Ciencia y Educación, Vol. 8, No. 3, septiembre-diciembre, 2024 • ISSN (impreso): 2613-8794 • ISSN (en línea): 2613-8808
DOI: https://doi.org/10.22206/cyed.2024.v8i3.3229
Miguel J. Escala1
ORCID: https://orcid.org/0000-0001-9469-7344
Ana Margarita Haché de Yunén2
ORCID: https://orcid.org/0009-0004-1003-5220
Sarah Inés González Sued3
ORCID: https://orcid.org/0000-0002-2475-3192
Teresa Guzmán4
ORCID: https://orcid.org/0000-0002-5251-1270
Islen Rodríguez5
ORCID: https://orcid.org/0000-0001-6414-0350
María del Mar González Tejera6
ORCID: https://orcid.org/0009-0002-7224-4875
Jenny Acevedo Torres7
ORCID: https://orcid.org/0009-0008-1296-3599
Pedro Acevedo8
ORCID: https://orcid.org/0009-0006-2950-9304
María Córdoba9
ORCID: https://orcid.org/0000-0002-8827-457X
Liliana Ruth de Olloqui de Montenegro10
ORCID: https://orcid.org/0000-0002-4167-1869
Lucía del Carmen García11
ORCID: https://orcid.org/0009-0007-3182-1054
Sandra González Pons12
ORCID: https://orcid.org/0000-0001-6392-9085
Natalia González Tejera13
ORCID: https://orcid.org/0000-0002-7879-6702
Geynmi Mancebo14
ORCID: https://orcid.org/0000-0002-4119-9007
Emelinda Padilla15
ORCID: https://orcid.org/0000-0002-6379-8254
José Ramón Suriel16
Recibido: 11/07/2024 • Aprobado: 12/07/2024
Cómo citar: Escala, M. J., Haché, A., González, S., Guzmán, T., Rodríguez, I., del Mar González, M., Acevedo, P., Acevedo, J., Córdoba, M., de Montenegro, L., García, L., González, S., González, N., Mancebo, G., Padilla, M. y Suriel, J. R. (2024). Invitación a repensar la educación: demos un chance a la escuela. Ciencia y Educación, 8(3), 83-90. https://doi.org/10.22206/cyed.2024.v8i3.3229
Resumen
Repensar la Educación, formada por un grupo de educadores dominicanos, comparte este documento buscando ofrecer una lectura y una perspectiva diferente, sobre las respuestas necesarias para garantizar la calidad educativa. El documento se estructura en cinco secciones comenzando con una justificación del mismo y concluyendo con sugerencias para convertir el repensar en acciones. En la segunda sección, se exploran los temas centrales de la educación sobre los que se invita a repensar, entre ellos: el estudiante como centro del proceso formativo, el docente como actor clave de la formación integral del estudiante, la escuela como un ecosistema del proceso formativo, la familia y la comunidad como pilares fundamentales, y los mecanismos estatales como entidades reguladoras, de apoyo y de dinamización de los cambios.
En el documento, no solo se enfatiza el papel de las escuelas como instituciones clave, sino que también las concibe como ecosistemas sostenibles que fomentan el diálogo y empoderan a las comunidades. Se subraya la importancia de brindar a las escuelas el chance de realizar plenamente su potencial para alcanzar esta visión.
Palabras clave: Calidad de la educación, procesos de aprendizaje, ambiente educacional.
Abstract
Rethinking Education, a group of Dominican educators, presents this document with the aim of offering a fresh perspective on the necessary responses to ensure educational quality. The document is structured into five sections, beginning with a justification and concluding with suggestions to transform this rethinking into concrete actions. In the second section, the central educational themes that are encouraged to be reconsidered are explored, including: the student as the focal point of the learning process, the teacher as a key figure in the holistic development of the student, the school as an ecosystem of the educational process, the family and community as foundational pillars, and public educational offices as entities that regulate, support, and drive change.
The document not only emphasizes the role of schools as key institutions but also envisions them as sustainable ecosystems that foster dialogue and empower communities. It underscores the importance of providing schools the opportunity to fully realize their potential in achieving this vision.
Keywords: Educational quality, learning processes, educational environment.
Somos Repensar la Educación, RED, la cual se constituye como un espacio plural que busca examinar la realidad educativa dominicana mediante un enfoque profundo y multidisciplinario, con el objetivo de generar cambios que mejoren sus condiciones de manera sostenible. Este documento surge de un ejercicio reflexivo llevado a cabo por los miembros de RED y se comparte con el propósito de ofrecer una perspectiva diferente, amplia y abierta sobre diversos aspectos que inciden directamente en la calidad educativa del país.
