Ciencia, Economía & Negocios, Vol. 2, No. 2, julio-diciembre, 2018 ISSN: 2613-876X • E-ISSN: 2613-8778 (en línea) • Sitio web: https://revistas.intec.edu.do/

Reseña de Libro

Falsabilidad en la economía dominicana

DOI: https://doi.org/10.22206/ceyn.2018.v2i2.pp45-49

De Haivanjoe Ng Cortiñas. Editora De Luxe, 2018, 277 páginas.

*Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC) y Banco Central de la República Dominicana. Dirección: apartado postal 1347, Av. Pedro H. Ureña esq. Leopoldo Navarro, Santo Domingo, República Dominicana. T: +1 809 221 9111, (e-mail: Harold.vasquez@intec.edu.do ).

INTEC Jurnals - Open Access

Cómo citar: Vásquez, H. (2019). Falsabilidad en la economía dominicana. Ciencia, Economía y Negocios, 2(2), 45-49. https://doi.org/10.22206/ceyn.2018.v2i2.pp45-49

Palabras clave: Popper, falsabilidad, prueba de hipótesis, falso positivo, Error Tipo i
Códigos JEL: B40, C18, C40

La falsabilidad de las hipótesis está en el centro del método empírico de las ciencias económicas y sociales. Pensemos, por ejemplo, que nos interesa estudiar la relación entre los años que las personas dedican a la educación formal (o escolaridad) y el salario o nivel de ingresos que perciben. Podemos iniciar esta investigación bajo la premisa, y hasta quizás la esperanza, de que las personas que acumulan más años de formación profesional en promedio tienen mayores ingresos. (Digo bajo la esperanza porque hasta cierto punto es lo que justifica que las sociedades inviertan en educación tanto pública como privada).

Sin embargo, en la práctica, en el proceso de ejecución de la investigación— i.e., cuando recolectamos, organizamos, y sometemos la información a un análisis estadístico o econométrico con fines de comprobar nuestra hipótesis, lo correcto es no asumir como un hecho que existe una relación entre la educación y el nivel de ingresos. Es decir, planteamos las hipótesis del problema de la siguiente manera:

H0: p0 = 0 vs H1: p0 ≠ 0

Donde, y representan las hipótesis nula y alternativa, respectivamente, y es el parámetro que deseamos estimar, el cual mide la relación entre los años de educación y el nivel de ingresos. Note que al definir como, estamos planteando como hipótesis base que no existe una relación entre la escolaridad de una persona y su nivel de ingresos.

Es decir, iniciamos la investigación con negar, o falsear, una relación que podría ser considerada evidente entre los años de estudios y el nivel de ingresos. Esto significa que, si encontramos alguna evidencia en contra de la hipótesis nula o, en otras palabras, evidencia que no favorezca la hipótesis falseada, entonces queda la vía de considerar como verdad la hipótesis alternativa de que efectivamente existe una relación entre la escolaridad y el nivel de ingresos ().

Nótese que si en realidad es cierta hipótesis nula— i.e., el nivel de escolaridad está relacionado con el nivel de ingresos, y equivocadamente rechazamos en favor de aceptar la hipótesis alternativa, entonces cometemos lo que en contraste de hipótesis se conoce como “Error de Tipo I (o falso positivo)”; el cual, por razones estadísticas, es el error del que podemos calcular con mayor certeza su probabilidad.

Como Ng Cortiñas (2018) indica, la base del enfoque de Popper está fundamentada en “la condición de que los datos que provienen de la experiencia o por la vía que fuere, tienen la limitación de ser finitos, surgiendo ahí la posibilidad de aparecer la refutación”. En ese sentido, este método complementa el enfoque estadístico-empírico comúnmente aplicado en las áreas de investigación y que recién explicamos con el ejemplo de escolaridad y educación. Aquí, Ng Cortiñas hace un excelente trabajo en mostrarnos algunas aplicaciones al estudio de fenómenos que caracterizan la economía dominicana, y que aplicando el método Popperiano pueden llevarnos al mismo resultado que cuando empleamos técnicas sofisticadas derivadas del análisis estadístico o econométrico.

