Ciencia, Economía y Negocios, Vol. 7, No. 2, julio-diciembre, 2023 ISSN (impreso): 2613-876X • ISSN (en línea): 2613-8778 • Sitio web: https://revistas.intec.edu.do/

¿QUÉ TAN CLÁSICOS SON LOS NEOCLÁSICOS?

How Classical are the Neoclassical?

DOI: https://doi.org/10.22206/ceyn.2023.v7i2.2925

JUAN BAUTISTA ROGRÍGUEZ NÚÑEZ1
VÍCTOR ANTONIO NÚÑEZ FLORES2

1 Licenciado en Economía de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD). Magíster en Estadística Aplicada del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC), República Dominicana. ORCID: 0000-0002-4833-2093. Correo-e: juan142009@gmail.com

2 Estudiante de Economía de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), República Dominicana. ORCID: 0009-0000-4772-3036. Correo-e: victorn142001@gmail.com

Recibido: 2/10/2023 • Aceptado: 21/11/2023

INTEC Jurnals - Open Access

Cómo citar: Rodríguez Núñéz, J. B., & Núñez Flores, V. A. (2023). ¿Qué tan Clásicos son los Neoclásicos? Ciencia, Economía y Negocios, 7(2), 75-82. https://doi.org/10.22206/ceyn.2023.v7i2.2925

Resumen

El artículo explora las diferencias y similitudes entre las Escuelas Clásica y Neoclásica en la economía, abordando los cambios metodológicos y visiones que la Escuela Neoclásica trajo, y examinando cómo estos dos enfoques se conectan y divergen. Aunque sus nombres pueden sugerir una continuidad, la Escuela Neoclásica representa más un quiebre que una continuación de la Escuela Clásica, con una serie de cambios en cómo se analizaba y entendía la economía. A pesar de esto, se identifican algunos puntos en común, como el uso del método deductivo abstracto y la defensa de la no intervención del estado.

Palabras clave: Economía Clásica; Economía Neoclásica; Revolución Marginalista; Teoría Subjetiva del Valor; Método Deductivo Abstracto; Óptimo de Pareto; Intervención Estatal; Valoración Subjetiva; Utilidad Marginal; Crecimiento Económico.

Clasificación JEL: B12, B13, B20, B31, D63, E60.

Abstract

The article explores the differences and similarities between the Classical and Neoclassical Schools in economics, addressing the methodological changes and visions that the Neoclassical School brought, and examining how these two approaches connect and diverge. Although their names might suggest continuity, the Neoclassical School represents more of a break than a continuation of the Classical School, with a series of changes in how economics was analyzed and understood. Despite this, some common points are identified, such as the use of the abstract deductive method and the advocacy of non-state intervention.

Keywords: Classical Economics; Neoclassical Economics; Marginalist Revolution; Subjective Theory of Value; Abstract Deductive Method; Pareto Optimum; State Intervention; Subjective Valuation; Marginal Utility; Economic Growth.

JEL codes: B12, B13, B20, B31, D63, E60.

1. Introducción

La economía, como ciencia social, se ha enriquecido y transformado continuamente a través de los siglos, reflejando no solo los cambios en la comprensión teórica y metodológica, sino también los cambios profundos y a menudo turbulentos en las condiciones económicas y sociales. Dos de las doctrinas económicas más importantes en la historia del pensamiento económico son la Escuela Clásica y la Escuela Neoclásica. Ambas han tenido una influencia significativa en la forma en que entendemos y abordamos los fenómenos económicos y han sentado las bases para gran parte del análisis económico contemporáneo.

La Escuela Clásica, que tuvo sus inicios con pensadores como David Hume y Adam Smith, puso las bases de la economía como una disciplina separada. El enfoque clásico estaba íntimamente vinculado con las clases sociales, y los análisis económicos se enfocaban en un contexto amplio que incluía también consideraciones políticas y sociales. La publicación de "La Riqueza de las Naciones" por Adam Smith marcó un punto de partida significativo para esta doctrina, que predominó en Europa desde finales del siglo XVIII hasta finales del siglo XIX.

Por otro lado, la Escuela Neoclásica surgió como una respuesta y evolución de los principios clásicos, introduciendo nuevos conceptos y métodos que marcaron un quiebre en la forma de entender y estudiar la economía. La Revolución Marginalista, que se manifestó en varias vertientes incluyendo la austríaca y la de Lausana, introdujo ideas revolucionarias como la Teoría Subjetiva del Valor y una fuerte dependencia del análisis matemático.

Pero a pesar de estas diferencias, la conexión entre las Escuelas Clásica y Neoclásica es compleja y multifacética. ¿Qué hace que estas escuelas sean tan fundamentales en la historia del pensamiento económico? ¿En qué se diferencian y en qué se asemejan? ¿Cómo sus ideas han impactado en la economía moderna y en la formulación de políticas?