En esta ocasión, RED invita a los docentes, a los padres y madres de nuestros estudiantes, a las autoridades nacionales en especial del sector educativo, a la sociedad civil, a los distintos sectores sociales, políticos y demás interesados en el necesario mejoramiento de la educación dominicana para que visualicemos conjuntamente acciones que fortalezcan la participación e involucramiento de las comunidades educativas en la toma de decisiones sobre las problemáticas que les afectan directamente, y sobre los sueños que queremos alcanzar. Buscamos la conformación de colectividades empoderadas que sigan soñando, propicien el diálogo, reflexionen, aprendan, actúen y se desarrollen.
A pesar de los notables avances que ha experimentado el sistema educativo dominicano en las últimas décadas, como la ampliación de la cobertura, la mejora de la formación docente, la actualización curricular, la expansión de la infraestructura y servicios para la primera infancia, así como la distribución de recursos de aprendizaje, aún no hemos alcanzado el sistema educativo ideal que aspiramos. En el año 2023, se observaron algunas mejoras en los resultados de las pruebas internacionales, aunque todavía aspiramos mucho más. Particularmente preocupante es la ejecución por debajo de lo esperado en partidas importantes del presupuesto y la disminución de la población que asiste a la escuela en determinados niveles.
Es indiscutible el fuerte impacto de programas gubernamentales en las comunidades, como los del MINERD, el Instituto Nacional de Bienestar Estudiantil (INABIE), la Presidencia, el Gabinete de Niñez y Adolescencia, y el Consejo Nacional de la Niñez y la Adolescencia. Sin embargo, persisten desafíos importantes. El acceso a la tecnología no se traduce necesariamente en un mayor desarrollo de las competencias, las manifestaciones de irrespeto y violencia continúan siendo una preocupación, el cuidado y respeto por el medio ambiente aún no se reflejan en prácticas cotidianas, y a pesar de los esfuerzos por descentralizar y empoderar a las Juntas de Centros, los equipos de gestión y los docentes carecen de la formación y condiciones necesarias para incidir proactivamente en el diseño y logro de los cambios requeridos.
Para alcanzar “la educación de calidad que aspiramos/queremos”, y que ya se ha descrito y prescrito en documentos oficiales, es necesario que, de forma definitiva detengamos los enfrentamientos, las rivalidades y los intereses partidistas y económicos particulares, pues todos llevan al retroceso y a mantener condiciones que no se merecen los niños, las niñas, los jóvenes y adultos dominicanos. Es importante desarrollar docentes y gestores que no solo sepan seguir instrucciones de lo promulgado, sino que se empoderen creativamente del quehacer en las aulas con entusiasmo y compromiso para mejorar los niveles de aprendizaje.
Este documento se comparte con el objetivo de invitar a todos a repensar aspectos centrales de la educación dominicana, promoviendo una construcción participativa que conduzca a la acción con colaboración estelar de las propias escuelas. Es posible construir una mejor educación para todos. Para ello, todos los actores deben participar, incluyendo las asociaciones gremiales que deben incluir entre sus prioridades esa construcción colectiva de mejores escuelas.
A continuación, se presentan los temas que significan grandes desafíos, junto con sugerencias para movilizar el proceso de reflexión en las comunidades educativas, reconociendo que el repensar debe traducirse en acciones concretas resultado de una construcción participativa.Principio del formulario
A partir del contexto descrito anteriormente, sugerimos los siguientes temas para repensar la educación dominicana.
a) El estudiante como centro del proceso formativo
Conviene reflexionar sobre las vías más pertinentes y eficaces para el logro de aprendizajes significativos y profundos en el estudiantado dominicano. Los resultados obtenidos en pruebas nacionales e internacionales, como las diagnósticas de tercero y sexto de primaria y las evaluaciones PISA y TERCE, señalan la necesidad de un cambio en el enfoque de los procesos de enseñanza y aprendizaje. Este cambio implica repensar las prioridades en cuanto a las competencias a trabajar en cada nivel del sistema preuniversitario, junto con las habilidades y destrezas necesarias para poner en práctica dichos conocimientos. Miles de estudiantes dominicanos han demostrado lo que pueden lograr cuando convergen las condiciones adecuadas.
