bajo el nombre de Friedrich Stowasser. A pocos días de haber cumplido su primer año, murió su padre: Ernst Stowasser. Por lo anterior, su infancia la vivió acompañado de su madre: Elsa Stowasser. Su infancia la vivió tratando de sobrevivir al horror de la II Guerra Mundial. Aunque su madre fue judía, ella lo alistó en las Juventudes Hitlerianas y, él solía usar las medallas que su padre ganó en la Primera Guerra Mundial (Rand, 1998). Esta estrategia permitió que ambos sobrevivieran a la guerra.
A sus cinco años ya dibujaba. Durante un año, en 1936 estudió en la Escuela Montessori de Viena. En la década de 1940, comenzó a sentirse atraído por los colores de las flores y la naturaleza, de las cuales realizaba dibujos y acuarelas. En 1948 Hundertwasser ingresó a la Academia de Bellas Artes de Viena, la cual abandonó en pocos meses. En esa época aprendió principios básicos sobre percepción y desarrolló cierta destreza para dibujar desnudos y copiar al natural. Fuera de la academia, Hundertwasser se sintió atraído por las obras de Egon Schiele y de Walter Kampmann (Rand, 1998).
A finales de 1949 y principios de 1950, el artísta cambió su apellido de Stowasser por Hundertwasser, que significa “cien aguas”. A principios de 1960, cambió su nombre de Friedrich por el de Friedensreich, el cual puede traducirse como “reinado de la paz” (Rand, 1998). En 1950, Hundertwasser expuso por vez primera en la Galerie Librairie Palmes, de París, Francia. Pronto, Hundertwasser se convertiría en el más famoso artista austriaco (Restany, 2003). La obra pictórica -y también arquitectónica- de Hundertwasser tiene como sello emblemático separarse del arte que privilegia las líneas rectas e ir en contra de la regularidad geométrica.
A lo largo de su faceta de arquitecto, Hundertwasser mantuvo su compromiso con evitar las lineas rectas. Si en la naturaleza no hay trazos rectos, en la arquitectura tampoco deben existir. Ejemplo de lo anterior son las maquetas y proyectos que realizó: la casa Hundertwasser, la remodelación de la iglesia de Santa Bárbara y la Central Térmica de Spittelau, todo ello en Viena. Hundertwasser se nombró a sí mismo como médico-arquitecto cuya misión era modificar y embellecer las estructuras existentes. El principio básico en la arquitectura de Hundertwasser es que los espacios deben dotar de felicidad a quien los habita.
Al arte y a la arquitectura debe añadirse la faceta donde Hundertwasser escribía y pronunciaba manifiestos. En ellos exponía su visión del mundo, del arte, la arquitectura y el ambiente. Así, en su manifiesto “Tu derecho a la ventana – tu deber al árbol” (1972) proclama la libertad del ser humano para tener una vivienda de calidad, donde los techos estén cubiertos de árboles y éstos incluso salgan por las ventanas. En el “manifiesto del enmohecimiento” (1958) niega el racionalismo, las líneas rectas y se lanza en contra de la arquitectura funcional. En suma, sus manifiestos desnudan y liberan al artista.
El pensamiento de Hundertwasser fue influido desde principios de la década de 1950 y por el resto de su vida, por la idea de la espiral (Rand, 1998, Restany, 2003). Para el artista, el símbolo de la espiral refleja la vida y la muerte, el constante devenir del ser humano y la forma básica que debe primar en el arte y la arquitectura. Todas sus obras contienen el elemento de la espiral y, las cinco pieles es el dibujo cúspide de su pensamiento en espiral. En ese dibujo, se representa al ser humano con todas sus conexiones privadas y públicas.
Otro de los temas que apasionó a Hundertwasser fue el relativo a la búsqueda y construcción de identidad, tanto individual como nacional. Así, también dedicó parte de su intelecto al diseño de monedas. Si bien estas nunca circularon, sí son ejemplo de un bello arte numismático. Además, realizó propuestas para modificar las banderas de Australia, Nueva Zelanda y una bandera para la paz del Próximo Oriente, esto es, de árabes y judíos en una Palestina unida. También, se enfrascó en una lucha para mantener el diseño y estilo de las placas de autos en Austria como símbolo de identidad nacional.