Este artículo intenta explorar y responder a estas preguntas, ofreciendo un análisis profundo de las diferencias y similitudes entre las Escuelas Clásica y Neoclásica. Aunque sus nombres puedan sugerir una continuidad, descubriremos que la relación entre ellas es mucho más compleja, representando tanto un quiebre como una evolución de ideas. Examinaremos cómo estos dos enfoques se conectan y divergen, explorando los cambios metodológicos, las visiones y los legados que han dejado en la economía moderna. Además, resaltaremos cómo, a pesar de los cambios radicales, existen puntos en común, como el uso del método deductivo abstracto y la defensa de la no intervención del estado.

La comprensión de estas escuelas es esencial no solo para aquellos interesados en la historia económica, sino también para quienes buscan comprender los fundamentos de nuestra economía actual. Siendo este análisis un insumo de resumen importante para la docencia de asignaturas como Historia del Pensamiento Económico.

2. Las ortodoxias y el Contexto Histórico

La primera ortodoxia en la economía fue el pensamiento de la Escuela Clásica, en la que el abordaje metodológico (la forma de estudiar la economía), estaba íntimamente relacionado con las clases sociales, por lo que la economía no era sólo “Economía” como la conocemos hoy, más bien era un análisis tanto político, social y económico. El análisis se realizaba partiendo de clases sociales en lugar de individuos. Por esto, en este entonces se le denominaba Economía Política a lo que conocemos hoy al estudio de lo que hoy llamaríamos Economía.

Marx, fue quien por vez primera denominó a este conjunto de autores como “Los Clásicos”. Dicho pensamiento tuvo sus primeros cimientos en autores como: David Hume, Richard Cantillon, entre otros. Sin embargo, el punto que inicia esta doctrina fue la publicación de “La Riqueza de las Naciones” de Adam Smith. A dicho legado le siguió David Ricardo y prácticamente finalizado por John Stuart Mil. Esta Escuela o Doctrina, predominó en Europa desde finales del siglo XVIII hasta finales del siglo XIX. El surgimiento del pensamiento Marxista marcaba una nueva pauta en Europa, donde si bien el mismo tenía bases en los Clásicos, contradecía parte de los principios generales de los mismos.

Paralelamente, una evolución del pensamiento económico se venía gestando, contradiciendo los cimientos más arraigados de los Clásicos. Dicho acontecimiento se denomina Revolución Marginalista, la cual se dividió en tres vertientes fundamentales: austríaca (Menger, Bohm-Bawerk), la Escuela de Lausana (Walras, Pareto) y la vertiente inglesa (protagonizada por Jevons principalmente) Roncaglia (2019). Si bien estas vertientes compartían una serie de principios, existen importantes diferencias, por ejemplo, entre la Escuela Austríaca y los Neoclásicos3. Esta última, se convirtió en la nueva Ortodoxia Económica, ocupando ahora el lugar de la Escuela Clásica. Hasta la Crisis de 1929 el pensamiento Neoclásico reinó como base fundamental de la Teoría Económica.

2.1 ¿Qué trajo de nuevo la Escuela Neoclásica?

La Escuela Neoclásica cambió completamente la forma de estudiar la economía tanto su abordaje metodológico como la visión y la formalización de la Ciencia Económica.