Asimismo, es fundamental visualizar al estudiante como una persona cuya formación en valores contribuya a la construcción de un ciudadano responsable que aporte al bien de su comunidad. Esta meta implica el desarrollo de su dimensión personal y espiritual, consolidando su psico-socio-afectividad y dotando de sentido su proyecto de vida. Por lo tanto, es necesario repensar los fines de la educación, trascendiendo su visión tecnocrática y adoptando una concepción humanística transformadora que visualice a los actores del acto educativo de manera integral. Para lograrlo, debemos conocer más profundamente la generación que hoy asiste a la escuela para, entre otras cosas, desarrollar empatía con los ciudadanos que piensan y se expresan de manera diferente, con los cuales hay que dialogar para descubrir y construir las mejores soluciones.
Es necesario desarrollar líneas de investigación que den luz sobre el impacto real de las redes sociales y sus nuevas formas de comunicación y relación, que moldean y condicionan el pensamiento y las actuaciones de nuestros niños, niñas y adolescentes. Si la educación dominicana aspira a construir ciudadanos responsables que contribuyan al desarrollo del conocimiento y del bienestar común entonces es fundamental fomentar el pensamiento crítico, el discernimiento y la deliberación moral como herramientas imprescindibles para enfrentar el embate psico-socioafectivo de las denominadas redes sociales. Urge poner sobre la mesa de discusión los conceptos de responsabilidad ciudadana, ciudadanía digital y ciencia ciudadana, y eso tiene que llegar a las escuelas y las mismas redes pueden ser una vía.
Mientras profundizamos y aprendemos a comprender mejor a las nuevas generaciones, es importante fomentar mayor espacio para escucharlas, ofrecer oportunidades de trabajo individualizado ante dificultades y promover la participación en equipos estudiantiles. Los estudiantes con necesidades específicas de apoyo educativo frente a los aprendizajes, también requieren de respuestas apropiadas y canales de participación. Desarrollar una escuela que escuche a sus actores más importantes, incluyendo desde luego a los estudiantes sin importar sus diferencias, debe ser una de nuestras metas.
b) El docente como actor clave de la formación integral del estudiante
El docente desempeña un papel fundamental en la formación integral del estudiante, actuando como guía, mentor y ejemplo a seguir. Más allá de su labor para crear condiciones para el aprendizaje, influye en el desarrollo emocional, social y ético del estudiante. Por lo tanto, es esencial partir de la vocación del docente como clave fundamental para que pueda realizar la acción educativa. La persona del docente necesita ese sentido de misión para contribuir a forjar las capacidades de los estudiantes. Es de vital importancia también, apoyar y capacitar a los docentes para que puedan construir un estilo de desempeño de su papel de manera efectiva, especialmente en el contexto de los desafíos educativos actuales, incluyendo la relación con una nueva generación. Los ejemplos de buenos docentes, de todas las generaciones, abundan en nuestros centros educativos.
El docente es sujeto de su propio desarrollo, no objeto, y, por lo tanto, se espera que construya su pensamiento propio que será el fundamento para desarrollar una visión crítica. La formación docente (inicial y continua) debe enfocarse en promover ese pensamiento reflexivo, la creatividad y el respeto mutuo, no solo para mejorar el aprendizaje académico, sino también para cultivar en sus alumnos los valores y habilidades necesarios para la vida.
Proporcionar recursos y oportunidades de desarrollo profesional continuo permitirá a los docentes enfrentar los desafíos cambiantes y mantenerse actualizados en las mejores prácticas pedagógicas. Es importante escucharlos y descubrir sus esfuerzos, sus aportes y sus sentires ante clases numerosas y buscar la forma de trabajar exitosamente en equipo con maestros ayudantes en casos necesarios.
La formación inicial, la formación continua, la inducción y el acompañamiento deben alinearse para desarrollar ese docente que requieren los tiempos. Una atención al fortalecimiento del desarrollo personal del cuerpo docente es necesaria, fundamentada en una revisión conjunta de su rol, sin olvidarse que son seres humanos que ejercen ese rol, con sus habilidades, sus angustias, sus responsabilidades, e incluso sus necesidades de mejorar y de seguir aprendiendo. La orientación al trabajo en equipo y el aprendizaje colaborativo tiene que estar en la agenda formativa.