A lo largo de su vida, Hundertwasser realizó cerca de 700 cuadros y poco más de 100 obras gráficas cuyos tirajes alcanzaron los 10,000 ejemplares (Restany, 2003). También se cuentan alrededor de medio centenar de proyectos arquitectonicos (Würfel, 2020) que incluyen maquetas, construcciones nuevas, remodelaciones e intervenciones arquitectónicas en países como Alemania, Austria, Estados Unidos, Israel, Japón, Nueva Zelanda y Suiza. En su faceta ambientalista, plantó alrededor de 60,000 árboles en varias partes del mundo. Además, fue profesor de la Academia de Bellas Artes de Viena, la que abandonó a los tres meses de haber ingresado en 1948 (Restany, 2003).
Marion Barry Jr., alcalde de Washington conoció a Hundertwasser en 1980. Durante la visita del artista, le entregó al alcalde un cartél que tituló “Plantar árboles – luchar contra el peligro nuclear”. El alcalde plantó junto con el artista, árboles en la plaza Judiciary Square e instauró el 18 de noviembre como el Día de Hundertwasser. Gran parte de la obra pictórica del artista se encuentra en el Kunst Haus Wien Museum Hundertwasser, ubicado en Viena, Austria. Friedensreich Hundertwasser falleció el 19 de febrero de 2000 debido a una insuficiencia cardiaca. Fue incinerado y sus cenizas enterradas debajo de un árbol.
La trayectoria social de Friedensreich Hundertwasser es relevante porque devela su visión holística sobre el ser humano en relación con un entorno natural y social. La vida del artista vienés estuvo marcada por el flujo constante, por ejemplo, en su identidad individual al cambiar de nombre hasta en su identidad nacional con sus manifestaciones artísticas para rediseñar banderas nacionales. Su concepción de la arquitectura y la manera en que debería diseñarse las casas también representan parte de lo que será una de las obras pictóricas más emblemáticas del autor, “Las cinco pieles” que es el tema de la siguiente sección.
En esta sección se describe el significado del dibujo “Las cinco pieles” elaborado por Hundertwasser en 1997 (ver imagen 1). Tal como su nombre lo indica, el dibujo se compone por cinco pieles o capas que el ser humano posee y, que en su conjunto le otorgan identidad y sentido de pertenencia dentro del mundo social y ecológico. Este dibujo representa el modelo con el que vivió y pensó el artista vienés. Además, ha sido motivo de investigación e inspiración para personas de todo el mundo. Por supuesto, este artículo se suma a esa serie de investigaciones que se originan en dicho dibujo.
Imagen 1
Dibujo de las cinco pieles de Friedensreich Hundertwasser
Fuente: © 2023 www.hundertwasser.com.
La primera piel que cubre a los seres humanos es la epidermis. De acuerdo con Jakobsen y Storsletten (2018), la epidermis es el vínculo directo entre los seres humanos y los ecosistemas. Para Hundertwasser esta piel también representa la desnudez y el derecho a la libertad de expresión. La epidermis es más que una simple envoltura, es un sistema complejo, multidireccional y poroso (Silva, 2007). De acuerdo con Sánchez y Albo (2021), la epidermis representa el “yo” interior, la infancia y el proceso de autoreconocimiento y de encuentro con el “otro”. La primer piel es el origen de la identidad.
En 1997 Hundertwasser declaró: “Aunque el ser humano esté obligado a caminar por calles rectas como una regla, su sendero personal e individual nunca es recto, sino que está sujeto a sus impulsos momentanos” [traducción propia] (Würfel, 2020, p. 20). Esa frase encierra la idea de la espiral en la vida humana. Con su obra pictórica y arquitectónica Hundertwasser se empeñó en demostrar la belleza que poseen las formas de la naturaleza donde la línea recta no existe. Así como la arquitectura debe ser un dispensador de felicidad, el artista y su arte deben trabajar para la sociedad en su totalidad, no sólo para una élite (Koschatzky, 2020).
Los seres humanos no siempre tienen la posibilidad de trazar por completo sus trayectorias de vida porque acontecen hitos que son ajenos a los individuos, y que de alguna manera moldean la propia realidad. Tal como lo planteó Hundertwasser a través de su propuesta de la espiral, la vida es en realidad un cúmulo de experiencias que van formando un entramado complejo y, que a su vez dan forma a un proyecto de vida. Sin embargo, en el transcurso de esa trayectoria es posible “empedrar” el camino de vida con algunos postulados ambientalistas. Por ejemplo, mediante el respeto hacia la naturaleza, sus componentes y a todos los seres vivos.