  1. La Teoría Subjetiva del Valor. Hasta entonces, aunque con diferentes puntos de vista, la idea general era que el valor de los bienes era objetivo –ya sea por la cantidad de trabajo necesario, según Ricardo, o por los costes de producción según Smith–, esto lo cambió radicalmente con el pensamiento Neoclásico con el paradigma nuevo se afirmaba que el valor de los bienes es subjetivo. Señalaban un error de Smith en la Paradoja del Agua y del Diamante, puesto que no consideró la escasez relativa del bien, por lo que los bienes no sólo valen porque son útiles, sino también porque son escasos. Por esto determinan que el valor depende de la utilidad marginal –qué tanta utilidad aporta la última unidad–, es decir, la idea principal es mientras más escaso, mayor valor, siempre y cuando dicho bien produzca algún tipo de utilidad.
  2. La dinámica de largo plazo seguida por Smith, Ricardo y Marx se reemplazó por el análisis de las interrelaciones (de lo que los neoclásicos denominaron agentes económicos) en un momento determinado del tiempo (Bustelo, 1999).
  3. Se sustituye la vinculación clásica y marxista de la distribución y el ahorro por la productividad marginal (para explicar la distribución de la renta), y por el movimiento del tipo de interés (que explicaba la función ahorro).
  4. Antes de la Revolución Marginalista y con la misma el surgimiento de la Escuela Neoclásica, las matemáticas eran poco o nulamente utilizadas como método de análisis de la economía. Quien las introdujo por primera vez fue el matemático francés Antonie Augustin Cournot, cuyo trabajo fue ignorado hasta después de su muerte (Bruce & Grant, 2007). Tras esto el análisis económico exigía que toda idea por ms simple que fuese debía ser representada matemáticamente para poder ser vista como válida (Canal Encuentro).
  5. Mientras los Clásicos abordaban el análisis económico partiendo de un análisis e clases sociales y un enfoque más holista, los neoclásicos utilizaron el individualismo metodológico. El mismo era muy utilizado en la época, sobre todo porque la idea de ciencia estaba íntimamente relacionada a las ciencias naturales, sobre todo la física. Con este método se asume que el todo es igual a la suma de las partes, por lo que estudiando y entiendo el comportamiento individual de cada una de las partes se llegará a entender un problema en su totalidad. Además, de que se defendía fuertemente el supuesto de la racionalidad, donde el homo economicus, buscaba maximizar su utilidad con los escasos recursos de los que dispone (Canal Encuentro).
  6. Contrario a los Clásicos cuyo trabajo estuvo muy centrado en el crecimiento económico de largo plazo, los Neoclásicos nunca elaboraron de manera explícita una teoría del crecimiento económico. Además, de que en su modelo implícito del desarrollo tuvieron conclusiones diferentes, puesto que entendían que no había razones para llegar al estado estacionario que los Clásicos predecían (de diferentes maneras) (Capitán, 1998).
  7. Contrario a los Clásicos cuyo trabajo estuvo muy centrado en el crecimiento económico de largo plazo, los Neoclásicos nunca elaboraron de manera explícita una teoría del crecimiento económico. Además, de que en su modelo implícito del desarrollo tuvieron conclusiones diferentes, puesto que entendían que no había razones para llegar al estado estacionario que los Clásicos predecían (de diferentes maneras) (Capitán, 1998). Sin embargo, es importante resaltar que este enfoque no abordó plenamente otros aspectos críticos del análisis económico, como la distribución de la renta y la desigualdad interpersonal. Autores como David Ricardo y Karl Marx, por ejemplo, ofrecieron perspectivas profundas sobre la distribución de la renta y sus efectos. Aunque sus enfoques difieren de los welfaristas de la escuela inglesa y de los analistas de la escuela italiana, como C. Gini, quienes examinaron la distribución de la renta desde perspectivas más centradas en el bienestar y en la desigualdad interpersonal. Los pensamientos de Ricardo y Marx sobre la distribución de la renta no solo resaltan su preocupación por la justicia económica, sino que también influyeron en el desarrollo de enfoques posteriores en el análisis económico.

Tras lo anteriormente abordado parecería que los Neoclásicos y los Clásicos no tenían tanto en común como podría sugerir su denominación. Que representan más un quiebre que una continuación, y su denominación hace más bien referencia a que se convirtieron en la nueva ortodoxia económica (de ahí el “Neo”).

A pesar de lo anterior, es necesario resaltar que sí existían una serie de puntos donde estos si lograron coincidir, estos son:

  1. Ambos utilizaron el método deductivo abstracto en su razonamiento, puesto que entenderían que a partir del mismo se pueden obtener conclusiones infiriendo premisas claras.
  2. Ambos estaban a favor de la no intervención del estado. Estaban a favor del mercado como el ente óptimo para la asignación de recursos, al que los Neoclásicos llamaron Óptimo de Pareto, el cual se refiere a una situación en la que una persona no puede mejorar su estado sin que empeore el de otro.

3. Conclusiones

La transición de la Escuela Clásica a la Neoclásica marca una evolución significativa en el pensamiento económico. A pesar de las diferencias marcadas en la metodología, los supuestos y las teorías principales, hay elementos de continuidad que vinculan estas dos escuelas importantes.

El legado de la Escuela Clásica en la formulación de los fundamentos económicos y políticos y la innovación de la Escuela Neoclásica en la metodología y en la formalización de la economía contribuyeron conjuntamente a la conformación del análisis económico moderno.

La comprensión de estas escuelas y de su relación compleja ofrece una perspectiva valiosa no solo en la historia del pensamiento económico, sino también en la comprensión de los debates y las prácticas económicas contemporáneas. La influencia persistente de estas ideas y métodos resalta la importancia de revisar y comprender estos fundamentos, ya que continúan informando y moldeando la economía y la política en el mundo moderno.

Referencias

Bruce, S. L., & Grant, R. R. (2007). Historia del Pensamiento Económico (7ma ed.). (J. T. Bonilla, Ed.) México D.F., México D.F., México: Cenage Learning.

Bustelo, P. (1999). Teorías Contemporáneas del Desarrollo Económico. Vallehermoso, Madrid, España: Síntesis S.A.

Canal Encuentro. (s.f.). Conociendo el Capital: Los Marginalistas. Argentina.

Capitán, A. L. (1998). El Pensamiento Económico sobre el Desarrollo - De los Mercantilistas al PNUD. Huelva y Palos, Homónima, España: Universidad de Huelva.

Huerta de Soto, J. (2000). La Escuela Austríaca: Mercado y Creatividad Empresarial. Madrid, España: Editorial Síntesis.

Roncaglia, A. (2019). La era de la disgregación: Historia del Pensamiento Económico Contemporáneo. Bari/Roma: Laterza.

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3 Ver una discusión de mayor profundidad de en: Huerta de Soto (2000).