Es necesario que se garantice la calidad de interacciones con un enfoque en que seamos capaces de reconocer las particularidades tanto de enseñar (y del que enseña) como de aprender (y del que aprende). Tratemos de construir desde las particularidades de unos y de otros y, por lo tanto, de evitar la homogeneización de la educación, desde su misma conceptualización hasta su práctica. Es necesario que se desarrolle en los docentes el sentido de autoeficacia para desempeñar su importante rol y el sentido de equipo para dar sostenibilidad a los esfuerzos y celebrar con otros los logros alcanzados.
Proporcionar recursos y oportunidades de desarrollo profesional continuo permite a los docentes y directivos enfrentar los desafíos cambiantes y mantenerse actualizados en las mejores prácticas pedagógicas. Crear condiciones desde la gestión para la institucionalización de las comunidades de aprendizaje profesional es una estrategia de valor indiscutible para el desarrollo docente y la mejora escolar.
c) La escuela, concebida como un ecosistema del proceso formativo.
La escuela proporciona el entorno propicio para el crecimiento y desarrollo integral del estudiante y sus demás componentes. Más allá de ser un lugar de construcción de conocimientos, es un espacio donde se cultivan relaciones interpersonales, se promueve la autonomía y se fomenta la exploración de intereses individuales y el aprendizaje colaborativo. Para fortalecer este aspecto, es necesario ampliar la discusión sobre cómo las escuelas pueden promover la autonomía de los estudiantes, la exploración de sus intereses individuales y la diversidad de experiencias dentro del entorno escolar. En muchas se descubren frecuentemente como ecosistemas positivos de los cuales aprender y compartir. Los miembros del equipo de gestión marcan la diferencia.
Esto da lugar a escuelas donde se fomenta el bienestar compartido entre sus distintos actores, generando un sentido de orgullo por formar parte de ellas y una satisfacción de desarrollo continuo. “Voy a la escuela y trabajo en ella porque encuentro un espacio maravilloso para ser mejor persona y mejor ciudadano” debe ser expresión compartida.
Las escuelas son un eje esencial de las comunidades que las alojan. Se convierten en un agente de su desarrollo y en un receptor de las situaciones que suceden en ellas. Por estos motivos, se requiere fortalecer esos vínculos creando canales de comunicación abierta y transparentes que propicien a partir de liderazgo de los docentes y del equipo de gestión la participación comunitaria, basada en colaboraciones y alianzas relevantes y pertinentes con su contexto local.
d) La familia y la comunidad como pilares fundamentales en la socialización del ser humano y del ciudadano.
Desde los primeros años de vida, la familia brinda amor, apoyo y valores que sientan las bases para el desarrollo integral de la persona. Además, la interacción con la comunidad amplía las perspectivas del estudiante, fortalece su sentido de pertenencia y lo involucra en la construcción de una sociedad más justa y solidaria. El trabajo conjunto entre familia, escuela y comunidad es esencial para garantizar una educación integral que forme ciudadanos comprometidos, deseosos de aprender y capaces de contribuir positivamente a la sociedad. En cada escuela se identifican familias destacadas en el apoyo que dan a sus hijos.
El involucramiento y la participación familiar deben enfatizarse y lograr la vivencia de la comunidad educativa extendida que se preocupa por la mejoría de las condiciones en que se realizan las actividades educativas, en armonía con los equipos de gestión y los docentes. La comunidad educativa debe convertirse en un ente de aprendizaje continuo.
Dada la estrecha relación de la escuela y la comunidad, las políticas educativas que emanan del sector educativo requieren una estrecha vinculación con las demás políticas sociales del Estado dominicano. Es importante la coordinación intersectorial desde un enfoque interdisciplinario que aborde la equidad e inclusión social, la sostenibilidad y el medio ambiente, la integración de servicios básicos de calidad, el fomento del empleo para contribuir de manera integral al desarrollo comunitario de cada localidad del cual se beneficien las familias como apoyo de la escuela.
e) Los mecanismos estatales, como el Ministerio de Educación (MINERD), el Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (MESCYT), el Instituto Superior de Formación Docente Salomé Ureña (ISFODOSU), el Instituto Nacional de Formación y Capacitación del Magisterio (INAFOCAM) y el Instituto Nacional de Formación Técnico Profesional (INFOTEP) como entidades reguladoras, de apoyo y de dinamización de los cambios.