Desde los estudios de moda y diseño, la primera piel se vincula con las propuestas de maquillajes y cosméticos orgánicos, así como las expresiones artísticas de tatuajes con referencias a símbolos orgánicos y naturales (Mazzocchi et al., 2020). Desde las prácticas y propuestas pedagógicas para el cuidado de la vida, Pérez (2021) utilizó la propuesta de las cinco pieles de Hundertwasser y creó un museo virtual donde emergen los diálogos y reconocimientos de visitantes para concientizar sobre la epidermis humana y las epidermis que emergen del territorio. Ambos trabajos develan que la primera piel está conectada con el cuidado del planeta sin descuidar la identidad misma de los seres vivos.
Desde un punto de vista tangible, la ropa representa a todos aquellos accesorios que los seres humanos utilizan para cubrir la primera piel. En el caso de Hundertwasser, él solía confeccionar su propia ropa y siempre mantuvo un estilo único que le representó a lo largo de su vida. Un estilo bohemio que, de acuerdo con Restany (2003), le servía como su pasaporte social. Desde una mirada hacia lo intangible, la segunda piel representa la oportunidad de ir en contra de la uniformidad que proclama la globalización, la cultura moderna y la industria de la moda (Mazzocchi et al., 2020).
Para Hundertwasser la segunda piel del ser humano merece atención y respeto; obteniendo de esto un estado de libertad. En 1989 pronunció un discurso sobre los dictados de la moda en donde aseveró que: “La ropa, como todos sabemos, es la Segunda Piel del ser humano, al igual que la arquitectura es su Tercera Piel. Si la Segunda Piel se enferma, se uniformiza o no está en sintonía con el ser humano, no le queda bien, entonces el ser humano, es decir, el organismo situado debajo de ella, también se enferma. Y esa es una de las principales razones por las cuales nuestra civilización hoy en día está enferma” [Traducción propia] (Würfel, 2020, p. 38).
Aunque Hundertwasser centró sus discursos y prácticas en el tema de la moda como segunda piel, actualmente los seres humanos utilizan una gran cantidad de accesorios que provienen de un sistema cultural y económico dominante y homogeneizante. Desafortunadamente no se ha detenido el problema de la generación de desechos y aunque el tema del reciclaje ha logrado avances, la sociedad humana aún se caracteriza por su irracionalidad consumista que trae consigo problemas ambientales. Por lo anterior, es necesario atender los postulados del artista vienés acerca de la felicidad que otorgan los accesorios cuando estos sirven de vínculo con la naturaleza.
En un trabajo realizado con estudiantes del municipio de Soacha, en Colombia, Franco (2017), llevó a cabo acciones para rescatar la memoria del territorio y, por ende, alcanzar un proceso de reconocimiento y apropiación de este por parte de un grupo de estudiantes. Mediante una actividad inspirada en “Las cinco pieles” y nombrada como “Somos accesorios, somos moda”, la población estudiantil reconoció que la ropa es símbolo de identidad y, al mismo tiempo es un elemento diferenciador que puede generar rechazos y exclusiones. Con lo anterior, la propuesta de las cinco pieles tuvo éxito para generar reflexiones y coadyuvar a la recuperación de la memoria biocultural.
En el dibujo las cinco pieles, la casa corresponde a la tercera piel. Durante un discurso que pronunció Hundertwasser en Schmelz, Austria durante 1981, señaló que: “La casa deberá ser una auténtica Tercera Piel para los habitantes, una piel que cambia constantemente y crece de forma orgánica. Al igual que una piel natural [traducción propia] (Würfel, 2020, p. 48). En su calidad de médico de la arquitectura, Hundertwasser creía y sostenía que los seres humanos tienen el pleno derecho a vivir en armonía con la naturaleza mediante el derecho a intervenir en la fachada de su casa para que sea un espacio feliz (Restany, 2003).
Una de las obras más famosas es la casa Hundertwasser. En diciembre de 1977, el alcalde de Viena ofreció un terreno para que Hundertwasser hiciera un proyecto de arquitectura ecológica. La casa Hundertwasser se terminó en 1985 y se entregó a sus habitantes en 1986 (Kliczkowski, 2003). La casa es realmente un conjunto de 50 departamentos que van de los 40 hasta 148 m2 y fue un proyecto de vivienda social (Restany, 2003). Hundertwasser demostró que es posible alcanzar una arquitectura humana en armonía con la naturaleza y respetando los presupuestos gubernamentales y las leyes de construcción vigentes (Kliczkowski, 2003).