Veamos un caso sobre cómo podemos aplicar el método Popperiano de la falsabilidad al análisis de la sostenibilidad del endeudamiento dominicano, también discutido en Ng Cortiñas (2018), aunque con una aproximación un poco diferente. Al analizar la sostenibilidad del endeudamiento, es común escuchar en discusiones la siguiente proposición:

Proposición Generalizada: “El nivel de endeudamiento de la República Dominicana es insostenible, y la capacidad de endeudamiento se ha agotado”.

La forma en que Ng Cortiñas propone que podríamos utilizar para comprobar esta idea consiste en presentar la hipótesis en su forma falseable. Es decir:

Falseabilidad hipotética: “El nivel de endeudamiento de RD no presenta serios problemas de sostenibilidad y la capacidad del país de emitir deuda aún no se ha agotado”.

Buscar evidencia bajo la cual podamos favorecer o no una hipótesis falseada como la anterior, implica definir una serie de elementos relacionados a la sostenibilidad del endeudamiento público dominicano, que comúnmente no son considerados en las discusiones cotidianas. La forma de proceder, entonces, es encontrando alguna evidencia en contra de la hipótesis falseada, lo cual nos permite aceptar la posibilidad de que “el endeudamiento dominicano se ha agotado”. La razón de proceder de esta manera es que solo bastaría encontrar alguna evidencia en contra de la hipótesis falseable para aceptar la premisa de que el país tiene serios problemas de endeudamiento.

Para proceder, por ejemplo, podríamos mirar el nivel de endeudamiento de países con economías similares a la dominicana –i.e., en términos de población, ingreso per cápita, etc.– y observar su desempeño en el mercado de deuda internacional; es decir, observar si existe alguna relación entre el tamaño y características de una economía y la posibilidad de que esta sea declarada en bancarrota o default.

La figura 1 muestra el nivel de endeudamiento del sector público no financiero (SPNF) –i.e., endeudamiento sin incluir el banco central o instituciones financieras estatales– de los países de América Latina. Como se observa, algunos países de la región presentan un nivel de deuda más elevado que el dominicano y al momento no han presentado riesgos de default. Entre estas economías podemos mencionar a Panamá, Honduras, Ecuador y Costa Rica. Sin embargo, Nicaragua y Venezuela, aunque por razones políticas, presentan serios problemas para cumplir sus pagos de deuda, a pesar de mostrar niveles de endeudamiento, con relación al producto, su nivel de deuda es más bajo que el nivel de deuda dominicano.

En general, la conclusión del ejercicio anteriormente planteado es que, dado que no podemos encontrar evidencia para refutar la hipótesis falseada –al menos dentro del contexto utilizado– no debemos rechazar la idea de que “el nivel de endeudamiento de República Dominicana no presenta serios problemas de sostenibilidad”. Esto no significa que la hipótesis falseada sea definitivamente aceptada, ya que solo es necesario encontrar algún caso o evidencia para su rechazo.

Ng Cortiñas (2018) continúa utilizando esta técnica a todo lo largo del texto para desmontar algunas preconcepciones establecidas en el entorno económico dominicano, incluyendo la idea de que la depreciación de la moneda nacional contribuye al incremento de las exportaciones hacia el resto del mundo o de que la depreciación del tipo de cambio está relacionada a los meses de reposición de inventarios. En todos los casos, Ng Cortiñas emplea de forma elegante y sencilla como estas hipótesis pueden ser sometidas a comprobación. Lo interesante de este libro no es solo que el autor puede descubrir algunas falacias que son aceptadas como plenas verdades en la idiosincrasia económica dominicana, sino que, al aplicar repetidamente el método, el lector no formado en ciencias económicas puede aprender a evaluar cualquier tipo de proposición que se le presente.

Finalmente, este libro hace un análisis crítico –y hasta cierto punto ameno– de una serie de hipótesis que son dadas como ciertas en el acontecer económico dominicano, y que no han sido sometidas a un mínimo nivel de comprobación. Su importancia radica en que, como el autor señala, “hoy en día es difícil alcanzar una construcción valorativa neutral de la realidad, y la opinión, por estar sesgada, que sea soportada por una evidencia empírica robusta”. Para el ciudadano común, esto puede ser útil ya que provee una forma sobre cómo cuestionar y replantear ciertas aseveraciones. Para el investigador, este método ofrece una vía exploratoria sobre cómo abordar, a priori, ciertas preguntas de interés científico sin antes entrar a métodos sofisticados de estimación que en ocasiones culminan salcochando los datos.