Los mecanismos estatales, como el Ministerio de Educación (MINERD), el Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (MESCYT), el Instituto Superior de Formación Docente Salomé Ureña (ISFODOSU), el Instituto Nacional de Formación y Capacitación del Magisterio (INAFOCAM) y el Instituto Nacional de Formación Técnico Profesional (INFOTEP), desempeñan roles fundamentales en la configuración del sistema educativo y la formación de los futuros constructores de un mejor país. Estas instituciones gubernamentales deben dialogar entre ellas y enfocarse en garantizar una educación de calidad que contribuya al desarrollo socioeconómico y cultural del país y al bienestar de su población. Para lograrlo, es necesario promover políticas educativas integrales, inclusivas y programas de formación continua para docentes, así como garantizar el acceso equitativo a recursos educativos y tecnológicos en todas las comunidades.
El Marco Nacional de Cualificaciones puede ser una excelente vía de integración. Todos estos actores deben repensar su rol y su actividad también desde la perspectiva de la construcción con los centros educativos y sus actores, desde el aseguramiento de la sostenibilidad de sus esfuerzos y desde la realidad de la temporalidad de sus gestiones.
Las más grandes y relevantes decisiones sobre la educación las toman las autoridades. Por lo que también se hace necesario redimensionar el rol del Instituto Dominicano de Evaluación e Investigación de la Calidad Educativa (IDEICE), como fuente de datos científicos y contextualizados para el diseño de planes y acciones de mejora. Por ello, es necesario llamar a repensar los procedimientos usados para priorizar las estadísticas que nos preocupan, la implementación de cuanto se presenta como solución, las acciones que se imponen a todos los actores y las implicaciones en la parte humana y en lo material o en lo relacionado con los recursos. Es con los actores de la escuela que se logran los resultados. Deben ser los actores de las escuelas, receptores de resultados locales. Las huellas positivas que dejan los incumbentes que se suceden son el mejor legado siempre que se ubiquen en la temporalidad de los resultados y en la conquista a través de acciones participativas.
Es fundamental que las decisiones del sector gubernamental estén basadas en evidencias. Cabe destacar aquí la importancia de la investigación educativa con la participación de la escuela y de sus actores y de las evaluaciones sobre las diversas iniciativas que se realizan desde el Estado para la toma de dichas decisiones. Por otro lado, resulta relevante insistir en la continuidad de las políticas luego de su evaluación positiva y el fortalecimiento de los canales de comunicación con el MESCYT y el INFOTEP para enfatizar la debida sinergia con las metas del Pacto Nacional para la Reforma Educativa. Las escuelas deben conocer lo que se teje en esas instancias.
Desde RED, proponemos que el repensar la educación se lleve a cabo de manera inclusiva, tal como lo expresamos en nuestro Manifiesto inicial de 2020. Nuestro compromiso es invitar a todos a reflexionar críticamente sobre la educación, especialmente en el contexto dominicano, con el fin de proponer y promover acciones concretas.
Hoy queremos enfatizar que cuando hablamos de “todos”, priorizamos la participación comprometida de los propios centros educativos. Esto incluye a los docentes que reflexionan sobre su práctica en el aula, así como a los directores y coordinadores pedagógicos que apoyan y escuchan a estos docentes, y a las familias. También consideramos importante tener en cuenta los aportes reflexivos de los alumnos, sus padres, e incluso los sectores comunitarios involucrados en la vida escolar. Y de un sistema que escucha a la escuela.
La principal vía para el repensar surge de esta reflexión continua, que permite que la escuela aprenda de sus logros y desafíos. Esta reflexión se comparte en auténticas comunidades de aprendizaje que emergen de la convicción de que juntos, cuanto más reflexionamos, mejor construimos y aprendemos.
El aprendizaje debe ser un ejercicio voluntario e intencional que caracterice a nuestros distritos, centros educativos, aulas y comunidades educativas. La decisión de reflexionar y repensar es el primer paso, tanto a nivel individual como colectivo, hacia una comunidad educativa comprometida en cumplir mejor su misión.
La vía principal del repensar se fundamenta en el diálogo reflexivo continuo que puede tener su expresión concreta en encuentros semanales a nivel de los centros con diversos autores, y a nivel mensual en los distritos y regiones. Agendas cortas, con participantes representativos dispuestos a reflexionar, a celebrar y analizar logros, a aprender de los resultados, y a tomar decisiones para seguir impulsando iniciativas que fortalezcan los objetivos esperados.