Para Hundertwasser, el tema de la vivienda representa la posibilidad y necesidad de que todos los seres humanos sientan satisfacción en sus espacios habitados, esto es; que sean realmente espacios dispensadores de felicidad. Además, incluye el derecho a tener una ventana e intervenir fuera de ellas hasta donde alcance el brazo y la mano. Sin embargo, es necesario reflexionar sobre la desigualdad e inequidad en el tema de la vivienda. Las burbujas financieras de las últimas décadas han sobreinflado los precios y lejos de detenerse, continua la burbuja inmobiliaria. El otro polo es la pobreza y carencia de vivienda propia.
A la cuarta piel que Hundertwasser dibujó, la denominó la identidad. Los seres humanos son gregarios por naturaleza y, a lo largo de su vida el artista vienés estuvo rodeado de amistades, colegas, parejas y su madre. Tal vez por ello considero que la identidad se conforma a través de las relaciones sociales que se mantienen con un grupo de personas afines. Esta identidad y el entorno social poseen diversas escalas, esto es; una espiral de relaciones que comienzan con las personas más cercanas y que alcanza el nivel de identidad nacional. Así, la primera y cuarta piel están conectadas.
Para Restany (2003) y Rand (1998), esta piel se manifiesta en la producción artística que realizó Hundertwasser sobre monedas, placas de autos, relojes, banderas, entre otras cosas. Para este artista fue importante sentir un apego hacia un territorio, a pesar de que vivió en diversas ciudades tales como París, Japón, Italia, Nueva Zelanda y viajó continuamente a bordo de su propio barco llamado “Regentag”. Para este ciudadano del mundo, el sentimiento de pertenencia fue trascendental. En sus palabras: “Nuestro primer objetivo es vivir en un estado de tolerancia y dignidad humana, protegiendo el yo y su identidad” [traducción propia] (Würfel, 2020, p. 82).
La idea ambientalista está presente en la cuarta piel en el momento en que el ser humano mantiene una conexión con un territorio específico dentro del cual existe una conexión con la naturaleza. En la actualidad los problemas de deforestación, privatización de espacios naturales, industrias e incluso los efectos del cambio climático impactan negativamente en los espacios biodiversos, haciendo que estos se reduzcan o desaparezcan. Por tal razón, existe la imperante necesidad de mantener los territorios de tal forma que cumplan sus funciones biológicas y sean espacios de disfrute y generadores de identidad para los seres humanos que los visitan.
Desde la pedagogía y la enseñanza, Guarín y Rojas (2021) utilizaron “Las cinco pieles” para diseñar diversas propuestas pedagógicas para que las poblaciones jóvenes comprendan su historia familiar, el pasado y, que forman parte de un amplio mundo. En cambio, para Mazzocchi et al., (2020), la quinta piel representa la búsqueda de espacios de bienestar que permitan crear estilos de vida, hábitos y costumbres que generen identidad y conexión con la naturaleza.
La quinta y última piel corresponde al entorno mundial, al planeta tierra como un gran ecosistema. Aquí es el momento en el que la espiral de Hundertwasser alcanza su máximo y se reinicia. Tal como lo señala Restany (2003, p. 79) “La naturaleza es la realidad suprema, fuente de armonía universal: el enorme respeto que muestra hacia ella suscita muy pronto en él [Hundertwasser] el deseo de protegerla contra los atentados del hombre y los perjuicios de la industria”. La naturaleza siempre estuvo presente en la obra pictórica y arquitectónica del artista, además fue fuente de inspiración para muchos de sus manifiestos.
La postura ambientalista de Hundertwasser siempre fue clara. Ejemplo de lo anterior fue el caso de la central térmica de Spittelau. A finales de la década de 1980 y principios de 1990, el alcalde de Viena, Helmut Zilk, encargó la remodelación de la central térmica al artista vienés. Él rechazó el encargo por estar en contra de la existencia de un incinerador de residuos. Su postura ecológica se guiaba bajo el principio de eliminar la generación de residuos, sin embargo aceptó el trabajo cuando se le aseguró que la central innovaría su tecnología para evitar las emisiones nocivas (Kliczkowski, 2003) (ver imagen 2).
Imagen 2
Central Térmica de Spittelau
Fuente: © 2023 www.hundertwasser.com
Para Hundertwasser la naturaleza es el principio que debe guiar a los seres humanos y todas sus acciones. Durante su vida demostró que la naturaleza es una exitosa fuente de inspiración para obras gráficas, así como para los proyectos arquitectónicos. En sus palabras, él expresó en 1983: “Debemos esforzarnos por lograr un tratado de paz con la naturaleza, la única fuerza creativa superior de la que el ser humano depende” [traducción propia] (Würfel, 2020, p. 102). Hundertwasser fue un parteaguas dentro del campo del arte al rechazar los postulados del arte por el arte y centrarse en un modelo híbrido que combina arte y vida (Hodonyi, 2003).
El arte es capaz de generar debates sobre la condición humana y, ahí el tema ambiental puede colocarse para generar consenso o cambio de paradigma sobre las maneras en que utilizamos nuestros recursos, como lo expone Rodríguez (2024) con la fotografía y, sobre la atención que otorgamos a las personas detrás de la producción de nuestros consumos: personas dedicadas a la agricultura, ganadería, piscicultura, apicultura, entre otras. La combinación del arte, antropología y ecología permitirá, como lo menciona Durán (2024), visibilizar y dar voz a quienes han sido desprestigiados y así, ayudar a su empoderamiento y reconciliación comunitaria.
Con lo expuesto hasta este momento, “Las cinco pieles” de Hundertwasser manifiesta la posibilidad de ser incluida como metodología en el aula para que comunidades estudiantiles representen sus conexiones con la vida. Por ejemplo; pueden representar su primera piel mediante autorretratos y generar reflexiones sobre su identidad. También pueden diseñar ropa o accesorios que expresen su identidad y sean realizadas a partir de principios sustentables. Además, pueden crear dibujos y maquetas de casas “felices” para concientizar sobre la arquitectura ecológica. Posteriormente, pueden discutir proyectos comunitarios para fortalecer el sentido de pertenencia y, por último; pueden llevar a cabo acciones ambientales tales como creación de huertos, composta, entre otras para promover la concienca ecológica.
La identidad fue uno de los elementos centrales en la propuesta de Hundertwasser. El mostró que los seres humanos generan procesos identitarios a través de la conexión con procesos y objetos que ocurren fuera del individuo. La identidad es parte del yo conjugado con el nosotros, incluyendo el entorno en que se vive y por tanto se desarrolla, es decir, el habitar. De esta manera, el habitar Aguayo y Zirión (2022) lo conceptualizan como:
“[…] la relación de los seres humanos con su entorno, es decir a los procesos de orientación, percepción, apropiación y significación del espacio que son posibles gracias a la cultura. Es una de las actividades humanas más fundamentales, que articula tiempo y espacio, confiriendo a ambas dimensiones el sello de ciertas diferencias características, o típicas, que es posible justamente adjudicar a diferencias culturales” (p. 41).
Desde la visión de Hundertwasser, las cinco pieles simbolizan las dimensiones sociales de la identidad humana, así, se constituye de múltiples facetas, construidas a partir de la interacción con cada recubrimiento. El conjunto de las distintas maneras y razones por las que cuidamos nuestra piel, agregamos accesorios, ordenamos y diseñamos nuestras viviendas y hogares, la pertenencia o la falta de ella a ciertas comunidades y por ende la interrelación con el entorno, se convierte en la expresión total de quienes somos.
De este modo se habita no solo de manera física, también cultural, simbólica, social, política y hasta de manera económica. Lo anterior implica más que la simple ocupación del espacio, la realidad se vive y experimenta al mismo tiempo que se configura y reconfigura la identidad, reforzándose a cada paso. Desde una perspectiva antropológica, se puede abordar el habitar como personalización de la propia realidad, es decir, la apropiación del entorno, no como un ente pasivo obligado a tomar lo que tiene, sino desde una participación totalmente activa que reconstruye el vivir a través del caminar.