De este proceso de repensar colectivo y reflexivo, emergen una diversidad de sueños y una incubadora de proyectos necesarios para alcanzarlos. Si alguna vez nos conformamos con proyectos concebidos en despachos de consultores o técnicos, hoy reconocemos la importancia de que los proyectos surjan sobre todo de la propia comunidad educativa, como resultado de su reflexión sobre lo logrado, lo avanzado y lo que queda por alcanzar. La transformación de la educación no se logra mediante decretos o documentos elaborados, sino cuando sus principales actores actúan. En el importante acompañamiento a acciones curriculares previstas, las desviaciones a las prescripciones no deben ser criticadas y mucho menos castigadas, sino deben analizarse como posibles contribuciones de los docentes al trabajo de aula sugerido.
Es responsabilidad de los distritos escolares promover la generación de proyectos prioritarios que abarquen diversas áreas del quehacer educativo y comprometan a todos los miembros de la comunidad escolar. Sin embargo, los distritos no deben imponer proyectos que no emanen del sentir y las necesidades reales de las escuelas, sino orientar y apoyar para que los proyectos sean viables y cuenten con el respaldo necesario. Esta debe ser una importante agenda de los distritos, más que homogeneizar las acciones de las escuelas a partir de proyectos ajenos a su realidad. Tener como proyecto la adopción de modalidades pedagógicas innovadoras no convencionales debe ser aplaudido y acompañado para que muchos aprendan de sus fundamentos, ejecución y resultados.
INAFOCAM y las direcciones regionales tienen la responsabilidad de facilitar capacitaciones para la elaboración y seguimiento ágil de proyectos, utilizando técnicas innovadoras que fomenten la participación de todos los actores en cada etapa del proceso. Los proyectos, como compromisos de la comunidad educativa, deben ser presentados y compartidos y deben ser supervisados por los distritos no para imponer objetivos, sino para asegurar niveles adecuados de compromiso por parte de todos los actores. Las familias y los estudiantes también deben participar como veedores del progreso y las realizaciones de los compromisos adquiridos. La rendición de cuentas, la presentación de evidencias y la conversión de aspiraciones en acciones con una evaluación continua son responsabilidades compartidas por todos los involucrados.
En conclusión, el proceso de repensar la educación, al que invita RED de manera permanente, no termina en la reflexión, sino que se completa cuando esta reflexión se convierte en acción. Solo mediante el compromiso activo de todos los miembros de la comunidad educativa, desde los estudiantes y las familias hasta los docentes y los líderes educativos, podemos lograr una verdadera transformación en el sistema educativo dominicano. Al trabajar juntos, podemos convertir nuestras aspiraciones en realidades y construir un futuro educativo más próspero y equitativo para todos.
Para no olvidar: se busca la construcción de ecosistemas sostenibles que propicien el diálogo y la formación de colectividades empoderadas, que reflexionen, aprendan y se desarrollen. Así invitamos a repensar la educación.
¡Demos un chance a la escuela! repensarlaed@gmail.com
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1 Repensar la Educación (RED). Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC), República Dominicana. Email: miguel.escala@intec.edu.do
2 Repensar la Educación (RED) y Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM). Email: anamhache@gmail.com
3 Repensar la Educación (RED) y Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM). Email: sarahgonzalez@pucmm.edu.do
4 Repensar la Educación (RED) y Universidad Iberoamericana (UNIBE). Email: terguz@gmail.com
5 Repensar la Educación (RED) e Instituto de Formación Docente Salomé Ureña (ISFODOSU). Email: irodriguez@soseducativa.org
6 Repensar la Educación (RED) y Colegio Secundaria Babeque. Email: mashadeh@gmail.com
7 Repensar la Educación (RED) y Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM). Email: jacevedo@pucmm.edu.do
8 Repensar la Educación (RED) y Centro De La Salle Hno. Alfredo Morales. Email: pedrofacevedo@yahoo.es
9 Repensar la Educación (RED). Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC), República Dominicana. Email: macorbu@yahoo.com
10 Repensar la Educación (RED) y Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM). Email: lmontenegro@pucmm.edu.do
11 Repensar la Educación (RED) y Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM). Email: lgarcia@pucmm.edu.do
12 Repensar la Educación (RED). Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC), República Dominicana. Email: sandrag.pons@gmail.com
13 Repensar la Educación (RED) y Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD). Email: ngontej@gmail.com
14 Repensar la Educación (RED) y Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD). Email: geynmi@gmail.com
15 Repensar la Educación (RED) e Instituto de Formación Docente Salomé Ureña (ISFODOSU) y UNICEF. Email: emelindapadillaf@gmail.com
16 Repensar la Educación (RED) y Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (UNPHU). Email: josersuriel@gmail.com