Implica también pertenecer, esto es, ser parte de grupos, comunidades, de ambientes sociales y físicos, de modo que ambas aristas son primordiales para el bienestar humano, evitando lo que Cacciari (2010) llama territorios desterritorializados, en donde la única función de la ciudad se ha relegado a ser el espacio de mercado, así, entonces el anfitrión busca hospitalidad en su propia casa y con su propia familia, sin llegar a encontrarla.
Carretero (2016) propone el término de indigencia trashumante, en una tesis doctoral que posteriormente se convierte en un libro titulado Indigencia transhumante. Despojo y búsqueda de sentido en un mundo sin hogar. En dicha obra se abordan cuestiones propias de la migración y la pobreza, haciendo una crítica a la noción romantizada del nomadismo como estilo de vida, en donde este es y hace feliz a cualquiera en el lugar al que llega. De la misma manera, se aborda a quienes no parecen migrar, es aquí donde se colectiviza dicha indigencia y se convierte en algo común “Una comunidad necesitada de hospitalidad como correlativo fundamental de una nueva y emergente forma de sensibilidad y emotividad que derive en una ética social y política…”. (p. 19)
Hundertwasser proporciona un marco valioso en cuanto a la exploración tanto de la pertenencia y el habitar y, por consiguiente, ligada a la cuestión identitaria. En ese tenor, cada piel representa una dimensión primordial de la propia experiencia. El abordaje concede luz en cuanto a la apropiación de los espacios y la manera en que construimos nuestra existencia en el mundo. En definitiva, la identidad es un proceso continuo de negociación y adaptación, en el que la pertenencia y el habitar juegan roles esenciales en nuestra percepción de nosotros mismos y en nuestra interacción con el entorno.
Desde la antropología, las cinco pieles sirven como conceptualización que puede conjuntarse con la propuesta de Carretero (2016) sobre la Cartografía transhumante, en la que “[…] se esboza una especie de cartografía qué permita aludir a esa articulación del desplazamiento físico y el mundo interior de la persona desde su partida hasta su arribo a una metrópoli aleph. Pensamos aquí en el viaje mismo de ese sin lugar, sin morada en esa condición indigente que conjunta miseria material y derrumbe interior […]” (p. 44).
La relación entre la antropología social y el arte manifiesta un crecimiento constante. Por ejemplo, a través del rescate de fotografías tomadas entre 1896 y 1908, la antropóloga Zeynep Gürsel (2023), reconstruyó la historia de los armenios otomanos expatriados y emigrados. Las fotografías no fueron tomadas con la intención de preservar parte de la vida cotidiana y doméstica de los fotografiados, por el contrario, fueron tomadas para formar parte del sistema burocrático otomano. Así, a partir del trabajo etnográfico con estos documentos visuales, la autora discute los procesos por los cuales emergió el estado otomano.
En el caso anterior, se utilizaron fotografías existentes. En cambio, Nakashima (2020) combinó sus conocimientos en antropología con los del arte visual para crear instalaciones que interpelan el proceso de exilio chileno provocado por la dictadura de Augusto Pinochet. Su trabajo etnográfico comienza con el proceso de entrevista e historia de vida. Posteriormente utiliza una fotografía del rostro de la persona entrevistada que divide en dos partes, para representar la vida en Chile y en el exilio. Por último, promueve que el entrevistado seleccione más fotos e imágenes que posteriormente son insertadas en la foto del rostro.
A lo largo de este artículo se evidenció que la vida y obra de Friedensreich Hundertwasser estuvo influida por la atracción hacia las formas y colores que están presentes en la naturaleza. Lo anterior se complementó con la figura de la espiral, que fortaleció el proceso de inspiración del artista. Bajo los principios de la naturaleza y la espiral Hundertwasser realizó su trabajo artístico: alrededor de 700 cuadros pintados y obra gráfica con piezas que llegaron a tener un tiraje de 10 mil ejemplares, así como medio centenar de proyectos y maquetas de nuevas construcciones, rehabilitaciones y rediseños (Restany, 2003).
El presente artículo utilizó como base de la investigación el dibujo “Las cinco pieles” que realizó Hundertwasser en 1997. Con ese dibujo y aportes de la antropología urbana fue posible analizar que los postulados del artista en términos de su propuesta pictórica, arquitectónica y de activismo ambiental también recaen en el plano social. En términos generales, la identidad individual y colectiva se entrelazan en conceptualizaciones que llevan a que obras como la abordada en este artículo sigan generando investigaciones que justifican la necesidad de entender al ser humano en el contexto de sus relaciones con la naturaleza y la sociedad, incluyendo al espacio habitado. Actualmente, es imperativo abordar cuestiones como el derecho de quienes han sido renegados a la exclusión, restringiéndoles no solo de ciudadanía sino también de la propia humanidad, obligados a encasillarse en una ciudadanía de los excluidos.
Aguayo, A., & Zirión, A. (Comps.). (2022). Habitar y comprender el espacio urbano: escritos de Angela Giglia sobre la Ciudad de México. Universidad Autónoma Metropolitana.
Cacciari, M. (2010). La ciudad. Editorial Gustavo Gili.
Carretero, R. (2016). Ultraestructura transhumante: una gramática de la hospitalidad. Universidad Autónoma del Estado de México.
Durán, M. L. (2024). El poder del arte para jugar, empoderar y reparar comunidades. Revista Arte Ibero Nierika, 25.
Franco, F. (2017). Reconociendo el territorio a partir de la propuesta “Las Cinco Pieles”: las experiencias de los estudiantes de noveno grado de la Institución Educativa San Mateo, Soacha. Tesis de grado, Universidad Nacional Pedagógica. Repositorio Institucional UPN. http://hdl.handle.net/20.500.12209/16504
Guarín, Y., & Rojas, L. J. (2021). La teoría de las 5 pieles, una intervención pedagógica para desarrollar la expresión oral en lengua inglesa en los estudiantes de séptimo grado de dos institucones educativas del departamento de Boyacá. Tesis de grado, Universidad de La Salle. Repositorio Institucional UPN. https://ciencia.lasalle.edu.co/cgi/viewcontent.cgi?article=1029&context=maest_didactica_lenguas
Gürsel, Z. (2023). Looking Together as Method. Encounters with Ottoman Armenian Expatriation Photographs. Visual Anthropology Review, 3-31. https://doi.org/10.1111/var.12281
Hodonyi, R. (2003). Friedensreich Hundertwasser. Mastermind of Ecological Modernism. En Würful, C. Hundertwasser for the Future. Hatje-Cantz (pp. 129-138).
Jacobsen, O., & Storsletten, V. (2018). Friedensreich Hundertwasser – The Five Skins of the Ecological Man. En Bouckaert, L., Ims, K. y Rona, P. (Eds.) Art, Spirituality and Economics. Liber Amicorum for Laszlo Zsolnai. Springer (pp. 39-50).
Kliczkowski, M. (2003). Hundertwasser. H. Kliczkowski.
Koschatzky, W. (2020). Hundertwasser. En Schmied, W. Hundertwasser. Complete Graphic Work 1951-1976. Prestel (pp. 11-16).
Mazzocchi, V., Köhler, N., Regina, R., & Silveira, I. (2020). Hundertwasser’s theory and its relation to the Slow Fashion movement. ModaPalavra e-periódico, 13(20), 257-281. https://doi.org/10.5965/1982615x13302020257
Nakashima, L. (2020). The Anthropologist as Artist. Anthropology News website. https://www.anthropology-news.org/articles/the-anthropologist-as-artist/
Pérez, L. V. (2021). Museo virtual pensado para el arte y el cuidado de la vida bajo la teoría de las cinco pieles en territorio urbano y rural. Tesis de grado, Universidad Nacional Pedagógica. Repositorio Institucional UPN. https://hdl.handle.net/20.500.12209/16504
Rand, P. (1998). Hundertwasser. Taschen.
Restany, P. (2003). El poder del arte. Hundertwasser. El pintor-rey con sus cinco pieles. Taschen.
Rodríguez, K. (2024). Fotografía caribeña en clave ambiental. Revista Arte Ibero Nierika, 25.
Sánchez, J. L., & Albo, U. (2021). Hundertwasser: las cinco pieles como interfaces de experiencia común. INDEX. Revista de arte contemporáneo, 12. https://doi.org/10.26807/cav.vi12.448
Silva, E. (2007). Anatomía altruísta. Revista Brasileria de Ciências do Esporte, 28(3), 125-139.
Würfel, C. (2020). Hundertwasser for the Future. Hatje-Cantz.
_______________________________
1 Universidad Autónoma del Estado de México, México. Email: smoctezumap@uaemex.mx
2 Universidad Autónoma del Estado de México, México. Email: dgonzalezp015@alumno.uaemex.mx